La inversión pública supone la mitad que en 2008, pero el gasto bate récord
Nóminas, pensiones y prestaciones absorben el 63% del desembolso total
El gasto público cada vez tiene menos cabida para la inversión y más para el pago de nóminas, una tendencia que puede pasar factura en el futuro . Una tendencia que continuó el año pasado, cuando España registró su récord de gasto público en términos absolutos al aumentarlo un 4,1% hasta los 521.949 millones de euros , según los datos de empleos no financieros del Ministerio de Hacienda.
Se trata del mayor nivel alcanzado desde que arranca la serie histórica de la IGAE en 1995, superando por primera vez la cota de 2012, cuando en plena recesión se disparó el gasto en paro y se pidió el rescate bancario, aunque en términos relativos supone un 41,9% del PIB y está lejos de las alturas de la crisis. Al observar los componentes del gasto llama la atención que pese al fuerte aumento del desembolso del año pasado, cuando subió 20.452, la inversión pública sufrió un recorte de 343 millones hasta los 25.372, un 2% del PIB. Pese a que las corporaciones locales invirtieron un 19% más y las regiones, un 5%, la Administración central la recortó un 3%. Incluso en un año que se aumentó el déficit hasta el 2,6% del PIB, la inversión fue la gran sacrificada y perdió peso en el total del gasto.
Mientras el gasto público desde 2008 ha aumentado en un 13,5% (entonces era del 41,4% del PIB), la inversión medida en formación bruta de capital fijo ahora supone la mitad de lo que representaba antes de la crisis : entonces ascendía a 51.722 millones y un 4,66% del PIB. La media en la UE es del 2,9%: solo Portugal, Irlanda e Italia están por debajo de España.
Todo ello, para más inri, después de que el gasto en intereses de deuda siguiera bajando un 2,9% en 851 millones hasta los 28.450 millones. Si la inversión se siguió recortando y se pagó menos por la deuda, ¿cómo se explica el aumento del gasto y del déficit? Buena parte del incremento del desembolso se fue a pagar el aumento en pensiones y nóminas de empleados .
La remuneración de los asalariados aumentó en 6.419 millones hasta los 134.063, un 5% más. En 2019 se aumentaron los sueldos públicos un 2,5%, fruto del acuerdo a tres años firmado por el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Desde 2008 la partida ha subido un 13,6%, 16.044 millones más.
También se han disparado las prestaciones sociales , rúbrica que incluye las pensiones y que es la mayor del gasto público, con 196.862 millones, un 6,3% más que en 2018 y 11.619 millones de alza. Desde 2008 ha aumentado un 44%, la friolera de 60.569 millones.
Así, si en 2008, las prestaciones sociales (que también incluyen desempleo) y las nóminas de los empleados suponían un 55% del gasto total de todas las administraciones, ahora ese porcentaje ha crecido al 63%. La inversión, mientras tanto, aparece como la gran sacrificada del sector público para encarar el futuro: en 2008 era un 11,2%; ahora, un 4,9% y bajando. Todo un mensaje de cara al futuro.
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