ACS lanza una opa para adquirir la totalidad de su filial australiana Cimic por 940 millones
La constructora planea sacar a la compañía de la Bolsa australiana
La filial alemana de ACS , Hochtief, ha lanzado una opa para hacerse con las acciones que todavía no controla de su filial australiana, Cimic. Una operación valorada en casi mil millones de euros y con la que el grupo de infraestructuras quiere acometer una simplificación de su estructura organizativa.
Hochtief ofrecerá a los accionistas de cimic 22 dólares australianos por acción (unos 14 euros), todo ello en metálico. La oferta, que recoge una prima superior al 30%, se dirige al 21,4% que todavía no controla el grupo de infraestructuras. En total, la operación está valorada en 940 millones de euros, tal y como ha explicado el grupo alemán a la Bolsa de Sidney. El grupo alemán ha llegado a un acuerdo con un consorcio de bancos para facilitar la transacción.
Los planes de ACS pasan por sacar a Cimic de Bolsa cuando se complete la operación. La filial australiana cerró 2021 con un beneficio neto de 253 millones de euros, lo que supone una caída del 35% respecto al año anterior, como consecuencia de que en ese ejercicio ingresó 850 millones de euros por la venta del 50% de su empresa minera Thiess.
Cimic representa hoy en día uno de los grupos más fuertes del universo ACS. En 2021, Cimic se hizo con contratos valorados en 20.400 millones de dólares (12.800 millones de euros), superando de esta forma los niveles prepandemia. Unos contratos que anticipan una salida de la crisis creada por la pandemia para el grupo de infraestructuras, que es líder indiscutible en el mercado de la obra pública de Australia.
Además, según los resultados presentados recientemente, la empresa cuenta con una deuda neta de 498 millones (300 millones de euros), lo que le permite obtener una calificación crediticia dentro del grado de inversión por parte de S&P (BBB-) y de Moody's (Baa2).
En 2019, Cimic reconoció un agujero de 1.100 millones de euros como consecuencia de su filial fallida en Oriente Medio. Una situación que condicionó el resultado de ACS, que tuvo que provisionar 400 millones para controlar el impacto de la crisis de su filial.
El año pasado, la filial australiana oficializó su salida de Oriente Medio y dio por zanjada la crisis, que provocó la dimisión como consejero delegado del grupo del hasta entonces delfín de Florentino Pérez y presidente de Cimic, Marcelino Fernández Verdes . Su puesto en la filial australiana fue ocupado por Juan Santamaría, que también suena para ser designado nuevo CEO del grupo.
ACS afronta esa nueva operación apenas unas semanas después de formalizar la venta de Cobra, su división de servicios industriales, a la francesa Vinci por casi 5.000 millones de euros. Una macrooperación que permite al grupo de infraestructuras reorganizar su negocio. Con la compra del 22% que no controla en su filial australiana, la multinacional española pretende simplificar su estructura.
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