José Ramón Iturriaga
Coronavirus: impacto limitado
Medidas de liquidez y de acceso al crédito, sobre todo para pymes, así como políticas fiscales coordinadas deberían ayudar a que el trance sea más llevadero
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Aunque resulte difícil, para entender el impacto económico del coronavirus hay que sacar la cabeza de la centrifugadora del día a día y coger algo de perspectiva.
Por un lado, hay que recordar lo que ya sabemos: el coronavirus es un virus (Covid-19) con una elevada tasa de contagio, tasas de mortalidad relativamente bajas y, como demuestran los países que van por delante, controlable.
Hasta el momento, el impacto en la economía se limita al shock de oferta que supone el parón de la fábrica del mundo -China- durante todos estos días. Estos shocks son temporales por definición y a medida que se vaya recuperando la actividad en China -como parece que ya está pasando- se trasladará al resto de la cadena de valor. Por lo tanto, debemos estar muy atentos a las cifras macro del país asiático y a su evolución.
Además de China, ahora toca entender el impacto económico que pueden tener las medidas de contención que se están adoptando en el resto de los países. La cosa no resulta sencilla porque las decisiones que van adoptando los gobiernos dependen de cómo de efectivas sean las anteriores. Es un equilibrio complicado en el que se busca contener los contagios y evitar con ello el eventual colapso de los sistemas sanitarios, siendo a la vez lo más mesurado posible con las medidas que se adopten que, lógicamente, no son inocuas.
El devenir en cada uno de los países será distinto y dependerá de la contundencia y la efectividad de las decisiones. En cualquier caso, como decía, el impacto será temporal. Mayor o menor, pero temporal.
Así las cosas, un shock de oferta no debería trasladarse a la demanda de forma sostenida. Medidas de liquidez y de acceso al crédito, sobre todo para pequeñas compañías, así como políticas fiscales coordinadas deberían ayudar a que este trance sea más llevadero. Que el shock de oferta no se traslade a la demanda depende exclusivamente de nuestra capacidad de reacción.
Desconocemos las consecuencias del virus ni si es como un un mal año de gripe tal y como afirman algunos expertos. En lo económico todavía no podemos saber cuál será el impacto, pero no tenemos ninguna duda de que será temporal y que en algunas semanas el agua volverá a su cauce.