FORO ABC ECONOMÍA SOSTENIBLE
El Gobierno acelera para implantar en dos años el pago por uso en las autovías
La secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, asegura que «estamos ya sin tiempo» para cumplir con el compromiso adquirido con la Unión Europa
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) reconoce que «estamos ya sin tiempo» para decidir qué modelo se establecerá en 2024 en las vías de gran capacidad españolas en cumplimiento del compromiso con la Unión Europea de los principios de pago por uso y quien contamina, paga. Así lo ha reconocido en la mañana de este jueves Isabel Pardo de Vera, secretaria de Estado del Mitma, e n la clausura del Foro ABC Economía Sostenible que ha versado sobre 'Universidad e innovación: El sector de la movilidad y el papel de las infraestructuras'.
Pardo de Vera ha subrayado que la elección del modelo de tarificación de las carreteras «es una de mis prioridades fundamentales, porque sería una falta de responsabilidad no abordarla de forma inminente». La secretaria de Estado respondía así a las peticiones que minutos antes le había formulado el consejero delegado de Abertis, José Aljaro, y los presidentes de Seopan y la Asociación Española de la Carretera, Julián Núñez y Juan Francisco Lazcano, respectivamente. Aljaro avanzó que los técnicos advierten de que «se agota el tiempo» para decidir el sistema que finalmente se implementará en 2024, tanto si es público o privado, ya que habrá que desplegar pórticos por las carreteras, o satélites de control de matrículas y emisiones de CO2, o decidir si finalmente se aplica una viñeta o tarifa plana. Lazcano propuso crear el primer corredor conectado, seguro y verde de Europa entre Madrid y Lisboa, mientras Núñez abundó en la necesidad de fortalecer el diálogo y la colaboración público-privada en el marco del cumplimento de la Agenda 2030 de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS).
Despolitizar el debate
La secretaria de Estado del Mitma ha destacado que «uno de los retos a los que nos enfrentamos es conseguir la no politización del debate sobre las infraestructuras», porque cree que «son cuestiones de gran calado y no podemos permitir que nos afecte el maniqueísmo cotidiano que impregna la política«. En ese sentido, ha abundado que « la planificación y ejecución de las infraestructuras son proyectos de país que se desarrollan a muy largo plazo , que requieren de inversiones gigantescas y que tienen en cuenta las necesidades de territorios de diferentes colores».
En cuanto a la colaboración público-privada, en el foro los ponentes también hablaron de la «necesaria confianza entre las partes», a lo que Pardo de Vera ha manifestado tener «el máximo respeto» porque «es imprescindible a la hora de sacar adelante los proyectos, ya que es imposible conseguir nada desde una sola de las partes». Para ello, la secretaria de Estado de Transportes subrayó que el Mitma y ella misma están a disposición del sector «para avanzar de forma más contundente y mejorar los sistemas de contratación, la burocracia y las incidencias».
Visión programática
En el primer coloquio del Foro ABC Economía Sostenible , en el que se abordó la innovación universitaria al servicio de los retos de la movilidad, Pere Macias, doctor en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos y director de la Cátedra de Empresa Cercle d’Infraestructures de la UPC , ha abogado por «hacer un esfuerzo para ordenar, organizar y racionalizar el debate sobre las infraestructuras», ya que, a su juicio, ahora «hay intensos debates extemporáneos, reactivos, desorganizados y tácticos, cuando desde la universidad desaríamos que los debates fueran estratégicos«. Macías también reclamó una visión «programática» en las universidades para orientar la colaboración con el mundo de la empresa.
