Lagarde reafirma la libertad del BCE frente al Constitucional alemán
Incide en que la institución seguirá adelante con la compra de bonos «sin inmutarse» pese al fallo
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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha decidido dar un golpe de autoridad en la mesa y reivindica la independencia de la institución que dirige. Afirma que el BCE es una institución independiente que rinde cuentas ante el Parlamento Europeo y está sujeta a la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), pero también al cumplimiento de su mandato, para lo que hará «todo lo necesario», para adoptar todas aquellas medidas que considere oportuno para hacer frente a la crisis económica que se cierne sobre la UE a causa de la pandemia provocada por el Covid-19.
Estas declaraciones son un claro aviso al Tribunal Constitucional de Alemania, que ha encontrado una serie de problemas de índole legal en la posible toma de decisiones por parte del Bundesbank a la hora de acometer el programa de compras de deuda soberana llevado a cabo por el BCE desde 2015. En su veredicto el tribunal germano determina que la acción del Banco Central Europeo no ha sido proporcionada y deberá ser revisada.
Con todo, el TC alemán asegura en su fallo que su decisión no afecta al programa extraordinario de compras puesto en marcha a raíz de la pandemia del coronavirus, pero le otorga al organismo presidido por Lagarde un plazo de tres meses para justificar su actuación.
Cumplir el mandato
Lagarde, por su parte, aseguró que «los bancos centrales, incluido el BCE, se guían por su mandato, por lo que haremos todo lo necesario para cumplirlo», aseguró Lagarde durante su participación en un acto organizado por Bloomberg. Durante el acto, la presidenta del BCE añadió, al ser cuestionada sobre el dictamen del Constitucional alemán, que la institución seguirá adelante «sin inmutarse».
La francesa insistió en que el Banco Central Europeo «es una institución independiente, que rinde cuentas ante el Parlamento Europeo y que se guía por su mandato», por lo que afirmó que la institución «seguirá haciendo lo que sea necesario» para cumplirlo. «Nuestro mandato dicta que hagamos todo lo necesario y todo lo que haga falta para cumplir nuestro propósito», afirmó y se justificó subrayando las excepcionales circunstancias y el «shock» sin precedentes que atraviesan actualmente la economía mundial y la Eurozona, lo que hace claramente necesario ir más allá de las herramientas normales y convencionales.
En este sentido, Lagarde defendió que, en tales circunstancias, la institución que preside tiene que diseñar y calibrar el adecuado nivel de desviación para contar con el margen de maniobra para cumplir su mandato y evitar así un endurecimiento indeseado de las condiciones de financiación y asegurar que la política monetaria se transmite a todas las regiones de la Eurozona.
También el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, señaló que la sentencia del TC alemán «no es un elemento de estabilidad» , y subrayó que la independencia de este último está garantizada por los tratados comunitarios.