Hacienda controlará más a «artistas y deportistas» que trabajen en España y vivan en el extranjero
La Agencia Tributaria intensificará sus investigaciones sobre las empresas que presentan pérdidas todos los años y se aplican bonificaciones, la venta por internet, los grandes patrimonios e incluso los «youtubers»

La Agencia Tributaria prestará especial cuidado en sus investigaciones este año a una larga retahíla de colectivos para evitar el fraude. Uno de ellos serán los «artistas y deportistas» que no viven en España pero despliegan parte de su actividad en nuestro país. «Se intensificará el control de las rentas obtenidas por artistas y deportistas no residentes que actúan en territorio español», desgrana el Plan de Control Tributario para 2020 que se publicó ayer en el BOE. «Las rentas objeto de control van más allá de las rentas percibidas por la actuación profesional de los artistas y deportistas, incluyéndose otro tipo de rentas estrechamente vinculadas a la participación en España», asevera.
Una de las líneas que investigará el Fisco es la participación de estos profesionales en «competiciones deportivas internacionales« y «eventos artísticos de diversa naturaleza» en nuestro país. «En estas actividades participan, ya sea de forma colectiva o individual, profesionales no residentes que pueden obtener importantes rentas vinculadas a su participación, que en muchos casos deben quedar sujetas a tributación por el Impuesto sobre la Renta de No Residentes», desgrana la Agencia Tributaria.
Sería el caso de grandes premios o trofeos de deportes como el motociclismo, automovilismo o tenis, que cuentan con deportistas extranjeros que obtienen rentas por su participación o por campañas publicitarias en nuestro país (por ejemplo, la Copa Davis). Como fuere, Hacienda no desgrana qué deportes o ramas artísticas son las que investigará.
Empresas con pérdidas recurrentes
Junto a ello, lo que probablemente supone la novedad de mayor calado por la cantidad de dinero que mueve, la Agencia Tributaria también estrecha el cerco sobre las empresas que han declarado pérdidas varios años y que después se aplican bases imponibles negativas, que restan la cuota a pagar en Sociedades. En el último ejercicio disponible, las empresas en España se aplicaron bases imponibles negativas por importe de 19.092 millones de euros. Muchas de ellas acumulan bonificaciones fruto de las pérdidas que sufrieron en los años de crisis, pero Hacienda sospecha que en el caso de otras aún pendientes de compensar, podría haber lugar a fraude.
«El objetivo es verificar la existencia, exactitud y origen de los saldos negativos, teniendo en cuenta que estos saldos pueden en el futuro ser compensados por las empresas que los generaron o por otras que continúen su actividad», desgrana Hacienda. El derecho de la Administración para comprobar estas bases prescribe a los diez años.
Precisamente, tanto las bases imponibles negativas como los créditos fiscales son algunos de los instrumentos que explican que pese a la recuperación económica, el Impuesto de Sociedades aún recaude menos que en su máximo precrisis, cuando llegó a ingresar 44.823 millones en 2007, frente a los 24.838 millones del año pasado.
Grandes patrimonios
Otra prioridad de investigación serán los grandes patrimonios, especialmente cuando «una parte de los mismos pueda estar ubicada en el exterior, o está amparada por el uso de figuras societarias interpuestas que favorecen la opacidad».
Para ello ampliarán «el número de contribuyentes propuestos para inspección», destacando aquellos con «importantes rasgos de opacidad o deslocalización» y potenciarán la Unidad de Control de Patrimonios Relevantes, investigando los españoles con cuentas en el extranjero mediante el CRS (Common Reporting Standard), que obliga al intercambio automático de información.
Más vigilancia sobre internet
Este mayor celo también salpicará a las multinacionales, para las que analizará su tributación a través de los informes «país por país» que han empezado a entregar, además de controlar con más ahínco los «nuevos modelos de negocio altamente digitalizados» asegurando que las empresas tributan donde deben. Además en labores de análisis de la información, el Fisco apunta a «nuevos modelos de actividad económica» con investigación «en internet» que puede salpicar desde «youtubers» al comercio electrónico o las «operaciones realizadas con criptomonedas».