Entrevista
Fernando Ruiz (Deloitte): «El mundo empresarial aumenta su compromiso con la sociedad»
Fernando Ruiz, presidente de Deloitte y de la Fundación SERES, habla sobre el papel de las empresas en la sociedad actual
Fernando Ruiz, presidente de Deloitte, también está al frente de la Fundación SERES, una asociación empresarial que tiene como objetivo la ayuda a la sociedad desde la empresa privada. Ruiz nos atiende para hablar sobre digitalización, la sostenibilidad y la Agenda 2030.
Fernando, como presidente de Deloitte tienes una amplia visión del mundo empresarial y de la sociedad, ¿qué significa para ti ser presidente de la Fundación SERES?
Es un honor y una gran satisfacción asumir la presidencia de SERES. Es un proyecto en el que he estado involucrado desde el principio y es asombroso comprobar cómo las empresas cada vez están más comprometidas socialmente y trabajan precisamente para medir ese impacto y avanzar para construir un mundo en el que no dejemos a nadie atrás. Un sector privado responsable es indispensable para el crecimiento, la productividad, la innovación y la creación de empleo, todos ellos generadores de desarrollo y oportunidades.
Desde sus inicios –hace prácticamente 13 años– SERES tiene la vocación de unir lo social con lo económico. Hoy en día es una realidad a la que nadie da la espalda. Es importante resolver un problema social al mismo tiempo que tenga un impacto positivo en la cuenta de resultados. El objetivo de la fundación es garantizar la visión estratégica de los proyectos y posicionar las actuaciones sociales como iniciativas clave para las organizaciones, capaces de ofrecer valor para la empresa y para la sociedad.
Dos años de pandemia han transformado la sociedad y las empresas. En tu opinión ¿en qué?
La pandemia ha traído un gran salto cualitativo en este sentido. Se ha pedido una acción relevante por parte de todos los actores y las empresas han realizado un gran esfuerzo en este sentido. La propia sociedad ha demandado este compromiso de forma permanente y se ha extendido hacia sus líderes. La única forma eficaz de liderar es con el ejemplo. No se concibe un líder que no sea socialmente responsable. Es un comportamiento que los líderes empresariales deben tener en la sociedad en general y en la empresa en particular. Ese compromiso ha llegado para quedarse y no es una opción. La asunción por parte de las empresas del compromiso social y sus estrategias está cada vez más patente en la agenda de los empresarios.
Lo hemos comprobado en Líderes Responsables: diálogos de los principales líderes de las empresas españolas y cómo estaban abordando primero la crisis sanitaria y después la reconstrucción social y económica. Ya han pasado por este espacio casi 60 líderes que han abordado las claves de una reconstrucción económica y social justa sin dejar a nadie atrás.
La pandemia ha acelerado la digitalización de la sociedad y de las empresas, pero, ¿ha aumentado también la brecha tecnológica?
Una de las cuestiones que ha puesto de relieve la Covid-19 ha sido la necesidad de contar con capacidades tecnológicas suficientes para tener perfiles adaptados al nuevo entorno y disponer también de tecnología suficiente que permitiera este salto cualitativo, del que hablaba antes. Esta transformación digital ha acelerado las desigualdades y brechas en el talento de las compañías, tanto en los casos de perfiles que no se adaptaban a las nuevas necesidades como aquellos que no contaban con las habilidades digitales necesarias requeridas.
Por este motivo, en SERES insistimos en defender el valor compartido como elemento estratégico indispensable en las organizaciones para transformar la realidad empresarial y conseguir una sociedad mejor. Los problemas sociales a los que nos enfrentamos exigen la intervención de todos los actores sociales y las empresas han demostrado que son una pieza fundamental para abrazar ese cambio e implementar nuevos modelos. Solo de esta forma podremos dibujar un futuro empresarial que asegure la responsabilidad y la inclusión social como ejes sobre los que está vertebrada la tecnología, al servicio y beneficio de la sociedad.
¿Es tangible el crecimiento de la sensibilidad de las empresas hacia los crecientes problemas de la sociedad como la desigualdad?
Desde luego. Lo vimos durante la pandemia, pero también lo estamos viendo en un momento como el actual con la crisis humanitaria en Ucrania, que ya afecta a un millón de personas. Las empresas han mostrado su compromiso y su apoyo a la población ucraniana, porque solo sociedades justas, pacíficas e inclusivas serán garantía para el desarrollo económico y social (#ODS16). En SERES contamos con un espacio colaborativo en nuestra web, donde estamos dando visibilidad a esas iniciativas de ayuda en medio de la emergencia humanitaria .
Un sector privado responsable es indispensable para el crecimiento, la productividad, la innovación y la creación de empleo, todos ellos generadores de desarrollo y oportunidades. La empresa española se compromete con los retos sociales y de hecho en el VIII Informe del Impacto Social de las Empresas, que elaboramos a través de una colaboración entre Deloitte y SERES los datos reflejan esto. En la última edición hemos observado que las acciones de RSE de las empresas españolas impactaron a 158 millones de beneficiarios, un 177% más que en el ejercicio anterior. Además, la inversión en RSE de las organizaciones llegó a 1.486 millones de euros, aumentando la inversión media por empresa un 8%.
