La fórmula del empleo estable
El 93% de los trabajadores de los laboratorios farmaceúticos son indefinidos
En un mercado de trabajo que no se define precisamente por la estabilidad, la industria farmacéutica parece haber encontrado la fórmula magistral contra la temporalidad laboral. El sector no es especialmente intensivo en empleo directo frente a otras ramas industriales (39.392 trabajadores el año pasado), pero sí parece tener la receta del trabajo duradero: el 93% de sus empleados son indefinidos (frente al 74% de la economía española), según arroja una encuesta impulsada por su patronal, Farmaindustria, y realizada a 185 compañías farmacéuticas innovadoras con actividad en España. La necesidad de un perfil de trabajador cualificado, y en el que se invierte mucho tiempo y recursos para su formación, marca las peculiaridades del ecosistema laboral de este sector.
El 10% es la diferencia salarial media entre hombres y mujeres, el dato más bajo de todos los sectores productivos españoles
«Mucho empleo se centra en tareas muy cualificadas, y por eso la rotación no se produce como puede suceder en otros sectores», explica Humberto Arnés, director general de Farmaindustria. Un 59% de los empleados en el sector son licenciados, frente al 42% de la economía española, y este porcentaje asciende hasta el 90% en el área de I+D+i. Las nuevas contrataciones intensifican esa tendencia. En 2016 se realizaron 4.285 incorporaciones, el 10,8% del total de las plantillas. Dos de cada tres correspondieron a licenciados universitarios y un 44% se destinaron a tareas de Producción (donde ya se agrupa una tercera parte del empleo) e investigación, precisamente los sectores que requieren mayor grado de especialización y conocimiento.
Formación continua
La necesidad de una formación continua es un componente esencial en la fórmula laboral de los laboratorios farmacéuticos. «La cualificación es clave en el sector. Se requieren habilidades, el proceso de formación interno es muy elevado y por lo tanto la consecuencia lógica es mantener a la gente en el puesto de trabajo», asegura el director general de Farmaindustria.
16 de cada 100 euros de la industria farmacéutica se destinan a financiar la investigación https://t.co/ZPm0mYZV0I #wewontrest pic.twitter.com/lExlWKsv4R
— Farmaindustria (@Farmaindustria) 30 de junio de 2017
Otro dato llamativo en la estructura laboral de esta industria es el elevado peso femenino. Las mujeres ocupan el 51% de los puestos de trabajo, el doble de la media del sector industrial, y en el área de I+D+i suponen un 65%, el dato más alto de todo el tejido productivo español. Arnés cree que este dato replica en cierta manera «la estructura de nuestras aulas y universidades, donde los porcentajes de presencia femenina son similares». Pero el director de Farmaindustria destaca especialmente que las diferencias salariales entre sexos son muy pequeñas. «Eso significa que un gran número de mujeres están accediendo al mismo nivel de responsabilidad que los hombres», asegura. Según destaca el estudio, la diferencia salarial media es apenas del 10%, el dato más bajo de todos los sectores industriales españoles.
El 51% de las empleadas femeninas ocupan más de la mitad de los puestos de trabajo del sector, el doble de la media del sector industrial
El empleo juvenil, otra de las grandes debilidades que azotan el mercado laboral, también encuentra un pequeño oasis en esta industria: el colectivo de menores de 29 años es el que ha experimentado un mayor crecimiento en los últimos años (un 13,9% sólo en 2016), de forma que uno de cada tres nuevos contratos corresponde a jóvenes. «Creo que este es un sector que tiene varios elementos de atracción que hacen que los jóvenes vean posibilidades profesionales muy relevantes», defiende Arnés. «El primero es que es muy innovador, y hace uso de todas las herramientas novedosas que van surgiendo en ámbitos enormemente dinámicos. Pero también hay que tener en cuenta que la salud es la prioridad de cualquier ciudadano, y por eso el medicamento va a ser siempre centro de atención de universidades, autoridades, administración, pacientes... es decir, de la sociedad en general».
El envejecimiento de la población y la inquietud por disfrutar de una vida saludable dibujan un futuro lleno de promesas laborales en este sector, pero el director general de Farmaindustria también destaca que «la exigencia en cualificación hace que la formación sea muy elevada, y eso lo valoran los jóvenes porque es clave en el desarrollo profesional de un individuo. Y luego hay otro elemento fundamental, que es el gran desarrollo de la ciencia biomédica en España, históricamente. Siempre hemos tenido grandes científicos o personas de este ámbito con un gran reconocimiento internacional, y eso es porque hay una larga tradición tanto universitaria, como científica y empresarial en este ámbito».
Tras el impacto de la crisis, las perspectivas de futuro son halagüeñas para este nicho de empleo cualificado. Las previsiones en 2017, explica Arnés «son parecidas a las del año pasado, del orden de entre 4.000 y 5.000 contrataciones, porque el sector mantiene el nivel de crecimiento del año pasado y entendemos que se puede esperar que la dinámica sea la misma». La fórmula del empleo estable... y creciente.
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