El Gobierno aprueba los ERTE con ayudas a todas las empresas hasta el 31 de enero
El nuevo modelo incluye dos nuevos tipos de ERTE que amparan a las compañías que sufran limitaciones en su actividad por imposición administrativa
A un día de que expire al plazo, el consejo de ministros ha aprobado hoy las condiciones en las que se van a prorrogar los ERTE hasta el 31 de enero. Después de una dura y larga negociación , el paraguas de protección nace con el acuerdo de patronal y sindicatos, que esta misma mañana han validado en sus órganos de gobierno la oferta que en el último minuto presentó el Gobierno. El real decreto-ley prorroga los expedientes de regulación temporal de empleo por fuerza mayor para determinados sectores económicos, aunque incluye además otras dos figuras más, los ERTE de impedimento de la actividad y los ERTE de limitación de actividad, a las que podrán acogerse todas las empresas, sean del sector que sean, y que contemplan exoneraciones muy elevadas, que en algunos casos llegan hasta el 100%.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha sido la primera en tomar la palabra para desgranar la normativa. La ministra se ha disculpado por la tardanza en la negociación, aunque se ha mostrado convencida de que «ha valido la pena». Díaz ha remarcado en varias ocasiones en que la ampliación «protege a todas las empresas y a todos los trabajadores» ante unos meses que pueden ser complicados. Esta fue precisamente una de las líneas rojas que separaban a los empresarios del acuerdo, pues se negaban en rotundo a firmar ninguna propuesta que dejara fuera algunos sectores, tal y como se proponía desde Seguridad Social. «Nos encontramos ante un acuerdo de máximos», ha dicho.
La gallega se ha mostrado consciente de la gravedad de la situación económica que atraviesan muchas empresas actualmente pero ha querido lanzar un mensaje de esperanza: «Si salvamos el otoño y el invierno entraremos de lleno en la recuperación», ha afirmado. «Nuestro único objetivo es salvar la economía, las empresas y los empleos», ha dicho la ministra, evidenciando un discurso más conciliador que al principio de la pandemia y que le ha llevado a encontrar apoyo entre los empresarios a los largo de esta negociación. Por su parte, el ministro Escrivá se ha encargado del detalle más técnico de la norma y ha concretado las exoneraciones que disfrutarán las empresas que se acojan a cualquiera de los tres modelos previstos.
ERTE de fuerza mayor
Los ERTE de fuerza mayor con prórroga automática se limitarán a las empresas más afectadas por la pandemia cuya actividad se clasifique en alguno de los códigos de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas previstos en la norma, esto es, el turismo, transporte, cultura... Estos ERTE disfrutarán de exenciones de cuotas del 85% por cada mes del periodo octubre 2020-enero 2021 en el caso de que la empresa tuviera a 29 de febrero de este año menos de 50 trabajadores en plantilla, y del 75% si contaba con más de 50 empleados, según ha explicado Escrivá.
Estas exoneraciones se aplicarán también a la cadena de valor de la empresa acogida, aunque estos negocios no formen parte de los sectores seleccionados. Sería el caso por ejemplo de una tintorería que trabaja para un hotel que actualmente se encuentra cerrado. Para determinar quién forma parte de la cadena de valor se tendrá en cuenta que en 2019 se haya facturado al menos un 50% con la compañía y deberá ser solicitado ante la autoridad laboral. Estas exoneraciones se mantienen también para las empresas que transiten de un ERTE de fuerza mayor a uno de causas económicas (los conocidos como ETOP) y que estén dentro de los sectores afectados o su cadena de valor.
ERTE de impedimento
Una de las modalidades están en los ERTE de impedimento de actividad, aquellos a los que se podrá acudir cuando no se puede mantener la actividad como consecuencia de restricciones adoptadas por las autoridades (como les ha ocurrido a las empresas de ocio nocturno). Estos ERTE tendrán exenciones del 100% si la plantilla de la empresa era inferior a 50 trabajadores en febrero de este año y del 90% si esta cifra era superior.
ERTE de limitación
La otra figura novedosa la conforman los ERTE de limitación de actividad, destinados a las empresas que vean alterada su actividad cuando una autoridad local, autonómica o estatal limite, por ejemplo, los aforos y los horarios, como ocurre con las actividades de educación como autoescuelas, academias, o los gimnasios. Estos ERTE de limitación de actividad tendrán efectos retroactivos desde el 1 de septiembre, irán acompañados de altas exoneraciones de cuotas, a aplicar de octubre a enero: si la empresa contaba con menos de 50 trabajadores a 29 de febrero de este año, las exenciones serán del 100% en octubre, del 90% en noviembre, del 85% en diciembre y del 80% en enero. Si contaba con más de 50 trabajadores, los porcentajes alcanzan el 90%, el 80%, el 75% y el 70%, respectivamente, según ha detallado Escrivá.
Los límites
Todas estas figuran implican los cumplimientos de unos límites, que ya estaban incluidos en la prórroga anterior. Según ha detallado Díaz, mientras esté vigente el ERTE no se podrán realizar horas extra, externalizar actividades ni realizar nuevas contrataciones directas o indirectas salvo casos justificados. Además, quedan excluidos de este paraguas empresas domiciliadas en paraísos fiscales, y no podrán proceder al reparto de dividendos en el ejercicio fiscal en el que se aplique el ERTE.
Igualmente se mantienen tanto el compromiso de mantenimiento del empleo durante seis meses, que se amplía otros seis meses más a partir del vencimiento del compromiso anterior, y la prohibición de despedir por causas objetivas. Los contratos temporales, de formación, de relevo e quedan suspendidos, lo que supone que el empresario debe prorrogarlos obligatoriamente.
Nuevas prestaciones
Las prestaciones por desempleo se mantendrán también hasta el 31 de enero y su cuantía sera del 70% de la base reguladora aunque transcurran seis meses desde su percepción (se esquiva la rebaja al 50% de la base reguladora) y el llamado «contador a cero» -que no se consume paro mientras se cobra la prestación- asciende de 180 a 196 días. También se mejora la protección de fijos discontinuos y trabajadores de actividades periódicas, que tendrán acceso a prestación por desempleo, y de los trabajadores a tiempo parcial. Además, los trabajadores en ERTE tendrán prioridad para acceder a los cursos de formación.
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