Ford refuerza su planta en España para exportar motores a EE.UU.

Almussafes queda al margen de los planes proteccionistas de Donald Trump

Planta de la marca estadounidense en Almussafes, Valencia EFE
Alberto Caparrós

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La fábrica de Ford en la localidad valenciana de Almussafes ha quedado al margen de los efectos provocados por los planes proteccionistas del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump. De hecho, mientras la multinacional ha anunciado la cancelación de sus planes de expansión en México , acaba de ejecutar una inversión de 40 millones de euros en su planta de motores, que destina su producción de forma prácticamente íntegra al mercado estadounidense (más de 300.000 unidades al año), y prevé seguir su apuesta durante el próximo año, por lo que, según el secretario general de UGT en la planta, Carlos Faubel, «no existe preocupación en el corto plazo» ante posibles trabas proteccionistas.

La firma del óvalo dispone de una factoría en Cleveland que produce la misma gama de motores (EcoBoost de 2.0 y 2.3 litros). Con todo, la planta valenciana ha aprovechado la parada de la producción en Navidad para culminar el primer paquete de inversiones en la nueva línea de motores, que comenzarán a producirse de forma inminente.

El desembolso podría alcanzar los 400 millones, según fuentes sindicales, que se sumarían a los 2.300 de inversión ejecutados en los último cinco años para la producción de vehículos.

Pieza clave en Europa

La factoría, de hecho, resulta una de las piezas claves para esta marca en Europa tras la reestructuración que supuso los cierres de centros productivos en países como Bélgica.

El presidente y consejero delegado de Ford en España, Jesús Alonso, expresó en octubre el compromiso de «seguir como mínimo otros cuarenta años más» . Aunque el cambio de planes de Ford respecto a México no influye de forma directa en España, al tratarse de una división diferente, las perspectivas para los próximos años apuntan a un incremento de la produción en nuestro país.

En esa línea, fuentes sindicales señalan a ABC que «no hay indicios ni noticias» que alteren la tranquilidad por el futuro de Almussafes después de que Ford haya anunciado que cancela una inversión de 1.600 millones de dólares en México tras la amenaza de Trump, quien advirtió de un incremento de la presión fiscal a la compañía si persistía con la política de deslocalizaciones.

En la planta española, en cambio, el grueso de las inversiones se han ejecutado en los últimos cinco años y han supuesto un monto de 2.300 millones de euros, que le han permitido albergar la fabricación de hasta seis modelos diferentes (Tourneo, Connect, Mondeo, Kuga, S-MAX y Galaxy) que, además, no suponen competencia con los utilitarios de pequeño tamaño que la empresa iba a fabricar en México.

La ubicación estratégica de la factoría valenciana permite a Ford suministrar su producción a 185 países. Entre ellos se encuentra Estados Unidos, aunque sus principales mercados son la Unión Europea y Gran Bretaña.

Además, es la única fábrica de España que produce vehículos híbridos y en cinco años espera estar en disposición de sacar al mercado coches «autónomos sin volante ni acelerador».

La planta de Almussafes cumplió en 2016 cuarenta años de actividad con una media de 1.700 unidades al día de seis modelos diferentes, lo que le convierte en una de las más «productivas y flexibles del mundo».

Desde 1976 Ford ha invertido en España 9.500 millones de euros. De ellos, más de 2.300 millones de euros se ejecutaron durante la última crisis económica. Una apuesta que ha permitido a Almussafes incrementar su producción desde los 300.000 vehículos con los que cerró 2014 a los cerca de 400.000 que salieron de su cadena de montaje el pasado año, de acuerdo con datos provisionales facilitados por fuentes oficiales de la compañía a ABC.

En los últimos tres años, Ford ha contratado a 3.000 personas en su planta valenciana . La compañía estadounidense emplea en la actualidad a unas 9.000 personas, pero su impacto va más allá. Un estudio elaborado por la Universidad Europea de Valencia eleva a 125.000 los puestos de trabajo, entre directos, indirectos e inducidos, los que genera la actividad industrial de la multinacional norteamericana en España.

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