«Iberoamérica al fin tiene su propia patronal, como Europa»

Narciso Casado, director de Relaciones Internacionales de CEOE y secretario técnico de CEIB, ha contribuido en la creación de la primera patronal iberoamericana

BELÉN DÍAZ ALONSO
Susana Alcelay

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Es el encargado de llevar la marca CEOE por el mundo, de representar a la organización empresarial en los foros internacionales. Hombre de confianza de Juan Rosell, Narciso Casado forma parte del equipo de empresarios que ha diseñado la primera patronal iberoamericana.

—El Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) verá la luz en la Cumbre de Cartagena de Indias a finales de octubre...

—Tras muchos años de trabajo en común, las organizaciones empresariales iberoamericanas hemos sido capaces de crear ese Consejo Empresarial, muy similar al que existe en Europa, y cuya secretaría técnica permanente la ostenta la CEOE. Del Consejo de Empresarios Iberoamericanos forman parte veintidós organizaciones empresariales de dieciocho países, todas ellas miembros de la Organización Internacional de Empleadores (OIE).

«El Consejo de Empresarios está formado por 22 oganizaciones de dieciocho países»

—¿Quién presidirá la nueva organización?

—La organización empresarial del país en el que se celebra la cumbre iberoamericana. Esto significa contar con una institución privada, más potente, formada por grandes organizaciones empresariales que representan a cientos de organizaciones sectoriales y territoriales, a las pymes y a los autónomos, y que trabajan directamente con los gobiernos, con las organizaciones sindicales y con las instituciones.

—¿Qué retos se han marcado?

—Trabajaremos más estrechamente con nuestros gobiernos en la mejora de los modelos de internacionalización, formación e innovación, con el objetivo de contribuir a un mejor desarrollo económico y social de los países. Entre nuestras funciones destacaría la de representación ante las cumbres iberoamericanas y de forma permanente con la Secretaría General Iberoamericana, con la que hace unos meses el Consejo de Empresarios suscribió un importante acuerdo de colaboración. Además de coordinar acciones con la Unión Europea, también seguir los proyectos de organismos e instituciones de la Región, de los que forman parte de pleno derecho o como observadores los países de nuestras organizaciones miembro, y apoyar un entorno regulatorio, empresarial, que fomente la creación y desarrollo de las empresas.

—¿Cuáles son los objetivos que los empresarios llevarán a la Cumbre de Cartagena?

—El lema de la Cumbre «Juventud, Emprendimiento y Educación· es quizá uno de los más importantes retos a los que nos enfrentamos los países. Entre ellos atender a 163 millones de jóvenes, sus necesidades, sus inquietudes, la búsqueda de oportunidades, el acceso al trabajo, la transición de la etapa formativa a la vida laboral, el pleno acceso a las oportunidades tecnológicas para poder desarrollar conocimientos digitales y aptitudes electrónicas, la formación de formadores, el fomento de políticas de apoyo a los emprendedores o las nuevas tecnologías. Todos contribuyen a que nuestras economías sean más competitivas, diversas y productivas.

«Trabajaremos en modelos de internacionalización y formación y coordinaremos acciones con la UE»

—¿Qué está haciendo Iberoamérica para facilitar el paso del sistema educativo al mercado de trabajo?

—El mayor desafío con el que nos encontramos en la Región es la transición del sistema educativo al mercado de trabajo y en ello hay una gran responsabilidad tanto pública como privada. Se requieren estrategias coordinadas en el fomento de los denominados trabajos de futuro en tecnología e innovación. Nuestros jóvenes son la generación más formada de la historia y quieren estar capacitándose continuamente. Cuestiones como la movilidad, la revolución digital, la formación profesional, el liderazgo, la autogestión o aprender a ser emprendedor son temas fundamentales para el futuro de los jóvenes.

—En España se ha fomentado el emprendimiento en los últimos años como una salida laboral ¿Y en Iberoamérica?

—La formación en materias dirigidas al desarrollo del espíritu empresarial ayudan a los jóvenes a poder aprovechar los servicios de financiación disponibles, reduciendo la vulnerabilidad económica de los jóvenes al proporcionarles el conocimiento, las aptitudes y las actitudes que les permitan tomar decisiones financieras adecuadas. Es fundamental que los sistemas educativos ayuden a los jóvenes a desarrollar habilidades para gestionar el riesgo y actuar con espíritu emprendedor. No debemos olvidar que el incremento en la inversión en capital humano y social en los jóvenes hace aumentar el Producto Interior Bruto. El desarrollo de capital humano entre los jóvenes y el apoyo de su empleabilidad debe completarse con una inversión productiva en la economía real cuyo efecto será la generación de empleo.

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