Vacunas, vacunas, vacunas
La situación económica depende de la evolución de la pandemia
Israel nos está enseñando el camino. Ha vacunado en pocas semanas a más del 20% de la población y como se está trasladando a contagios e incidencia hospitalaria resulta muy alentador. En prensa israelí llevan haciéndose eco de que incluso con solo la primera dosis de la vacuna, el nivel de contagios entre grupos comparables es notablemente inferior. De hecho, y aunque resulte prematuro sacar conclusiones, en los últimos días las cifras de contagios se han dado la vuelta bruscamente e Israel es de los primeros países que consigue doblegar la tercera ola.
Evidentemente no nos podemos comparar con ellos. Ahora bien, con el resto de países tampoco es que salga muy bien la comparación no ya de España sino del conjunto de la Unión Europea. Estados Unidos y Reino Unido van claramente por delante en su estrategia de vacunación. Y como nos demuestra lo que está pasando en Israel esto no es para nada algo baladí.
No tiene mucha explicación que los países anglosajones hayan conseguido vacunar ya a cinco veces más personas que las que llevamos en el resto de Europa. Algo hemos hecho mal. No es tiempo para lamentos. Toca aplicar todos los recursos a acelerar el proceso de vacunación . No hay discusión posible. Hay que alinear todos los esfuerzos a todos los niveles. Acortar los plazos de aprobación de las vacunas por parte de la Agencia Europea del Medicamento. Comprar más dosis de las aprobadas y de las que están por llegar. Distribuir en tiempo y forma y vacunar al mayor ritmo posible. No perder el tiempo en discusiones estériles y dar entrada cuanto antes al sector privado. Todo lo anterior depende de nosotros y resultaría imperdonable a estas alturas del partido que nos perdiéramos en eso que se ha convertido en el deporte nacional de buscar culpables . Si se enderezan las cosas todos ganamos. Luego habrá tiempos para que los unos y los otros traten de colgarse la medalla.
No hay la menor duda de que la situación económica depende la evolución de la epidemia. A la incertidumbre que desde luego genera su evolución se le puede dar la vuelta con una estrategia clara de vacunación y con el ejemplo de lo que está pasando en Israel. La mejor política económica hoy es vacunar, vacunar y vacunar.
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