Lagarde aboga por acelerar la unión de mercados de capitales
El pasado septiembre, Bruselas presentó un nuevo plan de acción y la Comisión quiere simplificar las inversiones y la fiscalidad de las rentas de la inversión en otros países de europeos, además de alinear las legislaciones de quiebra
«Si queremos que surjan empresas nuevas e innovadoras después de la pandemia, los gobiernos tienen que eliminar los obstáculos para ellas», ha dicho la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) en el European Bank Congress, en el que participa esta mañana de forma virtual, y en el que ha subrayado que, en el mundo posterior a la pandemia, la conclusión de la Unión de Mercados de Capitales no es una opción, sino una necesidad . La Unión de Mercados de Capitales eliminaría los obstáculos burocráticos entre los Estados individuales de la Unión Europea, con el fin de brindar a las empresas más oportunidades de financiación. Los consumidores, según Lagarde, también deberían tener más opciones para las inversiones transfronterizas . En Europa, a diferencia de EE. UU., ha apuntado, los préstamos y la financiación los conceden principalmente los bancos.
De su discurso se deduce que está dispuesta a ayudar a impulsar los planes de la Comisión Europea para una unión de los mercados de capitales, que han estado sobre la mesa desde septiembre de 2015, pero siguen definitivamente estancados. El pasado septiembre, Bruselas presentó un nuevo plan de acción y la Comisión quiere simplificar las inversiones y la fiscalidad de las rentas de la inversión en otros países de europeos, además de alinear las legislaciones de quiebra. « La fragmentación de los mercados financieros en Europa es una de las razones por las que la financiación inicial es a menudo difícil para las empresas jóvenes», ha dicho Lagarde. «Financiar tecnologías de alto riesgo es mucho más efectivo cuando hay un mayor flujo de nuevos proyectos para compensar el hecho de que la mayoría de ellos fracasarán», añadió.
También ha tratado de quitar el miedo de los bancos a la digitalización. Asegura que no va a reducir empleos necesariamente, sino que más bien va a «transformarlos» y ha avanzado datos de los que dispone el BCE y según los cuales «las investigaciones muestran que las tasas de desempleo son generalmente más bajas en las economías digitalizadas y también que lleva generalmente a que los empleos sean redistribuidos en las industrias».
La pandemia del coronavirus ha acelerado el uso de la tecnología digital al trabajar, comprar y pagar, constata ya la presidenta del BCE. «Casi el 50 % de los europeos dice que ha trabajado desde casa durante la pandemia y el comercio electrónico se ha incrementado en una quinta parte durante el primer confinamiento», afirma Lagarde, y añade que se mantuvo en ese nivel en los tramos temporales en los que se levantaron las restricciones, al mismo tiempo que se ha reducido significativamente el uso de dinero en efectiv o. También ha citado estudios que calculan que «una automatización del trabajo más rápida, como resultado de la presión de la pandemia, destruirá 85 millones de empleos en 26 países hasta 2025, pero creará 97 millones de nuevos empleos, con una ganancia neta de 12 millones».
«Europa afronta muchos retos los próximos años por la pandemia y por tendencias a largo plazo, que incluyen el aumento de los niveles de deuda, el envejecimiento de la población, la digitalización y el cambio climático», ha concluido Lagarde, que recuerda que un crecimiento sostenible requiere progreso, investigación y aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías, lo que significa que se debe «encontrar nuevos métodos de producción que pueden crear empleos, asegurando que todos los trabajadores tienen la oportunidad de adquirir las habilidades necesarias para trabajar en esos empleos».
Poner en marcha el fondo europeo
Antes de participar en el congreso de la banca europea, Lagarde ha llamado a poner en marcha «sin demora« el Fondo de Recuperación europeo, bloqueado por Hungría y Polonia, y ha defendido el mantenimiento «tanto tiempo como sea necesario» de las condiciones de financiación favorables que proporciona el BCE, además de instar nuevamente a los gobiernos a complementar esta acción con políticas presupuestarias de apoyo a la economía. Lagarde ha subrayado que el Fondo de Recuperación pactado por la UE en julio, dotado con 750.000 millones de euros, facilitará recursos adicionales para poner en marcha estas medidas, especialmente «en aquellos países de la Eurozona con limitado espacio fiscal». Por ello, llama a «hacerlo operativo sin demora» y a asegurar «disposiciones que permitan el gasto bien escalonado y efectivo de estos fondos», que llegarán a los Estados como transferencias directas o préstamos, insistiendo en que el fondo es un componente de «importancia crítica» dentro de la respuesta europea a la crisis y confiando en que sea «muy efectivo» una vez se despliegue.
Lagarde está escuchando algunas voces críticas al programa de compra de deuda del BCE, como la del presidente del Bundesbank alemán, Jesn Weidmann, que ha sugerido que el BCE debería solamente adquirir activos capaces de demostrar su respeto por el clima , de manera que quedasen fuera del programa de compra de bonos los países y las empresas que no cumplan con los objetivos de neutralidad climática establecidos por la Comisión Europea.
Noticias relacionadas