El Ibex sufre una crisis en «L» mientras Europa vislumbra ya la recuperación

El selectivo español se deja un 28% en lo que va de año mientras el alemán ya casi ha alcanzado niveles precovid

El Ibex no se ha recuperado aún del batacazo que sufrió en primavera EFE

Daniel Caballero

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En plena pandemia, la Bolsa española es la «enferma» de Europa. No es capaz de recobrar los niveles previos al Covid y se mueve en la atonía desde hace semanas. Otros países como Alemania ya casi han recuperado la cotización de febrero y el resto de selectivos europeos avanzan al alza. España es la excepción, el lastre comunitario, ahora incluso más con el coronavirus azotando de nuevo con fuerza .

Entre finales de febrero y principios de marzo, todas las Bolsas, no solo europeas sino a nivel mundial, se desplomaron. El hundimiento fue notable en cada índice global, pero cuando las economías han empezado a salir de sus respectivos confinamientos, la respuesta de los parqués ha sido distinta en cada territorio. El 19 de febrero, el Ibex 35 tocó su máximo anual en 10.083,6 puntos. Todavía el coronavirus no había hecho estragos en nuestro país, y pronto llegaría la debacle. Ahora, respecto a ese máximo anual, el índice español se mueve en valores un 28% inferiores. Ayer cerró en 7.250,5 puntos, tras varios días al alza.

La realidad es que el bajón de nuestro país es considerablemente superior al de otros territorios. A la vista está el 18,5% en el que se hundió el PIB en el segundo trimestre, la segunda mayor caída de toda Europa tras Reino Unido. En el caso de Italia, el descenso de su Bolsa desde el pico anual ha sido del 20,5%; en el caso francés, del 17,5%; y en el alemán, del 5,77%. Este último caso es el que más se asemeja a los valores de Estados Unidos y la recuperación que han experimentado sus Bolsas . Pese a que la «locomotora» germana está en recesión, su renta variable casi ha recuperado los niveles prepandemia.

La recuperación en «V», en el caso de los parqués, se ha dado solamente en Estados Unidos entre las grandes economías mundiales, y en Alemania en menor medida. En el caso español, la tendencia es plana, una evolución en «L» en estos últimos meses y no al alza como otras Bolsas.

Presencia internacional

Al inicio de la pandemia, el Ibex 35 mostró oportunidades a los inversores internacionales. El Gobierno puso coto a las posibilidades de los fondos oportunistas vía decreto para que no pudieran entrar en cierto tipo de compañías estratégicas -telecos, infraestructuras...-, pero con el paso de las semanas el capital extranjero ha ido tomando posiciones en España por los niveles tan bajos de la cotización de las compañías.

Antonio Moreno, director del Master in Economics and Finance de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra, explica que «España es un destino apetecible para los inversores internacionales» debido a los niveles en los que se mueven los valores de nuestro país. Una tesis compartida por Alberto Blanco profesor del Máster en Bolsa y Mercados financieros del IEB, que añade que las grandes gestoras de fondos de inversión mundiales han tomado posiciones poco a poco en las compañías del Ibex. El último ejemplo es la entrada de Fidelity en Cellnex con un 3% del capital social.

Lo cierto es que la Bolsa española ya contaba de antes con una gran presencia de capital foráneo. Según cifras de BME, a cierre de 2019 el 50,2% de las acciones cotizadas estaban controladas por no residentes en España. « La internacionalización de las empresas cotizadas españolas y la competitividad tecnológica y transparencia de la Bolsa española son algunas de las razones que explican esta elevada presencia de inversores no residentes», dice el gestor de la Bolsa nacional.

Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), explica que el «boom» de esta presencia extranjera se dio a partir de la década de los 2000, con la moneda única. A su juicio, la entrada en la Eurozona y la eliminación del riesgo cambiario impulsaron el atractivo de España como destino. Pero ese elevado peso extranjero en la Bolsa no obedece solo a esa razón. Este mismo experto apunta a que también existe el problema de que en España no hay grandes instituciones de inversión colectiva, como sí ocurre en otros países. Ante ello, los grandes fondos extranjeros tienen una cierta ventaja. A la vista está la opa de varios fondos sobre MásMóvil, pendiente de ejecutarse.

Juan Carlos Higueras, profesor de EAE Business School , señala que este alto peso extranjero en la Bolsa no es necesariamente malo para España. Aumenta la dependencia de nuestro país con el exterior -al igual que ocurre con la deuda pública-, pero explica que los inversores foráneos vienen buscando rentabilidades. Si el panorama no es propicio a ello, es un dinero que pronto se esfuma. Más ahora, según las fuentes consultadas, a causa de la incertidumbre sanitaria y económica que hay en España, y por los mensajes políticos que se mantienen desde el Gobierno.

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