TARJETAS BLACK

Incoherencias en las declaraciones tumban la versión contra Terceiro

Los acusados admitían en la instrucción que Blesa amplió las Visas a los gastos personales

Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid EFE

S.E.

El juicio contra los 65 exdirectivos de Caja Madrid y Bankia acusados por las tarjetas «black» está visto para sentencia. Los imputados han defendido que esas Visas eran una suerte de salario de libre disposición y que ese sistema de gastos fue fijado por la caja en 1988, bajo la presidencia de Jaime Terceiro, y no por Miguel Blesa y Rodrigo Rato. Sin embargo, las contradicciones en sus declaraciones parecen tumbar este último argumento.

El primero de los acusados en intentar achacar a Terceiro el diseño de las «black» fue Blesa , a quien la Fiscalía Anticorrupción considera responsable último de este caso junto a Rato . Efectivamente, el consejo de administración aprobó en 1988, con Terceiro al frente, un sistema de compensación de los gastos en que podían incurrir los consejeros en sus tareas.

Terceiro, en su comparecencia como testigo, aclaró que eran tarjetas para gastos exclusivamente de representación y que se controlaban los importes y conceptos cargados . Y que así se aclaró en tres reuniones del consejo -mayo de 1988, junio de 1994 y octubre de 1995- y en cuatro de la comisión ejecutiva -abril, mayo y noviembre de 1988 y enero de 1996-.

Esta fue la versión dada en la fase de instrucción por imputados como Juan José Azcona, Ramón Espinar, Guillermo Ricardo Marcos y Alberto Recarte. Algunos añadieron entonces que fue con Blesa cuando su uso se extendió a los gastos personales . Gran parte de ellos matizaron o cambiaron de argumento en el juicio oral.

Recarte, como recogió el fiscal Alejandro Luzón en un informe de diligencias previas, declaró en la investigación que «cuando en 1995 le entrega la tarjeta del secretario general (Ángel) Montero, le informa de que su uso era para gastos de representación, con un uso prudente en restaurantes, viajes o libros, si bien cuando ocupa el cargo (de secretario) el señor (Enrique) De la Torre las cosas cambian y se le informa de que (...) son también para gastos personales».

Ya en juicio, la defensa de Recarte incorpora a la causa dos supuestas pruebas para defender que ya en la época de Terceiro eran gastos de libre disposición. Una de ellas es una carta enviada supuestamente por Caja Madrid -carece de membrete y pie de firma- a la consejera Pilar Becerril con una tarjeta «en concepto de compensación por el ejercicio de su función».

El fiscal tiene la convicción de que el sistema de tarjetas de representación se creó bajo mandato de Terceiro, pero que Blesa, cuando asume la presidencia en 1996, lo pervierte, y Rato en 2010 lo mantiene. Durante los 15 años de presidencia de ambos no hay ninguna mención a las tarjetas en los órganos de control de la entidad.

Solo dos exdirectivos, José María García Alonso e Ildefonso Sánchez-Barcoj, coincidieron en Caja Madrid tanto con Terceiro como con Blesa. Ambos declararon que su primera tarjeta la recibieron en 1999, ya con Blesa como presidente. Esa fecha, 1999, no es baladí: aparece en la denominación de la cuenta asociada a las «black» -«Tratamiento administrativo circular 50/99»-, de forma que contradice la versión de los acusados que decían haber recibido su tarjeta antes.

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