El Estado disparó su déficit un 588% hasta agosto al 5,1% del PIB
Las corporaciones locales quintuplicaron sus números rojos hasta los 2.930 millones
El desfase entre ingresos y gastos de la Administración crece de manera preocupante a medida que avanza el año y a mitad de ejercicio alcanzó el -6,46% del PIB, tres veces más del -2,12% que cosechó durante los seis primeros meses de 2019. El gran boquete en las arcas se concentra en el Estado, que observa cómo, pese a que las prestaciones por desempleo dependen de la Seguridad Social y la Sanidad, de las comunidades autónomas, es la Administración Central la que finalmente concentra buena parte del déficit debido a las transferencias que hace a estos subsectores. Según los datos publicados por el Ministerio de Hacienda, el Estado disparó su desequilibrio hasta agosto hasta los 56.859 millones de euros, esto es, u n 588% más que en el mismo periodo de hace un año . Ello representa un roto en las cuentas del 5,08% del PIB frente al 0,66% de 2019.
La gran razón es que las transferencias a otras administraciones se han disparado, lo que refleja la necesidad de una reforma del sistema de financiación en la que cada subsector sea capaz de soportar las competencias que tiene asignadas.
«Los pagos no financieros efectuados por el Estado hasta finales de agosto de 2020 han sido 126.571 millones , 26.316 millones más que en el mismo período de 2019 de los cuales, 14.003 millones , corresponden a la transferencia realizada para equilibrar el impacto en las cuentas de la Seguridad Social derivado del Covid-19, y 6.000 millones al importe del fondo Covid.19 transferido a las comunidades autónomas y a las ciudades con estatuto de autonomía en el mes de julio», recoge Hacienda.
Por administraciones
Ello explica que las comunidades autónomas cosecharan superávit hasta julio. Las regiones amasaron 3.062 millones (un 0,27% del PIB) que contrasta con el déficit, de -3.296 millones, que tenía a estas mismas alturas del año. Una situación radicalmente distinta a la de las corporaciones locales, que quintuplicaron su agujero hasta el mes de junio a 2.930 millones de euros (un -0,26% del PIB).
La Seguridad Social también empeoró su balance un 34% hasta los 7.690 millones de euros (un -0,69% del PIB). Las cotizaciones cayeron a medida que se desplomó el empleo un 4% mientras que las pensiones aumentaron un 3% hasta los 84.545 millones. Este crecimiento se debe al aumento de número de pensionistas (un 0,22%) y a la mayor pensión media (un 2,07%), además de la revalorización del 0,9% aprobada para este año.
A ello se le suma que la recaudación tributaria sigue con una fuerte brecha. Hasta agosto los ingresos acumulados disminuyeron un 10,3%, si bien si se incluyen los aplazamientos y liquidaciones aplazados por la crisis del coronavirus, la caída se reduce al 4,2%. Al observar el dato mensual se observa una incipiente mejoría, al aumentar los ingresos un 1,1% frente al mismo agosto del año pasado. De momento las medidas aprobadas por el coronavirus restan 2.840 millones de euros los ingresos, con 2.111 aplazados, sobre todo en IVA (1.019 millones) e IRPF (892). Estas cantidades, según la Agencia Tributaria, suponen un diferimiento por lo que irán llegando a medida que avance el año. Asimismo, la suspensión del plazo para las deudas tributarias resta 606 millones.