Lagarde: «Vamos a revisar cómo deliberamos, cómo medimos y cómo comunicamos»
La presidenta del BCE asegura que se mantiene «un crecimiento moderado» en la zona del euro

No hay cambios en los tipos de interés ni en las operaciones de compras de activos, pero Christine Lagarde ha dejado claro que está dispuesta a poner patas arriba el funcionamiento del BCE con su revisión estratégica, que arranca ahora y cuyas conclusiones estarán listas aproximadamente dentro de un año. «Vamos a revisar muchos asuntos, desde cómo deliberamos, cómo medimos, con qué herramientas contamos, hasta cómo nos comunicamos», ha dicho la francesa durante la rueda de prensa posterior a la reunión del primer consejo del año en Frankfurt. Lagarde renovará los estándares manejados hasta ahora y evita que el discurso de la entidad se centre en las tensiones entre los halcones y las palomas. Y para demostrarlo, ha acudido a la rueda de prensa con el único adorno de un broche de oro en el que figuraba un búho, símbolo elegido personalmente de su neutralidad en esa disputa.
La presidenta del BCE ha constatado, por lo demás, que se mantiene «un crecimiento moderado» en la zona del euro y ha explicado que este frágil crecimiento refleja «la debilidad del comercio internacional» en un entorno de incertidumbres globales que impactan negativamente en el sector manufacturero y la inversión. Considera que el acuerdo comercial entre EEUU y China «ha reducido la incertidumbre». En este sentido puede tener consecuencias en la valoración de los riesgos a la baja para el crecimiento.
Otra de las muestras de lo mucho que está cambiando la comunicación del BCE es la manera espontánea y personal con la que ha entrado a valorar la reciente reunión entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente estadounidense, Donald Trump, en Davos. Lagarde se ha referido a conversaciones mantenidas con von der Leyen, de las que ha sacado una impresión personal muy positiva y que no ha tenido reparos en compartir con la prensa. Destaca que, «pese a que los resultados son preliminares», las conclusiones son positivas porque van a proseguir las negociaciones cuando von der Leyen visite EEUU en febrero.
Y también ha adoptado un procedimiento diferente para concretar sus planes para implicar al BCE en la protección del clima. En lugar de dar los detalles durante la rueda de prensa, se ha remitido a un comunicado que el BCE había público posteriormente, privando así a los periodistas de la oportunidad de hacer preguntas acerca de unos datos que no conocían todavía en el transcurso de la comparecencia. Lagarde se ha limitado a dejar claro qu el clima será parte de este replanteamiento de las prioridades estratégicas. «El cambio climático es responsabilidad de todos, donde sea que estemos cada uno debemos combatirlo. Varios departamentos del BCE están trabajando para comprender el impacto del cambio climático en la gestión de riesgos, modelos y pronósticos», ha dicho, «sé que esto va a generar un debate sobre si es papel del BCE o no ocuparse de este asunto, pero el riesgo de no hacer nada me parece todavía mayor».
Para tranquilidad de los mercados, Lagarde ha confirmado la «orientación hacia adelante» de las indicaciones que Eurotower proporciona sobre el futuro de las tasas: permanecerán «en niveles iguales o inferiores a los actuales hasta que vean las perspectivas de inflación convergiendo firmemente» hacia los valores objetivo. Y también los estímulos se confirman: las compras de valores continuarán a una tasa mensual de 20 mil millones de euros por mes y «mientras sea necesario para fortalecer el impacto de acomodar sus tasas».