Italia no podrá dar más ayudas a la banca de las que fije el test de estrés
La EBA estima que las entidades europeas necesitarán unos 470.000 millones para su colchón anticrisis
Bruselas y Roma mantienen un tira y afloja sobre cómo apuntalar a la banca italiana, que arrastra 350.000 millones de euros en activos problemáticos . El Gobierno de Matteo Renzi quiere rescatarla con ayudas públicas, mientras que el Ejecutivo comunitario insiste en aplicar y así hacer valer la nueva legislación que obliga a que accionistas y acreedores sufraguen el salvamento de los bancos en apuros. Si la UE accede al plan de Italia, la cuantía de dinero a inyectar no podrá superar el déficit de capital que los test de estrés a la banca europea detecten en las entidades transalpinas, cuyos resultados se publicarán el próximo viernes 29.
El Ejecutivo italiano cree haber encontrado la vía para recapitalizar el sistema con dinero de los contribuyentes pero sin incumplir la nueva directiva de Recuperación y Resolución Bancaria (BRRD) . La norma solo contempla el uso de fondos públicos para salvar a bancos viables, imponiendo la resolución de los inviables, lo que Italia quiere evitar por las pérdidas que implicará a pequeños inversores.
Ahora bien, la propia norma contempla una excepción: que se usen para evitar el contagio a la economía e inestabilidad financiera. Eso sí, la directiva añade que, en ese caso, «las medidas de apoyo se limitarán a las inyecciones de capital necesarias para hacer frente al déficit de capital establecido en las pruebas de resistencia y en las revisiones de calidad de los activos».
Así, el resultado de las pruebas de esfuerzo será trascendental para esas negociaciones, y desde el sector apuntan a que el ejercicio pondrá negro sobre blanco la situación real de la banca italiana, que en los test de 2014 ya acaparó la mayor parte de los suspensos . Esta vez las pruebas no identificarán un umbral mínimo a cumplir, pero dará a cada banco una métrica para evaluar sus necesidades de capital.
Mientras tanto, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) trabaja en la definición del colchón de recursos -«cocos» y deuda subordinada, por ejemplo- con capacidad de absorber pérdidas (MREL) que cada banco tendrá que crear para que, en caso de rescate, sean los acreedores los que paguen.
La institución estima que, si ese colchón se fija en un mínimo del 8% del pasivo elegible o el doble del ratio de capital sobre los activos de riesgo, y los depósitos de grandes empresas quedan sujetos a quitas, la banca europea necesitará emitir 270.000 millones en deuda. Sin esos grandes depósitos, 470.000. Y si los bancos no pueden usar la deuda senior para absorber pérdidas, la gran incógnita por resolver , 790.000 millones.
Alemania, Italia, Francia y Reino Unido ya han modificado su legislación nacional para permitir que sus bancos la computen como tal. En el caso de España, la EBA aclara que ya es posible creando una especie de nueva deuda con esa subordinación especificada en el folleto de emisión. Fuentes financieras consultadas por ABC apuntan a que previsiblemente acabe computando y, por tanto, las necesidades de emisiones de nueva deuda serán más reducidas de lo que los mercados están descontando.