Fridman amenaza con no realizar la ampliación de capital de Dia
La compañía anuncia que ha vencido el plazo para que los bancos le otorguen nuevas líneas de financiación de 380 millones de euros
La ampliación de capital de 500 millones euros de Dia peligra. La cadena de supermercados ha lanzado un comunicado donde anuncia que todavía no ha llegado a un acuerdo con los bancos para que estos le otorguen nuevas líneas de financiación por un importe de 380 millones de euros, necesarios para alcanzar «una vía de capital viable a largo plazo para la compañía». Este acuerdo que era una de las condiciones que Letterone, el fondo dirigido por el magnate ruso Mikhail Fridman y que cuenta con casi el 70% de las acciones, impuso el pasado 20 de mayo en su pacto de última hora con la banca para acometer la ampliación de capital. Además, debía conseguirlo antes del 15 junio, de lo contrario podía romper el acuerdo alcanzado con la banca (Lock-Up Agreement).
Según ha informado Dia en un hecho relevante a la CNMV, desde el 20 de mayo de 2019 la comañía «ha estado realizando sus mejores esfuerzos para tratar de alcanzar un acuerdo con los Acreedores Sindicados y con nuevas entidades financiadoras dentro del plazo mencionado que asegure una estructura de capital viable a largo plazo para Dia en términos y condiciones aceptables para LetterOne y la Sociedad».
Sin embargo, los 380 millones de euros no han llegado pasado el plazo establecido , aunque Dia ha afirmado que las partes siguen negociando para «llegar a un acuerdo lo antes posibles». Además, Letterone explica que todavía no ha ejercido su opción de romper el Lock-Up Agreement, aunque se reserva su derecho a hacerlo si considera que «no es posible llegar a un acuerdo ejecutable que asegure una estructura de capital viable a largo plazo para DIA, en términos y condiciones aceptables para LetterOne y la Sociedad».
Las nuevas líneas de financiación es una de las claves para Dia para que su negocio continúe siendo viable. Y es que la compañía acumula una deuda de más de 1.700 millones de euros mientras que el deterioro de su negocio no cesa. Además debe hacer frente al pago de unos 300 millones en bonos antes del próximo 22 de julio. Por tanto, cuenta con poco más de un mes para cumplir con los bonistas.
Estos 380 millones, según se estableció en el Lock-Up Agreeement, consisten en una línea de financiación de 200 millones en tres años, otra línea de financiación de 100 millones por otros tres años, pero que solo estará disponible una vez que estén disponible los 200 anteriores y una última línea de financiación de 80 millones para un año, aunque se puede extender a dos en caso de que la compañía siga necesitando financiación. En el primer tramo tienen que participar todos los bancos acreedores, pero no en el segundo y el tercero. Eso sí, aquellos que lo hagan elevarán la categoría de su deuda a «senior» o «super senior», lo que les permitirá tener preferencia respecto a los que no a la hora de amortizar la deuda
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