MONNET & CO.
Misión casi imposible
Por primera vez en cinco meses los líderes europeos se ven las caras en directo, con la misión casi imposible de dar forma al Fondo de Recuperación e impulsar la negociación del presupuesto comunitario. Sin la unanimidad de los 27 gobiernos no habrá acuerdo, pero la parálisis en un momento tan delicado perjudicaría a todos. Las posiciones de partida evolucionan tras dos meses de tanteos. El primer ministro holandés, el más obstinado de los dirigentes frugales, ya admite que el fondo contenga más subvenciones que préstamos. A cambio, reclama mejorar el cheque compensatorio a los Países Bajos y un control férreo desde el Consejo de las reformas que pondrían en marcha los países más afectados por la pandemia –sugiere pensiones, mercado laboral. Siempre que esta supervisión se haga por mayoría, es posible el acuerdo. Lo importante del Fondo no es solo que contenga un volumen significativo de ayudas.
La otra gran novedad es el método de financiación, la emisión de deuda común por la Comisión, un precedente para la definición de la Unión Fiscal pendiente. Sobre todo, su aprobación será la señal política que permitirá al BCE seguir financiando de modo decidido la reactivación de la economía continental y consolidarse como el actor principal contra la crisis. La batuta de la negociación no la lleva Mark Rutte, un aprendiz del liberalismo británico maniatado por su parlamento (tiene 32 diputados de 150).
Es el momento de la canciller Angela Merkel, dispuesta a dejar un legado europeísta en su final de etapa. Polonia y Hungría ponen pegas a la condición de respetar el Estado de Derecho para acceder al fondo de recuperación y pueden ganar este envite. Primero hay que salvar el mercado y la moneda, piensa Merkel, y luego reaccionar contra el derribo de la independencia judicial y el debilitamiento de la protección de derechos fundamentales en estos dos socios. España negocia respaldada por los demás grandes y por la Comisión. Nuestro gobierno ganaría peso político si acompañase a su demanda de solidaridad una oferta de credibilidad –consensos entre los dos grandes partidos, presupuesto y una senda reformista.