El fraude de las máquinas de tabaco en España se limita a 30 expedientes
Los titulares de las expendedoras dicen que la medida puede afectar a 40.000 aparatos
El pasado abril se producía una convocatoria inusitada en las historia de las reivindicaciones laborales en nuestro país: un tercio de las 150.000 máquinas de tabaco -cifra ofrecida por los organizadores de los paros- instaladas en España «se desactivaban» , en protesta por las sanciones impuestas por el Comisionado para el Mercado de Tabacos, dependiente del Ministerio de Hacienda, a las tabaqueras por firmar «contratos ficticios» de publicidad entre fabricantes y marcas de tabaco.
El organismo regulador sostenía que los fabricantes —entre los que se encuentran multinacionales como Altadis, British American Tobacco, Japan Tobacco International y Phillip Morris— habían suscrito acuerdos para prestar servicios de información y mantenimiento de etiquetas cuyo único fin real era camuflar, bajo ese supuesto armazón de legalidad, un contrato de publicidad encubierta» . Así se otorgaba prioridad a sus marcas «en máquinas expendedoras, asegurándose una presencia indebida, contraria a la demanda de los clientes».
La Asociación Española de Puntos de Venta con Recargo (Aepvr), la organización convocante, advirtió de que la supresión de estos contratos podría ocasionar la desaparición de unas 40.000 máquinas de tabaco en nuestro país. Sin embargo, según las cifras facilitadas por el Comisionado para el Mercado de Tabacos, su repercusión no parece de tal envergadura. Los procedimientos abiertos, especifican fuentes de este departamento a ABC, apenas supone un 0,2% del conjunto de 13.500 establecimientos estanqueros existentes en España, exactamente 30 expedientes.
Huelga «mediática»
Esta escasa cifra permite a los estanqueros ahondar en su argumento de que la denunciada por la Aepvr se trata de una cuestión minoritaria, representativa de una mínima fracción del colectivo, que gracias a la convocatoria de huelga (sin continuidad, desde la convocatoria de abril) obtuvo una visibilidad superior a la dimensión real del problema . «Teniendo en cuenta los datos publicados por el Comisionado para el Mercado de Tabacos sobre los expedientes emitidos en los primeros meses del año se trata de un problema minoritario. Algo que se refleja igualmente en el escaso éxito de algunas iniciativas impulsadas por algunas plataformas que hablan de estos expedientes como un problema generalizado, como la concentración frente a la sede del Comisionado que a duras penas superaba las 50 personas», subraya el presidente de la Unión de Estanqueros, Mario Espejo.
Tal es así que incluso que se encuentra en entredicho la efectividad real de la convocatoria: pese a que no hay cifras oficiales, durante los días de huelga resultaba difícil hallar un bar con la máquina expendedora desactivada . «No disponemos de datos contrastados al respecto, pero los comentarios por parte de nuestras asociaciones provinciales en toda España es que la huelga parece haber sido más mediática que real. Un medio regional informó de que ni siquiera en el bar en el que se habían reunido para anunciar la huelga habían visto la máquina apagada», zanja Espejo.