El BCE exigirá a los bancos medidas contra la morosidad

Los técnicos del BCE han consultado a varios bancos de la zona euro sobre sus altos niveles de morosidad, especialmente en Grecia

Mario Draghi anunció sus nuevas medidas expansivas hace seis semanas AFP

ROSALÍA SÁNCHEZ

Han pasado seis semanas desde que Mario Draghi anunciase sus últimas medidas expansivas y la situación no ha mejorado. El miembro del Comité Ejecutivo del BCE Peter Praet ha justificado que la continuada caída del precio del petróleo está teniendo un «papel importante » en la demasiado baja tasa de inflación y ha indicado que su «efecto» no es «ni insignificante ni temporal». Pero el IPC subyacente (que excluye alimentos frescos y combustibles) tampoco está cerca del objetivo del 2% y es posible que el BCE tenga que seguir dando pistas sobre nuevas medidas , que estarían más maduras en primavera. Mientras tanto hay que dar algún titular y no elevar demasiado las expectativas , por lo que se espera que Draghi recuerde mañana a los gobiernos europeos la necesidad de realizar reformas adicionales, que impulsen el crecimiento y el aumento de salarios , y que le caiga una regañina a los bancos sobre cómo gestionar mejor la morosidad.

Tal y como adelantó ABC, los técnicos del BCE han consultado a varios bancos de la zona euro sobre sus altos niveles de morosidad, especialmente en Grecia, Portugal, Italia y países de Europa del Este, préstamos que probablemente no serán devueltos y que en su opinión están frenando la incipiente recuperación. Solamente han trascendido dos nombres de la lista: Monte dei Paschi di Siena y UniCredit.

Draghi tiene interés en proponer «medidas de seguimiento» que ayuden a gestionar mejor el asunto, que no es poca cosa. El volumen de préstamos morosos de la zona euro se situó en 932.000 millones de euros en 2014, cantidad equivalente al 9,2% del PIB según estimación del FMI. Estas medidas podrían consistir en recomendaciones como la contratación de más personal, el cambio de las prácticas internas, hacer más provisiones, revisar el valor de los préstamos morosos o incluso la creación de un banco malo.

Y mientras va tomando forma ese catálogo, el Consejo tendrá tiempo de perfilar los siguientes pasos, deliberando sobre lo que piden los mercados. Se baraja rebajar aún más la facilidad de depósito hasta situarla en el -0,40% o incrementar aún más el volumen de compras, pero Draghi tendrá que sortear una vez más la resistencia alemana. El Tribunal Constitucional alemán volverá a estudiar el 14 de febrero el programa de compra de deuda. El Tribunal europeo sentenció en junio que el citado programa es compatible con el Derecho comunitario y que no sobrepasa las atribuciones del BCE en materia de política monetaria ni viola la prohibición de ofrecer financiación monetaria a los Estados miembros, pero el Constitucional alemán tendrá que pronunciarse.

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