Ismael Clemente
La sociedad civil una esperanza
Aun entendiendo que es imposible esar preparado para algo así, la respuesta no ha sido buena
Encarar la crisis juntos, y desde una leal cooperación público-privada, independiente de la política, lo podremos superar
Pese a la grave situación y las noticias alarmantes sobre infecciones y fallecimientos, hay un elemento de esperanza en esta crisis. Me refiero al resurgir de una conciencia de sociedad civil en España, basada en la cooperación desinteresada entre particulares, empresas y Gobierno.
La gestión de los efectos de una pandemia como la que padecemos no es fácil, particularmente en un mundo hiperconectado donde opinamos en tiempo real sobre todo, nos creemos con derechos infinitos y el bienestar ha adormecido el deber, la austeridad y la disciplina. Aun entendiendo que es imposible estar preparado para algo así, creo que la respuesta no ha sido buena, ha faltado esa capacidad de «improvisación inteligente » que ha hecho a tantos españoles legendarios.
Pero ese vacío ha permitido que brille otra España, la que normalmente no sale en las noticias por la cansina política, que todo lo llena, y el aura que se atribuye al poder del Gobierno o del aparato gestor de la administración pública. Pero este aparato no es tan poderoso, sólo suma las capacidades individuales de las personas que lo componen , que no tienen por qué ser omnipotentes… y no lo son.
En estas circunstancias se vuelve determinante para suplir carencias el nacimiento de un sentido de la solidaridad genuino en la sociedad , entre los individuos que la forman, entre éstos y las empresas en las que trabajan (y viceversa), y entre todos y el gobierno que haya tenido la mala suerte de lidiar con la crisis.
Por eso me alegra ver una reacción de la sociedad civil que no había visto nunca. Me hace feliz como español ver las iniciativas de los individuos para echar una mano a su alrededor: lavar ropa a sanitarios, hacer la compra a los mayores, irse a Ifema a instalar lo necesario para montar en tiempo récord un hospital de campaña...
Me llena de esperanza ver a Mercadona o El Corte Inglés cuidar el impacto laboral; a Inditex erigido en plataforma logística nacional; a SEAT fabricando respiradores; a Endesa, Iberdrola o Naturgy facilitando la vida a sus clientes; a Meliá, Hotusa o NH cediendo instalaciones; a Telefónica multiplicándose para ayudar con su tecnología; a Santander , Caixabank o BBVA asegurándose de que el crédito fluye. Seguro que me olvido de muchas... También en Merlin Properties hacemos lo que podemos para ayudar a nuestros inquilinos y al sistema sanitario.
Este atisbo de una sociedad civil más fuerte es lo que nos permite encarar con esperanza la difícil situación económica que se avecina. Juntos, y desde una leal cooperación público-privada, independiente de la política, creo que estaremos en mejor posición para superarla.
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