La inversión exterior aumenta un 13% hasta junio y se orienta hacia el «ladrillo»

Hasta 2015 el incremento de la inversión extranjera se centró en la compra de deuda y capital, más que en inversión directa

La inversión extranjera repuntó en el primer semestre EFE

ABC/AGENCIAS

La mejora económica ha permitido un repunte en la confianza de los inversores extranjeros en España. Según el último número del documento 'Esenciales', elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), la inversión extranjera repuntó un 13% durante los seis primeros meses de 2016, contrastando con la caída experimentada los años anteriores.

Hasta 2015 el incremento de la inversión extranjera se centró en la compra de deuda y capital, más que en inversión directa (adquirir más del 10% de una empresa). Sin embargo, esta tendencia se ha invertido en el primer semestre de 2016 , en el que la inversión directa se ha recuperado.

También destaca la importancia de la invesión en actividades inmobiliarias, un hecho que sin embargo «debilita su potencial contribución a la mejora de la productividad» . Tras el perjuicio de la crisis a la confianza de los inversores extranjeros, la recuperación económica iniciada en la segunda mitad de 2013 trajo de vuelta la confianza «con matices».

La salida de la recesión de la economía española a mediados de 2013 ha tenido un «claro efecto positivo » sobre la recuperación de la inversión extranjera, cuyo valor en 2015 es 2,6 veces superior al de los inicios de la crisis en 2008.

En concreto, la inversión en cartera se ha recuperado «con fuerza», sobre todo en deuda de las administraciones públicas, a pesar de que la inversión en deuda pública ha pasado de 52.000 millones de euros en el primer semestre de 2015 a una cifra negativa de 2.755 millones de euros hasta junio de este año, por la compra de deuda pública por parte del BCE.

Asimismo, la inversión en deuda de sociedades no financieras sigue en terreno negativo, lo que se explica por el «deseable proceso de desapalancamiento». En el caso de la inversión directa , el estudio destaca el aumento que ha tenido lugar en el primer semestre, si bien «su creciente orientación hacia las actividades inmobiliarias debilita su contribución a las ganancias de productividad que necesita la economía española».

Hasta 2015 el aumento de la inversión extranjera se centró más en la compra de instrumentos de deuda y participaciones de capital (inversión en cartera) que en la inversión directa, explica el estudio.

El mayor descenso fue en la inversión en cartera, con una caída en el trienio 2010-2012 de 156.000 millones de euros. La inversión directa también se resintió , ya que cayó tanto en 2011 como en 2012. En 2009 la inversión directa alcanzó su valor mínimo (9.812 millones de euros). En cambio, en el primer semestre de este año la inversión en cartera ha caído, mientras que la directa se ha recuperado.

La inversión extranjera es muy sensible a la coyuntura económica, como pone de manifiesto la intensa recuperación que tuvo lugar con la salida de la recesión a mediados de 2013. En ese año, la inversión en cartera pasó de una caída en 2012 a una cifra positiva de 28.000 millones de euros, mientras que la inversión directa aumentó un 77% (casi 15.000 millones de euros).

En los años posteriores, hasta 2015, la inversión en cartera más que duplicó su importe, mientras que la inversión directa cayó tanto en 2014 como en 2015 , hasta situarse en casi 20.000 millones de euros, regresando así al valor de 2012.

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