CONTENIDO PATROCINADO/ J.P. MORGAN
Una estrategia bien definida contra el cambio climático
Esta gestora apuesta por un proceso cualitativo de selección que combina IA, ‘big data’ y conocimiento humano para rastrear oportunidades en cada sector
El cambio climático es uno de los principales desafíos sistémicos a los que nos enfrentamos y afecta a nuestra forma de vivir, trabajar e interactuar con nuestro entorno. «Para abordarlo, todos los gobiernos, empresas y personas del mundo deberán realizar aportaciones y cambios», afirma Francesco Conte, gestor de carteras dentro del J.P. Morgan AM International Equity Group. Además, «requerirá de importantes inversiones e innovaciones en distintos ámbitos para generar y almacenar formas de energía limpias, mejorar la red eléctrica, aumentar la eficiencia energética de los edificios y desarrollar, entre otros, medios de transporte y de producción agraria menos intensivos en carbono».
En este contexto, JP. Morgan AM cuenta con productos dentro de su gama cuya estrategia consiste en invertir en empresas que suministran productos y servicios que permiten reducir las emisiones en todos los sectores de la economía. «La estrategia combina experiencia en inteligencia artificial y ‘big data’ con conocimiento humano para identificar proveedores de soluciones contra el cambio climático de distintos sectores, regiones y tipos de empresas desde gran capitalización y megacapitalización hasta empresas de pequeña capitalización, así como para invertir en oportunidades atractivas desde el punto de vista de la sostenibilidad y la inversión», indica el responsable.
Una vez analizadas las principales causas del cambio climático, la gestora ha clasificado las soluciones en cinco categorías. Por un lado, energías renovables y electrificación que incluye las empresas que obtengan todos sus ingresos de la generación de energía eólica o solar, o las empresas de servicios públicos previamente existentes que conviertan sus modelos de negocio en renovables. Se incluyen también las compañías que suministren los equipos necesarios para la producción de energías renovables, como proveedores de turbinas eólicas y equipos solares.
Otra de las categorías es la de construcción sostenible ya que los edificios son una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero. «La innovación continuada en este ámbito nos ofrece muchas oportunidades de inversión. Por ejemplo, los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) son los elementos que más energía consumen en los edificios, por lo que las empresas que innovan en este sector están a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático», explica Conte.
El métoto de la gestora ofrece una cartera de gran convicción y exposición diversificada
En cuanto a la categoría de agua y alimentos sostenibles JP. Morgan AM recuerda que el sistema agrícola y ganadero mundial contribuye en aproximadamente un 19% a las emisiones globales de gases de efecto invernadero por el uso de fertilizantes, la erosión del suelo y la deforestación, además de por el metano que emite el ganado, entre otros factores. También es uno de los elementos que más contribuye a la escasez de agua. «No obstante, las empresas están innovando en este ámbito para abordar el reto de la sostenibilidad y, al mismo tiempo, suministrar los alimentos y recursos que necesita la población mundial», señala el gestor de cuentas. El transporte sostenible, por su parte, se enfrenta al reto de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que genera el transporte actual, en torno a un 16%.
En toda la cadena
En la cartera de JP. Morgan AM identifican oportunidades en toda la cadena de inversión, que incluyen empresas especializadas y grandes empresas automovilísticas que dedican grandes recursos a incrementar las capacidades de los vehículos eléctricos, así como aquellas que ofrecen insumos de valor como las baterías. Y en cuanto al reciclaje y la reutilización, se presenta como la última pieza del rompecabezas de las soluciones contra el cambio climático que pueden ayudar a limitar el uso de recursos en el desarrollo de productos nuevos con la reutilización de materiales existentes. «Esta es un área con un gran potencial, pero que depende mucho de la regulación», advierte Conte.
A la hora de identificar oportunidades de inversión, JP. Morgan AM lleva a cabo un proceso cualitativo para determinar su admisibilidad. Se cuestionan, entre otros aspectos, qué productos y servicios se suministran y por qué están relacionados con el objetivo de sostenibilidad específico, quién se beneficia de estos productos y servicios, a qué escala se suministran estos productos y servicios, qué resultados tienen y qué riesgos asumen.
Cuestión de convicción
El resultado final del proceso de investigación e inversión «es una cartera de gran convicción de empresas ponderadas en función de su impacto y adecuación a la temática, y de nuestra convicción en relación con ellas, en la que se equilibran consideraciones como la liquidez y la volatilidad», subraya Francesco Conte. La estrategia seguida ofrece una exposición diversificada y de gran convicción a las soluciones que pueden ayudar a abordar la amenaza existencial del cambio climático.