Isidoro Álvarez: el misterioso hombre de traje oscuro

Presidente de El Corte Inglés (1989 a 2014)

Isidoro Álvarez, en una imagen del año 2000 ABC
María Jesús Pérez

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Si de algo pueden presumir todos los que fueron presidentes del gigante español de los grandes almacenes es de que sus inicios de carrera laboral en el seno de la compañía estuvieron en sus bases. Y, también, del extremo celo a su vida privada. E Isidoro Álvarez (Asturias, 1935) no fue, ni mucho menos, una excepción. Procedente de su aldea asturiana natal (Borondes, municipio de Grado), con 18, pisó por primera vez la tienda de El Corte Inglés , en la madrileña Calle de Preciados, cuando ésta ya había dejado de ser la sastrería especializada de la que había tomado el nombre para convertirse en la competencia directa de Galerías Preciados . Álvarez había decidido entonces trasladarse a Madrid para matricularse en la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense. Cinco años más tarde, en 1957, se licenció y recibió el Premio extraordinario de Economía y Ciencias Empresariales. El recién llegado entró a trabajar en la empresa familiar, descargando mercancía en los almacenes si bien pronto pasó a trabajar en la sección de zapatos. Cuando terminó la carrera, asumió su primer puesto directivo en la empresa y, en 1959, fue nombrado consejero delegado de la firma. Isidoro Álvarez, que ocupó la presidencia de El Corte Inglés desde 1989, tras la muerte de su tío Ramón Areces , aunque dirigió la empresa desde 1973 por la hemiplejia que afectó a su antecesor. Desde ese año, la expansión de El Corte Inglés fue constante, en todas las coyunturas, inaugurando cada año uno o varios nuevos almacenes, con un estilo inimitable, capaz de atraer todo un universo de diversidad de clientes, desde el más adinerado al menos pudiente. Si en «Macy´s» se podía comprar desde un alfiler a un elefante, en El Corte Inglés podía comprar desde el más rico al más modesto y… «si no se siente satisfecho, se le devuelve su dinero».  

ABC llevó a portada el 14 de septiembre de 2014 el fallecimiento de Isidoro Álvarez tras 25 años presidiendo la compañía

Huyó siempre de la notoriedad, porque su trabajo era en la tienda. Se autodefinía como «tendero». Cuando tuvo que intervenir en público por algún premio que no pudo esquivar, lo hizo a la fuerza, con palabras de comerciante, sin pretensión alguna. Más allá de los informes económicos, ese hermetismo mediático sólo se veía roto por la curiosa tradición de firmar el original de las felicitaciones que los usuarios de la tarjeta de El Corte Inglés recibían cada Navidad, un toque de cercanía al cliente, «sus clientes», que se ha mantenido en el tiempo, y que añade aún más complejidad a la figura de un empresario que definía su compañía como una familia y que, sin embargo, contribuyó a forjar un imperio comercial. Murió tras una larga enfermedad en septiembre de 2014, y siguiendo la tradición familiar, dejó la presidencia en manos de su sobrino, Dimas Gimeno.

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