La industria conservera abre la lata de la innovación
El sector ha lanzado sus redes tanto en el caladero de los procesos, con la adopción de sistemas automatizados e inteligentes, como en el de los productos
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A primera vista, se puede pensar que el sector de las conservas de pescados y mariscos no es una actividad especialmente innovadora. Pero conviene no morder el anzuelo de los prejuicios con una industria que es ejemplo de internacionalización (su músculo exportador se extiende a más de 130 países de cinco continentes) y que ha tomado impulso innovador con ambiciosos proyectos en Industria 4.0, economía circular, acuicultura y biotecnología azul. «El sector utiliza dichas palancas como eje de competitividad, y le ha servido para constituirse como segunda potencia mundial, y primera en especialidades y calidad», afirma Juan M. Vieites Baptista de Sousa , secretario general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados (Anfaco-Cecopesca).
Una apuesta por la competitividad y el valor añadido que se aplica en varias direcciones. «Actualmente, el sector afronta con gran intensidad la modernización y actualización de sus procesos y productos hacia tres ejes fundamentales: la digitalización integral de sus procesos; la apuesta por la economía circular y la sostenibilidad; y el desarrollo de nuevos productos adaptados a las necesidades del consumidor», añade Vieites. Un esfuerzo que busca afianzar la posición de España como referencia mundial en la producción de conservas de pescado y marisco , con una producción en 2020 de 359.081 toneladas valoradas en 1.754 millones de euros.
La digitalización del sector comenzó años atrás a través de la incorporación de sistemas automatizados y robotizados , así como nuevos sistemas de control y gestión de todos los aspectos fabriles y no fabriles de la empresa. Y actualmente la industria está inmersa en la adopción de sistemas de sensórica avanzada y gestión inteligente de todos los datos generados a fin de implantar herramientas de inteligencia artificial.
«En el ámbito del desarrollo de nuevos productos, se desarrollan soluciones ‘ready-to-eat’ o ‘ready-to-cook’, fáciles de consumir y preparar, focalizado además hacia un consumidor cada vez más concienciado con la alimentación saludable y el medio ambiente», señala el secretario general de la patronal. En lo relativo a la economía circular y sostenibilidad, «es notable la apuesta por la ecoeficiencia de los procesos desde el punto de vista de consumos de agua, energía y materias primas, mediante el desarrollo de tecnologías de proceso y conservación más sostenibles, la electrificación e implantación de energías renovables y de sistemas inteligentes de control de la energía, así como la reducción del volumen de residuos y la mejora de la valorización de subproductos», puntualiza.
Uno de los grandes caladeros de innovación en el sector son los centros tecnológicos. El de Anfaco-Cecopesca realiza una media de 80 proyectos de I+D+i anuales, y genera un importante efecto multiplicador en el desarrollo de la industria marina y alimentaria. Ejemplos de Industria 4.0 puede ser el proyecto europeo Spectuna , «donde gracias a la visión hiperespectral se conocen las características fisicoquímicas de la materia prima de forma no invasiva integrándola con un sistema modular y automatizado para el corte y la clasificación de atún congelado», refiere Vieites. Por su parte, el proyecto Foodsens desarrolla y valida nuevas tecnologías de sensórica que maximicen la respuesta en seguridad alimentaria. En el ámbito de la alimentación saludable destaca el proyecto Tecnomifood , «en el que se desarrollan nuevas tecnologías en línea con el desarrollo de alimentos funcionales y la alimentación personalizada».
Marca en movimiento
Pero el I+D también se pesca en el seno de la grandes compañías del sector. Un ejemplo es el grupo conservero Calvo. En la década de los 60 fue precursor en el lanzamiento al mercado del atún claro, después vino la lata redonda, el pack de tres latas o el atún bajo en sal. A comienzos de este año presentó el ‘vuelca fácil’, presente en los lineales desde el pasado mes de junio. « La innovación es una palanca de crecimiento para todas las marcas y mercados . Para cualquier compañía la innovación es esencial, pero en un mercado tan competitivo y para una empresa marquista, lo es más aún. Es imprescindible apostar por productos y procesos innovadores», indica Mariví Sánchez Jiménez , directora de Sostenibilidad y Comunicación. ‘Vuelca fácil’ es una nueva forma de producir, envasar y consumir el atún . «Y es el resultado del plan de transformación industrial de la compañía con una inversión de 30 millones de euros en los últimos cuatro años en la fábrica de España que ha supuesto el desarrollo de una tecnología y el rediseño integral del proceso de fabricación », resalta la responsable. Definitivamente, el sector de la conservas no es precisamente conservador.