Guerra del petróleo en Colombia
La reestructuración financiera de Pacific E&P dejará sin valor la participación de sus accionistas
La primera petrolera privada de Suramérica, Pacific Exploration & Producticon (E&P), que tiene casi todos sus activos en Colombia aunque tiene su sede en Toronto (Canadá) , está atravesando una grave crisis ocasionada por la pésima gestión de sus ejecutivos y por la caída del precio del crudo. Y lo que es peor, la solución elegida por su equipo directivo podría diluir enormemente, e incluso, dejar sin valor , la participación de sus casi 8.000 accionistas, entre los que hay particulares, bancos e inversores, tanto colombianos como de otros países (sobre todo de Canadá y también de España), lo que supondría un grave caso de inseguridad jurídica.
Pacific E&P ha acumulado una deuda de 3.730 millones de euros de valor nominal y, adicionalmente, tiene otra deuda de 909 millones con los bancos acreedores. Las alarmas saltaron el mes pasado, cuando la compañía pidió una prórroga de 30 días para pagar los intereses de uno bonos por valor de 23,2 millones de euros.
Medios económicos internacionales no comprenden que tanto los acreedores como las autoridades permitan que la dirección de Pacific, responsable de su debacle por su endeudamiento, permitan que se premie a esta misma gerencia con esta operación.
Cuatro quiebras
Ante esta situación, los administradores de Pacific E&P, Serafino Iacono, Miguel de la Campa (responsables de la quiebra de Bolivar Gold) y Ronald Pantin, aceptaron, sin contar con los accionistas de la compañía, la propuesta de reestructuración financiera presentada por el fondo canadiense Catalyst . En la cuneta quedaron otras cinco propuestas, entre ellas, la de EIG Global Energy, cuyos responsables han afirmado que su plan era más beneficioso para los accionistas.
Estos hechos han motivado que numerosos accionistas e inversores de Pacific E&P hayan denunciado la situación, demanda que fue presentada ayer mismo por el despacho de Jaime Granados Peña ante los tribunales de Toronto. Un grupo que suma casi el 45% de las acciones de la compañía ha entregado sus poderes a este despacho , entre los que se encuentran el grupo venezolano O’Hara (19,53%), y el mexicano Alfa (18,95%).
Desde este bufete subrayan que «con esta operación se verán sumamente afectados todos los actuales accionistas de Pacific, tanto los colombianos como los extranjeros , quienes automáticamente perderían toda su inversión al cancelarse el capital y quedando a cero su inversión». Además, para los acreedores «tampoco contempla una buena estrategia, ya que perderían entre un 70 y un 90%» del dinero prestado.
Jaime Granados subraya que con la propuesta de Catalyst, Serafino Iacono y Miguel de la Campa, así como otros funcionarios de la compañía , «se quedarían con el 10% del capital de la misma a título de prima por el cambio de control».
El portavoz de Pacific E&P, Tom Becker, ha admitido en la prensa local que los accionistas, los tenedores de bonos y los acreedores bancarios tendrán que asumir grandes pérdidas. «Sin embargo, se conservarán más de 2.400 empleos, seguiremos pagando impuestos y generando divisas», añadió. Si se lleva a cabo el plan de Catalyst, este fondo pasaría a tener el 29,3% de la compañía , los acreedores que financian la transacción otro 12,5% y los acreedores afectados un 58,2%.
En medios económicos y sociales colombianos ha aumentado la preocupación ante la situación de inseguridad en la que se encuentra Pacific, por lo que temen que tanto los grandes inversores como los pequeños accionistas tomen este caso como ejemplo para no apostar por este país que necesita más que nunca la inversión extranjera . El presidente de la república, Juan Manuel Santos, ha mostrado su preocupación ante estos hechos, que se pueden convertir en un problema de Estado.
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