Industria deportiva

El esprint tecnológico dispara el negocio en la industria de las bicis

El sector se anota cifras récord al calor de la movilidad eléctrica y del cuidado de la salud: la facturación ha crecido un 39% en un año

El sector de la bici superó el año pasado en España la barrera de los 2.000 millones de euros de facturación Reuters
Roberto Pérez

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La industria de la bicicleta , entendida en sentido amplio, desde el diseño a la comercialización, pasando por la fabricación de bicis y componentes, vive un momento dorado en España. Este negocio no solo ha esquivado la crisis sino que ha despegado al esprint en plena pandemia y se ha anotado cifras históricas, de récord: más de un millón y medio de bicicletas vendidas en España en 2020, un 24% más que en 2019 -un 49% más en el caso de las bicis eléctricas-; y 2.607 millones de euros de facturación total, un 39,4% más que en 2019.

La gran eclosión que vive el sector, del que dependen más de 22.000 empleos directos, llega tras años de crecimientos sostenidos. Una progresión que, a su vez, se ha producido con una intensa apuesta por la I+D, la inversión en tecnología , diseño y nuevas prestaciones.

La industria española de la bici lleva años abonando el terreno, lo que ya le había permitido crecer a un ritmo interanual medio de casi el 7% en el quinquenio 2014-2019. Y en 2020 ha llegado el gran salto gracias a una ‘primavera perfecta’ , según indican desde el propio sector: un aumento de la afición por la práctica deportiva de la bicicleta en sus distintas modalidades; la expansión de la nueva movilidad urbana y sostenible , ayudada por la tecnología de la bici eléctrica, que es el segmento que está creciendo con más fuerza; y una pandemia que, con sus incertidumbres y restricciones, ha puesto en valor la salud de las pedaladas y sus prestaciones como medio para moverse por la ciudad y para el ocio saludable.

El resultado de toda esta evolución deja cifras por las nubes. Por ejemplo, de los 1,09 millones de bicicletas que se vendieron en España en 2014 se ha pasado a 1,56 millones de bicis en 2020 . Y el volumen de negocio ha pasado de 1.354 millones de euros a 2.607 millones. Otro dato: el negocio del pedal ya supone el 34% de la facturación que mueven las ventas ligadas a todas las disciplinas deportivas, por delante del fútbol.

Apuesta tecnológica

El secretario general de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), Jesús Freire , está convencido de que la clave a futuro va a seguir siendo el desarrollo tecnológico. «Es superimportante», subraya, y el ejemplo de ello es la bicicleta eléctrica y los rendimientos que el sector está obteniendo con este segmento.

La bici eléctrica permite alternar la pedalada tradicional con la asistida. En 2020 se vendieron en España 212.635 unidades, un 48,9% más que en 2019. Se ha convertido en la tercera modalidad más demandada, solo por detrás de las bicis de montaña y de las infantiles, pero por delante de las de carretera y de las urbanas. Y eso que la bici eléctrica es, con diferencia, la más cara en el mundo del pedal: un precio medio de 2.648 euros , frente a los 738 euros de promedio de las bicicletas de montaña o los 291 euros de las urbanas.

La electromovilidad está haciendo prosperar a este sector, en el que también está aumentando el número de empresas, tanto con el nacimiento de nuevas marcas como con la incorporación de compañías que, desde otras actividades, han optado por adentrarse en el negocio de la bicicleta.

«Tenemos un creciente número de asociados que vienen del sector de la automoción y que han empezado a desarrollar líneas de negocio de bicicleta», explica el secretario general de la patronal AMBE. «Se espera que en los próximos años el número de bicis eléctricas vendidas en Europa supere las ventas de todo tipo de coches», apunta.

Un ejemplo de apuesta tecnológica es Berria Bike, empresa fundada hace diez años y con sede en Villarrobledo (Albacete). Al frente de ella está el exciclista David Vitoria . Una lesión le forzó a retirarse precozmente, con solo 24 años. La Vuelta a España de 2010 fue su despedida del deporte profesional, y al año siguiente echó a andar Berria Bike. «Fue un proyecto personal y familiar, que me permitió mantenerme ligado al mundo de la bicicleta desde otra perspectiva, y aportar el conocimiento de todos los años de la práctica del ciclismo para crear un producto de valor, con un modelo de negocio diferente en el que apostamos por la personalización, un ámbito en el que fuimos pioneros en el mercado nacional», explica David Vitoria.

