Las sorpresas de 2021

La mayor sorpresa que va a traer la recuperación económica debajo del brazo va a ser el repunte de la inflación con lo que eso supone

EFE

JOSÉ RAMÓN INTURRIAGA

Este año y pese a que lo vivido en los últimos meses no nos deja el cuerpo para muchas sorpresas, voy a hace el habitual ejercicio prospectivo de tirarme a la piscina para tratar de anticipar algunos eventos que hoy en principio no son parte del guión del año que estamos a punto de estrenar.

La verdad es que la orejeras que entre otras cosas nos ha impuesto la pandemia hace que esta raya en el agua sea hoy más provocadora que nunca. Tratar de desentrañar el futuro cuando no tenemos claro que es lo que va a pasar en las próximas semanas es un más difícil todavía que puede terminar con un sonoro batacazo.

Y probablemente sea esa velocidad a la que van las cosas que ha definido esta crisis lo que estamos menospreciando a la hora de hacer proyecciones. Eso y la política, que no solo aquí, pero aquí sin dudarlo nos nubla el juicio. El ruido de la actualidad de por ejemplo la vacuna nos impide proyectar que con un nivel muy alto de probabilidad y viendo el éxito rotundo de las distintas vacunas vamos a volver a una vida normal más pronto que tarde, con lo que eso supone para la economía. Nos parapetamos en una montaña de salvedades para tratar de diluir el escenario más probable que es el de una fortísima recuperación económica en 2021.

En el caso de España y aunque la más que lógica fobia política hace prácticamente imposible algo de ecuanimidad en el análisis , las mismas razones que estuvieron detrás de que fuera la economía que peor comportamiento ha tenido este años serán las que estén detrás de un mucho mejor el año que viene. Y es en este caso donde la realidad más nos va a sorprender.

La mayor sorpresa que va a traer la recuperación económica debajo del brazo va a ser el repunte de la inflación con lo que eso supone. El sesgo retrospectivo es la principal razón detrás de las proyecciones actuales. Y a estas alturas tenemos claro que este ciclo no se parece en nada al anterior y una de las grandes diferencias es que la recuperación se va a traducir en el incremento de precios.

Y en lo que respecta a los mercados y como se empieza a entrever estas últimos meses serán los activos más ligados al ciclo los que mejor comportamiento tengan deshaciendo el camino andado estos últimos años. Y en este caso la bolsa española es la clara beneficiaria por su composición sectorial.

El guiño político que me permito -y solo por que está directamente relacionado con la economía- es que el gobierno va a ir preparando el terreno para un adelanto electoral en 2022 . No van a intentar pasar presupuestos y las tesis de Calviño se van a ir imponiendo. Van a aprovechar sin duda el viento de cola en la economía y que Bruselas en el corto plazo no va a todavía apretar tuercas para tratar de sacar rédito electoral de la recuperación económica.

Y si el Real Madrid termina ganando la liga y la Champions será otro síntoma inequívoco de que las cosas vuelven a su orden natural

Cuarto Trimestre

Aunque esté y con razón eclipsado por las noticias de las vacunas, la incidencia en la economía de los sucesivas oleadas del Covid está siendo mucho menor que lo vivido en primavera lo que es sin duda una magnífica noticia. Los datos que hemos conocido en los últimos días anticipan una desaceleración mucho menor que la de marzo y abril incluso en aquellas economías que han adoptado mayores restricciones. El sector industrial prácticamente no está sufriendo en la segunda ola y la incidencia en los servicios está siendo mucho menor. Un mejor conocimiento de la enfermedad ha permitido que prácticamente en todos los países en los que ha habido rebrotes se haya controlado sin tener que llegar los confinamientos totales cuyas consecuencias económicas son de sobra conocidos.

China lógicamente va por delante y es la economía que en pocos meses va a recuperar todo lo perdido. Estados Unidos va por detrás por la mezcla de mayor tolerancia con la enfermedad y una respuesta económica sin precedentes. Y aunque en Europa los tiempos de respuesta han sido asombrosos para lo que nos tienen acostumbrados, la recuperación tardará algo más.

Es difícil hacer predicciones porque como demuestra la poca experiencia que tenemos con el virus en cosa de pocas semanas pasas de héroe a villano. Ahora, si hay determinadas prácticas que han tenido éxito lo que unido al arranque de las vacunaciones, permite afirmar que lo peor está por detrás . Es además probable que los distintos gobiernos estén siendo cautos en sus estimaciones sobre el ritmo de inmunización de la población para no gestionar mal las expectativas y que dado tanto el número de vacunas como la capacidad de fabricación antes de verano hayamos alcanzado el umbral que permita volver a hacer una vida normal.

Brexit

Quizá la mejor valoración del acuerdo alcanzado entre el R eino Unido y la Unión Europea la semana pasada y que evita en el último minuto de la última hora una ruptura sin acuerdo fue la de Michel Barnier. El negociador jefe europeo no cayó en el triunfalismo que han caído algunos y desde luego huyó de la dialéctica de vencedores y vencidos. Ni siquiera la alegría de haber sido capaz de cerrar este acuerdo sin renunciar a ninguna de las exigencias y habiendo liderado la exitosa estrategia europea le hacía perder la perspectiva . «Nadie gana con el Brexit. Es un acuerdo de perdedor a perdedor , el debilitamiento propio de una separación; sobre todo en un mundo peligroso e inestable, donde debemos estar unidos».

Desde luego que un (mal) acuerdo de mínimos es mejor que nada. Y que como repiten quienes son capaces de mirar a la luna y no al dedo todos salimos perdiendo . Pero sin duda quien más pierde son los británicos aunque todavía no lo quieran reconocer. De todas las posibilidades han optado por la que les deja en una situación más débil por un tácticismo mal entendido de su primer ministro, que una vez más ha antepuesto su interés personal al general. Probablemente le sirva para venderlo a su parroquia pero lo acordado les deja en una situación muy precaria sobre todo si tenemos en cuenta que el mejor Brexit era un no-Brexit.

Ahora en lo que a los mercados respecta supone sin duda un alivio el que se haya cerrado con éxito la negociación. Siempre es bueno que aunque sea por la mínima acabe imponiéndose el sentido común. Junto con la victoria de Biden , el tratado de librecomercio aprobado en Nochebuena supone un paso más en la dirección correcta que sirve para ir pasando página a estos últimos años en los que el populismo ha campado a sus anchas. En ese movimiento pendular que le caracteriza, el mercado debería de empezar a desandar el camino andado y empezar a reducir las probabilidades que atribuye a los desenlaces más descabellados. Que haya pasado no quiere decir que pueda volver a pasar, todo lo contrario y aunque pueda soñar contra intuitivo debería servir para, visto lo visto, descartar que vuelva a ocurrir.

Solo recordar que la mayor caída de la historia de la bolsa española se produjo tras el inesperado resultado del referéndum del Brexit. Siempre será bueno que se vayan quedando sin excusas para seguir atizando a la piñata.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación