El Gobierno riega de promesas las zonas afectadas por el cierre del carbón

La ministra Teresa Ribera promete invertir unos 600 millones de euros en convenios y planes que no estarían listos hasta el próximo verano

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el presidente aragonés, Javier Lambán, el pasado lunes EFE

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El cierre de las minas de carbón en España desde comienzos de este año y la paralización de la mayoría de las centrales térmicas que utilizan ese mineral para producir electricidad en junio de 2020 está provocando una grave crisis económica y social en varias regiones, como Asturias, Castilla y León y Aragón. Y ha sido en estos días, a pocas semanas de las elecciones generales del 10-N, cuando la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, ha hecho una gira por las comunidades afectadas prometiendo inversiones de unos 600 millones de euros en convenios y planes sin concretar y que no estarán listos, por lo menos, hasta el verano próximo.

Siguiendo la denominada Estrategia de Transición Justa –la modernización de la economía hacia un modelo sostenible minimizando los impactos de la transición energética en zonas como las cuencas mineras–, Ribera se desplazó la semana pasada a Oviedo y a Cubillos del Sil (León) y el pasado lunes a Zaragoza para mostrar ante las autoridades locales y sindicatos su apoyo a estas zonas donde las minas de carbón y las centrales térmicas han sido y son sus industrias básicas.

«Electoralista»

La portavoz del PP en la Junta General de Asturias, Teresa Mallada, ha calificado de «mensajes electoralistas» los planes y partidas económicas que baraja la ministra. Asimismo, el secretario general del PP en el Congreso, Guillermo Mariscal, ha criticado la política energética del PSOE, al que acusa de «improvisación» , y ha defendido que el Ejecutivo debe aprovechar los emplazamientos de las centrales térmicas que se cierren en España para otras fórmulas de generación eléctrica.

Esas regiones recibieron el penúltimo golpe hace menos de un mes , cuando Endesa anunció que adelantaba al próximo verano el cierre de sus dos últimas centrales eléctricas de carbón de Andorra (Teruel) y Compostilla (León). Sus 320 trabajadores serán recolocados o prejubilados, mientras que se perderá el millar de empleos indirectos.

De momento, el Gobierno está desarrollando una norma que permitirá la sustitución de potencia térmica de carbón por energías renovables en el mismo punto, primando los proyectos con mejores resultados en términos de empleo y generación de actividad en el territorio. También trabaja en otra modificación legal para que el uso del agua que realizan las centrales se quede en los municipios y sea aprovechada de forma sostenible en nuevas actividades económicas.

En la reciente visita a la comarca leonesa de El Bierzo, Ribera anunció que el primer plan de restauración de zonas mineras tendrá un coste de 76 millones de euros , pero pidió a los gobiernos regionales afectados que aporten el 25% del total.

No obstante, de los 106 convenios suscritos para la transición de la minería del carbón, solo ocho tendrán inicio y dotación económica antes de que acabe el presente año y, el resto, a lo largo de 2020. Y eso que el cierre de las minas estaba previsto desde hacía varios años.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha dicho que «las cosas no se pueden hacer a salto de mata sino mediante un acuerdo amplio, con un consenso social y político que dé estabilidad a las cuestiones energéticas en nuestro país». Ha añadido que el cierre de estas plantas se tiene que realizar posibilitando la creación de nuevos puestos de trabajo que sustituyan a los que se perderán. «Estos nuevos puestos deben ser de mayor calidad que los que se pierdan ya que estas zonas han ido a menos desde siempre y han provocado que sus habitantes tuvieran que emigrar, como ocurrió en mi caso, que tuve que salir de Asturias muy joven para ir a trabajar a Barcelona».

Semillero de actividades

La ministra reconoce que aunque el desmantelamiento y regeneración de las minas de carbón cerradas generará empleo, «no es suficiente» y subraya que no es posible sustituir una macroactividad por otra , sino que es necesario «generar un semillero de actividades que se consolide, avance y crezca» relacionadas con la energía, la agroindustria y el tercer sector.

En este sentido, hay alguna central térmica que está estudiando sustituir el carbón por residuos para seguir generando electricidad. Asimismo, Iberdrola está construyendo una megaplanta fotovoltaica en Extremadura con una potencia similar a la que tiene la central nuclear de Almaraz que cerrará en pocos años.

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