Las familias Porsche y Piech apoyan al presidente de Volkswagen
Otros accionistas, sin embargo, están muy descontentos con Matthias Müller e incluso planean denunciar a la automotriz ante los tribunales alemanes
Matthias Müller llegó a la dirección de Volkswagen con el objetivo de recomponer las relaciones con las autoridades estadounidenses y europeas tras el escándalo de los motores trucados y en sus primeros discursos insistió en que la nueva cultura empresarial del consorcio automovilístico se apoyaba sobre la responsabilidad de quienes cometen errores. “Aquí solo están permitidos los errores si podemos aprender de ellos”, fue su frase lapidaria. Pero en su reciente viaje a EE.UU., le bastó una entrevista radiofónica con la NPR en Detroit para echar por tierra el trabajo de meses de los equipos estadounidenses. Presentó el asunto como un problema técnico sin consideraciones éticas de ningún tipo y fue tal el impacto en la opinión pública norteamericana, así como en las autoridades que enjuician a la compañía con reparaciones millonarias, que el día siguiente tuvo que volver a la misma emisora de radio para tratar de arreglarlo. Su propuesta de reparación tuvo además una fría acogida por parte de la presidenta de la Agencia Medioambiental EPA y los analistas consideran que la fallida entrevista tendrá un caro coste para Volkswagen.
Ese es el motivo por el que la reunión del “Präsidium” que ha tenido lugar este martes en Wolfsburg se preveía tensa. La torpeza diplomática de Müller, sumada a sus serias decisiones durante las últimas semanas, en materia de recortes y sustituciones de puestos directivos, le han acarreado una gran oposición dentro de la plantilla, de modo que había muchas ganas de enfrentarle a la pregunta sobre qué se puede aprender de sus errores durante el viaje a EE.UU.. Horas antes de la reunión, sin embargo, un telex ha bloqueado el ataque. “Las familias Piech y Porsche apoyan a Müller”, resumía la información. “Todo el mundo ve que Müller ha cometido un error en EE.UU., pero eso no significa que lo vayamos a mover de su puesto”, ha dicho una fuente por parte de los grandes propietarios. Müller, por su parte, ha aclarado que “las multas máximas de las que la gente habla, por miles de millones de dólares, no son de las que hablan las autoridades de EE.UU.”.
Otros accionistas, sin embargo, están muy descontentos con Müller e incluso planean denunciar a la automotriz ante los tribunales alemanes en busca de compensaciones por la pérdida de valor de sus acciones, unos 22.000 millones de euros en su conjunto que proporcionalmente suponen una tercera parte aproximadamente. La firma de abogados Nieding + Barth presentará el caso ante el tribunal regional de Brunswick esta semana pidiendo varios cientos de millones de euros en nombre de 66 inversores institucionales de Estados Unidos y Gran Bretaña. "Aparte de eso, tenemos a varios cientos de inversores privados”, ha asegurado Klaus Nieding La automotriz planea recurrir las demandas de acuerdo al modelo de mercados de capital, un procedimiento legal alemán que, a falta de querellas colectivas al estilo estadounidense, usa sentencias judiciales ganadas por inversores particulares como plantillas para fijar indemnizaciones para otros igualmente afectados.
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