Iberia y Repsol se alían para operar vuelos con un biocombustible hecho con residuos

El nuevo biojet permite emitir 1,4 toneladas menos de CO2

Vídeo: Volamos en el primer vuelo con biocombustible totalmente sostenible por su origen y producción - Atlas

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Iberia ha dado un paso más en su estrategia de descarbonización al realizar el primer vuelo operado con un biocombustible hecho en España a base de residuos agroalimentarios. Un biojet elaborado por Repsol el pasado mes de agosto en la refinería de Petronor que se ubica en Bilbao.

El vuelo, un Madrid-Bilbao operado ayer miércoles con un Airbus A320 Neo, emitió 1,4 toneladas de CO2 menos a la atmósfera, en parte gracias a la mayor eficiencia del avión y en parte al biocombustible utilizado. En concreto, el aparato funcionó con una mezcla que contenía un 2% del biojet.

Este es el primero de España elaborado a partir de residuos. Petronor utilizó deshechos de la empresa Lipsa para fabricar el biocombustible, mientras que Oleofat realizó el pretratamiento del combustible ecológico. El resultado final es un lote de 5.300 toneladas de biocombustible que evitará la emisión de 300 toneladas de CO2 a la atmósfera. El equivalente a 40 vuelos Madrid-Bilbao.

Eso sí, por el momento el biojet es unas cinco veces más caro que el queroseno convencional, un precio que desde Repsol confían en superar cuando se alcance una producción a escala. «Estamos realizando una gran inversión para el futuro. El objetivo fundamental de Iberia es lograr una aviación lo más eficiente posible», explicó ayer, durante la presentación del trayecto, la directora de Sostenibilidad de Iberia, Teresa Parejo. Desde la compañía aseguran que prevén en el futuro operar más vuelos con este tipo de combustible.

El grupo IAG , al que pertenece la antigua aerolínea de bandera, tiene como objetivo operar un mínimo del 10% de sus vuelos con combustibles sostenibles y ser neutro en emisiones en 2050. Pero no es una tarea fácil. Parejo explicó ayer que la electrificación de la aviación «no es por el momento viable a corto plazo», mientras que el uso del hidrógeno «supondría una transformación gigantesca» tanto de la flota como de las infraestructuras que requeriría una gran inversión.

Mientras, el tiempo apremia. La propuesta de la Comisión Europea pasa por utilizar un 2% de combustibles sostenibles en 2025, un 5% en 2030 y un 63% en 2050 . «A la hora de manejar el avión no se nota el cambio», explica el comandante de Iberia Ismael Serrano, encargado de operar el Madrid-Bilbao de ayer.

Desde Repsol, la gerente de Transformación de Refino, Berta Cabello, defendió ayer que los biocombustibles «son parte fundamental del plan estratégico de la compañía». La empresa se ha marcado como objetivo la fabricación de 1,3 millones de toneladas al año de biocombustible en 2025 y 2 millones en 2030 . Además, en poco más de un año tendrá operativa una planta en Cartagena con una capacidad de 250.000 toneladas de biocombustible al año y en la que el grupo ha invertido 190 millones de euros.

El gerente de Petronor Innovación , Elías Unzueta, destaca por su parte que el «objetivo es que este biocombustible también se utilice en el transporte pesado por carretera, además del marítimo y el aéreo».

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