Lagarde y los mercados se toman hoy la medida
La nueva presidenta del Banco Central Europeo tiene hoy su primera reunión al frente del Consejo del organismo

Christine Lagarde lleva ya semanas de intensa actividad en los despachos de la Eurotower de Fránkfurt, pero su primer encuentro con los mercados tendrá lugar hoy, durante la rueda de prensa posterior a su primera reunión como presidenta del Consejo del BCE. Nadie espera que haya modificación de los tipos de interés , sino toma de contacto para determinar, no solamente hasta qué punto se siente comprometida con la última batería de medidas que llevan la firma de su antecesor, Mario Draghi, reactivar el QE con compras a razón de 20.000 millones de euros al mes, sino también tantear si está dispuesta a volver a recortar los tipos de interés en marzo de 2020, como se rumorea en las bolsas europeas, y si la facilidad de depósito podría volver a sufrir alguna reducción para finales del próximo año. Lo que sí parece y señalan los analistas de UBS es que la tasa de depósitos retomaría la cota del cero por ciento ya en 2026.
También se espera con interés el informe de expectativas. «El BCE publicará sus primeras expectativas sobre 2022; esperamos un IPC armonizado del 1,7%, una cifra de compromiso que no cuestiona en ningún sentido la política monetaria actual», explica Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, que considera que «el BCE está indicando a los responsables políticos que la política monetaria ha alcanzado sus límites, pero que las compras de activos seguirán ahí para apoyar la política fiscal tanto tiempo como sea necesario. PIMCO no espera cambios «a no ser que haya algún apocalipsis zombie, o un milagro con la inflación», ironiza el gestor.
Respecto a la revisión de estrategia anunciada por Christine Lagarde, subraya que «debe ser vista como un proceso normal en los bancos centrales» y considera que «el resultado final probablemente no se hará público antes de la segunda mitad de 2020 y podría incluir la redifinición de la inflación para reflejar mejor el gasto de los hogares, ya que el diseño actual no lo captura correctamente (…) una nueva definición de inflación llevará el índice de precios más cerca del objetivo, lo que reduce la necesidad de más política monetaria acomodaticia».
Los analistas de Axa Investment Managers, por su parte, destacan que será necesario ir conociendo en nuevo lenguaje que utilice Lagarde, que ya han empezado a estudiar con lupa. «De las 2.288 palabras que pronunció (en su discurso ante el Parlamento Europeo), las frases dedicadas a la política monetaria sumaron solo 86 palabras, incluyendo la afirmación de que ésta podría alcanzar su objetivo más rápido si otras políticas apoyaran el crecimiento junto con ella. La política fiscal fue el primer elemento de esta lista», apuntan, anotando además que Duisemberg comenzó con una política de tipos del 3% y concluyó su mandato en el 2%. Su sucesor Trichet terminó en el 1,5%. Draghi finalizó en el -0,5% . Lagarde tiene por delante ocho años y los mercados quieren explorar sus intenciones.
No solamente desde Alemania y Austria se aboga desde hace muchos meses a favor de una normalización de los tipos de interés. Un reciente estudio elaborado por Funcas y presentado por su director general, Carlos Ocaña, defiende que el BCE debería poner fin de forma ordenada a la política de tipos negativos porque genera numerosas distorsiones en la economía y en el sector financiero, aunque reconoce que en su origen contribuyó a sanear a los bancos y a salvar la economía de la zona euro. El debate sobre la efectividad de las políticas monetarias no convencionales, tanto en Europa como en Estados Unidos, está abierto y las críticas sobre este tipo de políticas han aumentado. Los intereses negativos en que lleva instalada la zona euro desde junio de 2014 ponen en peligro aspectos como la sostenibilidad de la deuda corporativa , el contagio entre deuda soberana y la privada, el aumento de la banca en la sombra, la acumulación de liquidez y numerosas distorsiones en los mercados financieros. Pero la estrategia de salida de ese escenario de tipos negativos, sobre este punto el consenso es muy amplio, debe estar muy medida y ser muy larga, porque lo contrario podría hacer que la morosidad se disparase.