Jaime Malet: «Las empresas catalanas tienen que poner líneas rojas al independentismo»

El presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España asegura que las compañías están amedrentadas por el secesionismo

Jaime Malet, durante la entrevista con ABC ÁNGEL DE ANTONIO

Daniel Caballero

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Las empresas no echan pulsos verbales al independentismo; simplemente, actúan . Lo hacen en silencio, sin armar revuelo y causar enfrentamiento con la Generalitat de Cataluña. En cambio, Jaime Malet (Barcelona, 1964) no rehúye rebelarse contra el secesionismo. Habla como catalán, como empresario y como representante de las compañías de Estados Unidos en España.

¿Cómo ve la situación en Cataluña?

En decadencia económica. Han pensado muy poco en el bienestar de las familias y en asegurar las inversiones y el empleo. Esto no pasa de un día para otro, pero no ha ocurrido nunca en la historia que más de 4.000 empresas cambien su sede social.

Ni siquiera en Quebec.

De allí salieron unas 800 sociedades en 10 años. Esto se nota a largo plazo porque no puedes tener el domicilio social en un sitio y el centro de negocios en otro. Revertir lo que ha ocurrido podría ser posible, pero nunca al 100%. Hay un tercio de compañías que no van a volver nunca a Cataluña, lo cual no significa que no vayan a seguir haciendo negocio. Quien diga que van a volver al 100%, miente.

¿La fuga de empresas ha provocado que la comunidad pierda parte de su historia?

Se puede decir que para Cataluña ha sido un desastre desde el punto de vista de su historia empresarial y económica. Y tienen una responsabilidad enorme los políticos que la han llevado hasta ahí y que ni siquiera han tenido agallas para decir que se han equivocado.

¿El frenazo económico de la región es irreversible?

Cataluña es un sitio brutal para hacer negocios y atraer talento e inversión. Hay pocos sitios que compaginen una calidad de vida tan alta y un ecosistema así creado durante muchas generaciones. Si los políticos están todo el día con que no van a obedecer, haciendo declaraciones contra España, siendo cada vez más antieuropeos... se van a convertir en una isla. Se han propuesto que Cataluña sea un sitio poco amistoso para los inversores. A pesar de eso, la comunidad tiene muchas inercias, pero ¿hasta cuándo van a resistir?

Jaime Malet, durante la entrevista con ABC ÁNGEL DE ANTONIO

¿Recomienda a las empresas de Estados Unidos establecerse y hacer negocios en Cataluña?

Somos neutros. Me gustaría que hubiese mucha más inversión, que no se hubiesen ido empresas y que los empresarios hubiesen puesto líneas rojas. Tienen que ponerles líneas rojas porque, si no lo hacen, se piensan que todo es gratis y que no pasa nada.

Se lo preguntaron en su momento, pero ahora tenemos algo más de perspectiva un año y medio después. ¿Fueron cobardes los empresarios?

No lo creo. Hay muchos años de dirigismo en la sociedad catalana por parte de la clase política nacionalista. El que habla piensa que puede perder oportunidades empresariales y el carácter catalán no es de cobardía sino de pasar más bien desapercibido. Pero la Generalitat maneja televisiones, redes sociales, están la ANC y Òmnium... Están hechas para hacer escraches al que hable. Yo presido una asociación pero quien dirige una empresa no se lo puede permitir.

¿Han amedrentado a las compañías?

Hombre, claro, han amedrentado a todo aquel que se atreva a decir cualquier cosa que no sea que la independencia es fácil, posible y que va a traer dinero para atar los perros con longanizas.

¿Qué preocupaciones le transmiten las empresas norteamericanas?

Ven España como una parte de Europa y Europa como una parte del mundo. Cataluña les queda muy pequeñito. Ha habido preocupación pero, sobre todo, entre los que tienen que intentar conseguir las inversiones. Cuando estuvimos con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Nueva York el pasado septiembre y le presentamos a los presidentes de fondos de inversión hubo una pregunta sobre Cataluña.

¿Qué necesita la comunidad autónoma para volver a la normalidad?

Lo principal es que la gente que escucha, visiona y lee en catalán tenga diversidad informativa. Porque lo que se destina a la gente que solo escucha, visiona y lee en catalán es todo independentista y a favor del «procés»; y toda la gente que está así recibe los mismos mensajes de diferentes maneras todos los días, 24/7. En la televisión pública, en medios privados... eso convierte a una parte de la población en muy susceptible de creerse todo lo que les dicen. Eso es lo más urgente que habría que cambiar.

¿Ha ganado Madrid con todo esto?

Madrid ha ganado como centro decisorio. En Cataluña los políticos han hecho un esfuerzo muy grande por centrase en sí mismos; nunca han jugado la baza de ser una parte importante de España. Se han empeñado en que Barcelona sea la capital de Cataluña (como país independiente) y ha retraído muchas posibilidades.

Antes ha señalado que Cataluña es una parte minúscula de las preocupaciones de los inversores. ¿Les preocupa más la situación política de toda España?

Estamos rodeados de tantas cosas alarmantes que tendemos a pensar que la gente está todo el día preocupada por nosotros. Hay muchos problemas como para decir que España es un país problemático. Estamos igual que el resto, con un cambio disruptivo de paradigma en muchos temas, pero el país sigue funcionando, tiene un crecimiento superior al 2%, se genera empleo... Es un buen país.

¿Qué Gobierno de España necesitan las empresas americanas?

El que sea más «business friendly» posible y el que, al mismo tiempo, piense también en las familias y el empleo. Una cosa no está reñida con la otra. Se puede pensar en atraer inversión y talento y proteger a los más débiles e intentar mantener un sistema social como el que tenemos.

Jaime Malet, durante la entrevista con ABC ÁNGEL DE ANTONIO

¿Cómo valora que haya partidos que quieran subir los impuestos a sus empresas y traten de comunicar que abonan poco en España?

En España se dice que pagan pocos impuestos porque se divide lo que ingresa el Fisco con el número de españoles, y esa no es la ecuación. Los números que hay que hacer es dividir los ingresos fiscales por el número de españoles que pagan impuestos. Si utilizamos esta cuenta, el nivel es uno de los más altos de la OCDE., y de eso no se habla.

Entiendo que apoyarían el programa que proponga bajar los impuestos, en este caso el del PP.

No nos posicionamos a favor de un partido u otro. Podemos trabajar con cualquiera siempre que su objetivo no sea cargarse España.

La línea roja son los independentistas.

Ellos y todo aquel que diga que quiere volar el sistema. Sea de extrema derecha, de extrema izquierda...

¿Celebra el fracaso de la «tasa Google»?

En general sí porque no creemos que un nuevo impuesto conlleve nada bueno. La fiscalidad de esos nuevos negocios disruptivos se tiene que abordar de una forma global y concertada. Estas empresas no dejan de pagar impuestos sino que pagan impuestos de una forma desequilibrada. Lo que hay que hacer es llegar a acuerdos para que los impuestos que abonen se distribuyan entre los países donde tienen su negocio.

¿Se les ha perseguido? Con especial incidencia en Estados Unidos, cuna de buena parte de estas innovaciones.

No. No somos victimistas. Eso se lo dejamos a otros.

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