¿Qué papel tienen la escucha de los grupos de interés, los ODS y la Agenda 2030?
La Agenda 2030 ha pasado a ser un aspecto central alrededor del que hay que construir la estrategia de la empresa. Ha dejado de ser algo tangencial para convertirse en un elemento primordial. Tras las cumbres del clima y la pandemia, las organizaciones están decidiendo dónde trabajar en función de los compromisos medioambientales y sociales que la empresa asume. Por ello es importante disponer de mecanismos de medición para medir el impacto y poder comunicarlo a la sociedad.
Los planes de resiliencia y recuperación tienen entre sus objetivos la sostenibilidad ¿de qué manera esto favorece y hace más concreta y la atención empresarial sobre el tema?
Actualmente no se entendería una recuperación económica sin atender a las personas. Como tampoco es posible que una empresa que no combine la rentabilidad social además de la rentabilidad económica. Estos conceptos que ya aparecían unidos desde hace años, pero se han hecho más relevantes tras la pandemia. Por lo tanto, la combinación de planes de resiliencia, recuperación y sostenibilidad son esenciales. Y toda empresa que no esté atendiendo a este binomio no estará recorriendo el camino correcto. Los planes de recuperación ponen el foco en el impacto social de los proyectos de inversión y esto es un gran avance para vincular rentabilidad económica y social.
Para las empresas, la parte no financiera es siempre más importante, sea por las indicaciones de los reguladores, sea por la atención que le ponen ahora los inversores. En este último sentido SERES ha promovido una serie de debates sobre la inversión de impacto y el valor de la gestión de la ESG para las empresas. ¿Cuál es la actuación y la visión de las empresas cotizadas y de las que no lo son?
Los inversores internacionales son cada vez más exigentes a la hora de exigir la incorporación de los factores ESG en la estrategia de las compañías, así como su medición y seguimiento. Existen índices bursátiles específicos y fondos de inversión que solo invierten en compañías que consideran socialmente responsables y que cumplen con las normas más rigurosas en esta materia.
Sabemos que los inversores tienen un interés creciente en esta materia, dado que afecta al valor de las compañías en el largo plazo. Los factores ESG son componentes estratégicos importantes que impulsan los resultados financieros. La atención y el enfoque en ESG tienen la capacidad de fortalecer una empresa y enriquecer la cultura organizacional. Seguramente las empresas cotizadas tienen más camino recorrido en este sentido, pero pueden ser un motor tractor para aquellas compañías más pequeñas, aunque con un sólido compromiso social. Al principio de este año, tuve la oportunidad de dialogar con líderes de CaixaBank, Endesa, el ICO y Mapfre en el SID, Spain Investors Day, sobre la importancia y el calado de las finanzas sostenibles, los criterios ESG y cómo su inclusión en la estrategia de las compañías facilitará la planificación, la gestión de la sostenibilidad y el acceso a la financiación.
¿Cómo se compatibiliza el impacto social con el retorno empresarial?
En SERES hablamos muy a menudo de la creación de valor para la sociedad y la empresa (valor compartido). Es un elemento indispensable para transformar la realidad empresarial y conseguir una sociedad mejor. Supone una conexión entre el progreso económico y el progreso social. Es importante resolver un problema social al mismo tiempo que tenga un impacto positivo en la cuenta de resultados. Esto, además de hacer sostenible el compromiso social de las empresas, tiene una consecuencia directa en la generación de alianzas, de cadenas de valor hibrido y, en definitiva, en otro concepto que es muy relevante para la competitividad de la empresa: la colaboración.
¿A qué niveles han llegado los sistemas de medición de las actividades intangibles de las empresas?
Sabemos que el 80% del valor de las compañías está en los intangibles. Es evidente que medir únicamente los resultados financieros no es suficiente para dar respuesta a los retos sociales y medioambientales a los que nos enfrentamos. Como tampoco basta para medir el valor de una compañía a corto plazo. Por ello, los modelos de medición deben cambiar e incluir el impacto vinculado a la sostenibilidad. Lo social se enfrenta a barreras como la falta de estandarización o la dificultad a asociarlo al campo económico. Existen iniciativas de reporting, pero siguen faltando estándares comparables que midan realmente el impacto social y lo vinculen a la rentabilidad económica.
Seguimos muy de cerca los avances en la taxonomía social de la UE y en la fundación hemos desarrollado la metodología del Índice de Huella Social, para incorporar la medición de criterios sociales y que también mejorará el diálogo sobre el valor de lo social entre empresas e inversores.
¿Qué objetivos se pone la Fundación para este 2022?
2022 es un año crucial para a esa reconstrucción distinta, más humana, más social y con las personas en el centro. Asuntos como la implementación el liderazgo responsable, la medición del impacto y el compromiso social de las compañías serán grandes palancas en términos organizacionales y sociales para la reconstrucción.