Por su parte, Stefan Ilijevic, responsable de Innovación de SEAT , ha señalado que la sostenibilidad y la introducción de la electromovilidad suponen «el cambio de todo el tejido industrial para así asegurar tambíen que se queden en España los futuros puestos de trabajo». Ilijevic ha recordado que los vehículos privados están aparcados el 95% del tiempo y que esa circunstancia abre un negocio de movilidad compartida, máxime en un escenario en que el parque de vehículos se tendrá que reducir ante la implantación, por ejemplo, de zonas de bajas emisiones en las ciudades de más de 50.000 habitantes. El responsable de innovación de SEAT también ha abundado en la necesidad de «influenciar la fase inicial de las innovaciones, la de la creatividad de las universidades y que las empresas aporten recursos arriesgando».
«Ser español no es ser peor»
José Manuel Vassallo, director de la Cátedra Abertis en España y catedrático de Transporte en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPC), ha defendido la «frescura» que aporta las universidades en su colaboración con las empresas. En este sentido, ha recordado que el concepto de movilidad como servicio salió de una tesis doctoral de una universidad finlandesa, cuyo autor trabaja ahora para la firma Skoda . Vassallo también ha reivindicado el nivel de nuestras universidades al comentar que una empresa que colabora con la UPC y también con otra universidad estadounidense le dijo «que en España hacemos lo mismo que en EEUU, pero nosotros sólo cobramos la décima parte». En este punto, el profesor ha abogado por abolir ese sentimiento "que asume que por ser español eres peor".
En materia de colaboración entre las empresas y las universidades, Macías ha comentado la Red Universitaria de Territorio y Movilidad de la Cátedra Empresa del Cercle de Infraestructuras , que agrupa a 16 países iberoamericanos, dado que supone una experiencia «muy positiva porque te das cuenta de que donde menos lo esperas encuentras un grupo de personas que ha desarrollado o estudiado algo que te sirve». Por su parte, Ilijevic ha dicho que la cátedra SEAT de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) «es nuestra masía de jóvenes ingenieros», talento que tambén generan en la institución Carnet, primer gran centro en investigación e innovación destinado al ámbito de la automoción y la movilidad urbana del futuro en Barcelona.
Innovación en materiales
En el segundo coloquio, titulado 'La nueva movilidad con los retos de la sostenibilidad y la reactivación económica', José Aljaro, consejero delegado de Abertis ha explicado que tecnológicamente su compañía trabaja «en materiales más sostenibles» por ejemplo, en el asfalto para que sea de un centímetro de grosor y no de cinco, en el marco de la economía circular, reutilizando neumáticos y resíduos de la siderurgia «porque no tenemos una sociedad más limpia limpiando más, sino ensuciando menos».
La extensión de 'electrolineras' que garanticen la recarga a los usuarios de los vehículos eléctricos en su movilidad interurbana, y la advertencia de que con el establecimiento de zonas de bajas emisiones en las ciudades, solo accesibles a coches eléctricos, «solo vamos a aplazar diez años el problema, porque c on la electrificación provocaremos colapsos». En ese sentido, Aljaro ha explicado que en el caso del acceso al centro de Londres se recauda anualmente 400 millones de libras, de los que cien son gastos operativos y los 300 restantes "se reinvierten en infraestructuras de servicios públicos para incentivar al ciudadano a que use el transporte público".
La Nasa como ejemplo
Julián Núñez, presidente de Seopan, ha defendido que la "movilidad nos tiene que hacer la vida más fácil, al invertir menor tiempo en el viaje, pero también reduciendo costes sociales, contaminando menos, con menos accidentes y también menos ruido, y que, además, sea económicamente sostenible y no encarezca". En su opinión, esos tres preceptos cuadran con el cumplimiento de la agenda 2030. En cuanto a la financiación de las infraestructuras y ante la actual coyuntura económica, Núñez ha defendido que el modelo de movilidad "debe de ser coherente" a partir de la colaboración público-privada, porque en España, sostiene, «falta dar el paso de pasar a ser socios en lugar de enemigos». En este punto, ha recordado que la NASA ha contratado a una empresa una misión a la Luna para "tener una garantía en los costes y cumplimiento de los plazos, transfiriendo también los riesgos al sector privado más allá de obtener su financiación".