El Gobierno ignora a tecnológicas y banca y activa ya el proceso para subir impuestos

El Ejecutivo afina las estimaciones de ingresos de los nuevos gravámenes para definir el techo de gasto de 2019

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero Reuters | Vídeo: La patronal advierte sobre consecuencias de subida de impuestos a empresas EP

La inminencia de los plazos para ir dibujando las líneas presupuestarias para el año que viene presiona al Gobierno de Pedro Sánchez para definir los impuestos que tiene en el albero por lo que el procedimiento para su aprobación arrancará de manera inminente. El Ejecutivo ha decidido ignorar las advertencias del sector bancario y tecnológico y, según ha podido saber ABC de fuentes conocedoras de los tiempos que maneja el Gobierno en materia fiscal, va a activar en breve el proceso legislativo que ayude a aprobar lo antes posible ambos gravámenes de nueva creación .

Otra cuestión es si los impuestos previstos, una vez creados, recabarán los apoyos de las Cortes. Ambos, al ser de nueva creación, deben formularse en forma de proyecto de ley y si bien el de las tecnológicas tiene el apoyo de PP, Ciudadanos e incluso Podemos -y el respaldo de varios socios europeos, por lo que España se convertiría en el ejemplo a seguir que abre camino-, el de la banca es más peliagudo y no tiene los parabienes de los dos primeros.

No obstante, en el equipo económico del Ejecutivo ya se está concretando una apreciable subida del techo de gasto para 2019 y, para poder sostenerla, tienen sobre papel las estimaciones de ingresos de los nuevos impuestos. Ahora bien, el detalle aún está por definir en ambos tributos y se está calibrando el impacto de las distintas opciones sobre la mesa, pero el nivel de recaudación, y con él buena parte de la definición de los mismos impuestos, se cerrará en breve ante la urgencia de los plazos.

El objetivo es convocar a las comunidades en el primer Consejo de Política Fiscal y Financiera de la nueva ministra socialista al frente de la cartera, María Jesús Montero, para comunicar el límite de gasto financiero de 2019 que se deriva de los objetivos de estabilidad para el periodo 2019 a 2021 y las entregas a cuenta. Una vez superado este alto, se aprobará en Consejo de Ministros y así lo remitirá al Congreso de los Diputados en la última semana de julio para encarar una auténtica prueba de fuego ante los grupos parlamentarios. Mientras el PSOE en su programa defendía un aumento del gasto de unos 8.000 millones , Podemos apuesta por casi duplicar el alza a los 15.000 millones.

Entre los objetivos de estabilidad no solo se incluye el déficit. También se deberá aprobar la regla de gasto, que el año que viene Bruselas vigilará con especial fiereza al fijar en un 0,6% , incluyendo Seguridad Social, el aumento máximo del gasto público.

Para no incumplir el corsé al desembolso, el Ministerio trabaja en las estimaciones de ingresos de cada nuevo impuesto: con mayor recaudación el gasto puede crecer con más vigor y cumplir las exigencias de Bruselas. Desde Hacienda señalan que aún estudian diferentes opciones tributarias dentro del campo digital y financiero.

El boceto de Montoro, la base

El equipo de Montero forzará la máquina sobre la base de lo que su antecesor tenía ya estudiado y puesto sobre papel. El de la banca distará significativamente de la propuesta que el PSOE tenía en su programa, mientras que el de las tecnológicas está en un estadio más preliminar, si bien de este último el anterior equipo dirigido por Montoro ya lo había dejado bastante perfilado en forma de anteproyecto, bajo la forma de un impuesto indirecto, como el IVA, que gravara la facturación de ventas de anuncios online, la intermediación de plataformas digitales y las ventas de plataformas que utilicen datos generados por usuarios.

De la recaudación dependerá el cumplimiento del déficit, que Bruselas cercará con lupa para corroborar que España no vuelve a superar el 3% y así escapa del Procedimiento de Déficit Excesivo. Toda vez que el Gobierno es consciente de que este año se incumplirá el objetivo del 2,2% del PIB.

De cara a terminar de afinar los objetivos de estabilidad, el Gobierno aprobó el pasado viernes que la Autoridad Fiscal le elabore un informe de escenario inercial económico y presupuestario para 2018 y 2019 a políticas constantes, sin cambios. El organismo ya advirtió que el déficit se iría al 2,6% este año: para cumplir habrá que ajustar.

El Gobierno ignora a tecnológicas y banca y activa ya el proceso para subir impuestos

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