«Europa tiene que dar visados más ágilmente a los cruceristas asiáticos»
Este año se cerrará con 24,2 millones de cruceristas en todo el mundo, 1 millón más que en 2015. El sector está en general satisfecho pero pide menos burocracia
La industria de los cruceros se está renovando, y no sólo porque ofrece nuevos destinos, sino porque reinventa algunos ya maduros e incorpora nuevos barcos tan espectaculares que hay viajeros que no bajan a tierra. Cindy D’Aoust, presidenta de la patronal europea de compañías de cruceros (CLIA), explica la situación actual de este sector y sus perspectivas de futuro.
—¿Cómo cerrará este año el sector de los cruceros?
—Muy bien. En este año que está a punto de terminar habrán realizado un crucero 24,2 millones de turistas, nada menos que 1 millón más que en 2015. Para 2017, que imagino que me lo va a preguntar, no tenemos aún previsiones pero esperamos rebasar ampliamente los 24,2 millones de cruceristas de este año.
—¿A qué se debe este fuerte alza?
—A la personalización y flexibilidad de las ofertas para viajar en un crucero. La realidad es que nuestra industria ha sabido adaptarse y ahora mismo hace ofertas casi para cada presupuesto, cada destino y cada ocasión. En la actualidad a bordo de un crucero se pueden visitar multitud de destinos sin hacer y deshacer maletas constantemente y hacer viajes maravillosos, lo que constituye una oferta única, casi hecha a la medida de cada viajero.
«Algunos puertos del Mediterráneo intentan atraer cruceros mientras que en barcelona nos ponene tasas especiales»
—En cuanto a destinos ¿se ha ampliado mucho la oferta en los últimos años para atender a una demanda que, en ocasiones, quiere variar?
—Desde luego. En el caso de Asia se ha ampliado mucho el número de destinos ya que hay 16 nuevas líneas operando en esa zona del mundo, con barcos completamente nuevos, que ofrecen visitar 24 nuevos destinos en 17 países. En cuando al Caribe, un destino que podríamos denominar clásico para los cruceros, las compañías están trabajando para crear algo así como nuevas experiencias en destinos que ya son maduros, y por eso están comprando islas, para que los viajeros puedan combinar navegar con la playa, al mismo tiempo que están creando nuevas actividades para los clientes. La idea es que el recorrido y la experiencia del viajero cambie cada dos años de modo que se pueda repetir y se visiten otras ciudades en el mismo destino y se tengan otras experiencias.
—Hay algunos clientes que se apuntan a un crucero simplemente porque se va a realizar en un modelo de barco concreto ¿es así?
—Sin duda. Hay barcos tan espectaculares que son casi un destino en sí mismos por tener gran cantidad de posibilidades a la hora de elegir actividades a bordo: restauración de alto nivel, cursos de cocina, todo tipo de expediciones, etc... todo un conjunto de actividades que hace que algunos cruceristas no bajen a tierra.
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— CLIA Global (@CLIAGlobal) 2 de diciembre de 2016
—¿Cómo han evolucionado los precios de los cruceros en estos años?
—Como he dicho antes, hay cruceros para todos los presupuestos y posibilidades, con lo que esto ha dejado de ser un problema.
—Hablemos un poco de impuestos. Hay algunos destinos que han puesto tasas especiales a los cruceristas, como es el caso de Barcelona. ¿Qué opina, se da en otras partes?
—Los impuestos no son mi especialidad pero, en términos generales, nuestra misión es que los cruceros sean seguros y confortables. Lo que yo detecto es que algunos destinos del Mediterráneo, por ejemplo, intentan atraer cruceros, o lo que es lo mismo, es la tendencia contraria a lo que sucede en Barcelona.
—Volviendo a los destinos. ¿Hay alguna previsión de que se recuperen los cruceros en Túnez o en Egipto?
—Nuestra política es que tenemos líneas de cruceros en los destinos que quieren nuestros clientes, y de momento no es este caso en algunos países del norte de África.
—¿Son muy diferentes los cruceristas chinos del resto?
—Mucho. Para empezar, los chinos gustan de actividades de ocio muy peculiares por lo que, en realidad, las empresas destinan barcos especiales para este tipo de clientes asiáticos que, en general, quieren embarcar en puertos cercanos a su casa y en cuanto a días les gustan viajes de hasta 30 días, lo que abre muchas oportunidades para destinos como Australia o Europa.
—Los turistas chinos son muy bien recibidos en Europa porque son los que más dinero gastan cuando viajan.
—Para los turistas asiáticos Europa es un destino muy exótico por lo que, cuando se deciden, optan por cruceros y viajes largos. Otra cuestión que sería muy necesaria es que hubiera más facilidad para que los turistas asiáticos obtuvieran sus visados y la duración de éstos fuera más larga ya que hay que tener en cuenta que un crucero se contrata alrededor de un año antes de viajar. Este detalle burocrático es fundamental porque los viajeros asiáticos tienen que comprar su crucero sin saber si luego van a tener visado o no. Esta es una responsabilidad de los países europeos, que son quienes dan los visados a los turistas asiáticos.
—¿Cómo está el mercado de los cruceros en España?
—Hemos visto cómo los españoles han vuelto a los cruceros después de los años de la crisis y ahora son 700.000. Este mercado creció un 3% el año pasado y somos el quinto de Europa en emisores de turistas aunque, como destino de cruceros somos el segundo, lo que es muy importante también ya que nada menos que 1,2 millones de viajeros embarcan al año en puertos españoles y lo normal es que pasen un par de días en la ciudad de donde zarpan, a los que hay que sumar 6 millones de cruceristas en tránsito. Además hay muchas compañías que se aprovisionan en Barcelona, Palma de Mallorca y las Islas Canarias, lo que es muy importante para esas ciudades a nivel de ventas.
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