Especial Alimentaria

El ingrediente del comercio electrónico enriquece el menú de la multicanalidad

El auge que el ‘ecommerce’ registró con el Covid se complementa con un sistema de distribución español definido por la capilaridad y la proximidad

Belén Rodrigo

El ‘ecommerce’ es una herramienta que ha venido a complementar la actividad comercial e internacional de las empresas, también en el sector de la alimentación. «Especialmente durante la pandemia, fueron las empresas que ya habían dado pasos en este sentido las que mejor sobrevivieron a la crisis», explica Mauricio García de Quevedo , director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). Desde entonces la cuota de representación del canal de ventas ‘online’ ha mejorado sustancialmente . «Cada vez es mayor la participación del sector en ‘marketplaces’ que operan en todo el mundo y que se han lanzado a abrir apartados específicos para realizar tu cesta de la compra», añade. FIAB trata de acompañar a las empresas con programas de formación específica para ayudarles a desarrollar una estrategia en ‘e-commerce’ adecuada y que manejen las herramientas que mejor contribuyan a proyectar su negocio.

Desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) señalan que durante la pandemia las empresas tuvieron que hacer un gran esfuerzo tecnológico y logístico para dar respuesta al incremento de la demanda de un tiempo muy breve. «Se trata de un servicio que estaba en pleno desarrollo, preparándose para un crecimiento sostenido, pero más lento porque así era la demanda del consumidor», indica su director general, Ignacio García Magarzo . Los cambios se realizaron de una manera muy rápida y « en la actualidad, el canal está evolucionando hacia una demanda creciente, pero uniforme , y hacia un consumidor caracterizado por utilizar tanto la compra física como la compra ‘online’ en función de su conveniencia», añade.

Ya antes de la pandemia el sector se estaba preparando para ofrecer al consumidor opciones de compra en ambos canales. « Los hechos acaecidos desde el año 2020 han significado una aceleración en una tendencia, la de la multicanalidad, que ya se venía gestando . Lo que siempre ha preocupado a las empresas de distribución es la necesidad de alcanzar la triple sostenibilidad social, económica y medioambiental; y eso también es necesario en el comercio electrónico de alimentación», puntualiza García.

Lo cierto es que hasta la pandemia en este sector no existía una gran penetración en el canal ‘online’ una vez que los consumidores españoles tienen ya muy cerca de sus casas una gran oferta donde hacer sus compras de alimentación y, por lo tanto, no había una necesidad de acudir a otros canales. «Las características de la distribución de alimentación de proximidad en España, que presenta una gran capilaridad, y es capaz de ofrecer muy cerca de cada hogar una compra completa, variada y a precios competitivos, ha hecho que la opción de la compra física sea muy atractiva», resalta. De hecho, todavía ahora, muchos de los productos que se compran a través del canal ‘online’ responden a motivos de conveniencia y son, por ejemplo, productos pesados o voluminosos que el consumidor prefiere no traer de la tienda.

Por el contrario, la elección personal de los productos frescos es una de las grandes razones por la que a los consumidores les gusta acudir a la tienda física, en busca de una experiencia de compra personalizada . «Sin embargo, es una categoría que también está creciendo poco a poco debido a importantes cambios en el sector productor. Aunque es cierto que el mundo de los frescos es particularmente difícil por la variabilidad de la producción, la cadena del frío y los márgenes que son muy ajustados debido al carácter muy perecedero de algunos productos», explica el director general de Asedas.

Los formatos de empresas de distribución alimentaria son muy variados en España, donde conviven empresas internacionales, nacionales y regionales, además de modelos de franquicias y cooperativistas , y todos comparten unos sistemas de gestión avanzados que han convertido a la distribución española en una de las más eficientes de Europa. « El comercio electrónico en alimentación va a seguir estas mismas tendencias , en nuestra opinión. Solo así alcanzará la sostenibilidad social –que llegue a todos los ciudadanos vivan donde vivan–, la económica –que sea rentable para todos– y, por supuesto, medioambiental», recuerda García.

Consumidores mixtos

El V Observatorio de Comercio Electrónico en Alimentación, elaborado por Asedas junto a las Universidades Complutense y Autónoma de Madrid, apunta a que el mayor crecimiento en compras ‘online’ corresponde a los llamados consumidores mixtos . «Estos son los que realizan sus compras tanto en el canal físico como en el ‘online’ y han crecido 3,19 puntos porcentuales en el último ejercicio . Esta es la tendencia que registra un mayor crecimiento». Entre las conclusiones de este informe destaca que la compra ‘online’ cobra impulso como efecto de la crisis sanitaria: aumenta (+2,5%) la adhesión de los puros ‘online’, la de los mixtos (+3%) y disminuye la reticencia de los habitualmente reacios (+5%).

La mitad de los compradores ‘online’ lo hace desde hace menos de tres años, un 15% comenzó hace tan solo un año, o menos y, de ellos, el 80% declara que lo hizo por el Covid-19. Casi el 90% declara que continuará haciendo la compra ‘online’ y si bien los más mayores son más resistentes al cambio, los perfiles adultos abrazan ya sin reparos la tecnología, impulsados por la crisis sanitaria y la adaptación al teletrabajo. La comida preparada vendida por supermercados comienza a despegar, pero no se aproxima al ‘delivery’ directo de restaurantes.

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