El sector ha apostado por la I+D. En la imagen, Berria Bike, a cuyo frente está el exciclista David Vitoria ABC

«Trabajamos mucho la innovación –explica–, y en la empresa desarrollamos de forma integral todo el proceso: diseño, fabricación y comercialización». El 15% de su producción se vende en el extranjero, y la bicicleta eléctrica es una línea de negocio creciente. En Berria Bike se adentraron en este segmento en 2019, ahora supone más del 10% de la facturación de la empresa y la previsión es que vaya a más, con nuevos lanzamientos y desarrollos en este ámbito.

David Vitoria destaca que «invertir en diseño, en innovación y en tecnología, y apostar por la diferenciación en el producto, es fundamental» . Y, a partir de ahí, conseguir un equilibrio atractivo entre calidad y precio. Pero teniendo claro en todo momento que el punto fuerte para el sector en España, en clave nacional e internacional, pasa por competir en el mercado con calidad e innovación. «No es cuestión de ser el más barato, porque siempre habrá un país que produzca más barato. La diferenciación es el valor añadido», indica.

Quizás por eso, España es una potencia internacional en marcas de bicicletas, pero no en fabricación. Y es que, con los años, una buena parte de la manufactura de marcas españolas se fue llevando a otros países, sobre todo a Portugal, pero también a la Europa del Este. En los años 90 se produjo un fuerte proceso de deslocalización de las producciones, pero «ya hay ciertas compañías que han trabajado en el retorno de su fabricación», explica David Vitoria.

Deslocalización

La fabricación de las bicicletas sigue siendo intensa en trabajo manual. Y, en un mercado global, la calidad y la innovación debe ajustar sus costes para no desorbitar los precios y ser competitivo en el mercado. Y Portugal hace tiempo que se convirtió en un escenario de fabricación muy atractivo para las marcas españolas .

Al final, esa combinación entre innovación y marca nacional, pero con parte de la producción realizada fuera, es lo que ha contribuido a consolidar la industria española de las bicis, y reforzar su crecimiento. Una expansión del sector que el secretario general de la patronal AMBE está convencido de que irá a más, porque –dice– tiene un importante potencial de desarrollo.

«El volumen de facturación de los fabricantes de bicicletas crece año tras año, porque hay una tendencia desde hace tiempo a producir menos unidades, pero con más tecnología, diseño y valor añadido», explica Jesús Freire. «Estamos en un sector en expansión, y no solo en el ámbito de la fabricación sino en todo el conglomerado de las empresas de componentes, de accesorios, proveedores tecnológicos y startups» , afirma.

Y todo ello pese a que, en España, la insistente consigna gubernamental de la transición ecológica no se plasma en medidas de apoyo al sector de la bicicleta. En este campo, España va rezagada, en el furgón de cola de Europa. Y eso pese a que apostar por políticas de incentivo y promoción de la bici es una de las palancas que reclama el sector para seguir despegando.

«Necesitamos inversiones en infraestructura para favorecer el uso de la bicicleta en las ciudades, y ponernos al nivel de la inmensa mayoría de países europeos, que incentivan y ofrecen ayudas a la compra de bicicletas, subraya el secretario general de la patronal AMBE. Pone como ejemplo «el bono de movilidad del Gobierno italiano, dotado con 120 millones de euros» para fomentar la compra de bicicletas como apuesta por la movilidad sostenible y saludable. Salvo excepciones «como el buen ejemplo de la Comunidad de Madrid o del Ayuntamiento de Bilbao, no hay en España un plan estatal de apoyo a la bicicleta como sí existe en la mayoría de países europeos», indica Freire.

El CEO de Berria Bike coincide en esta misma línea. «La bicicleta tiene un futuro muy importante en la transición ecológica, como medio de ecomovilidad en las grandes ciudades», destaca David Vitoria. Reclama que ese valor que tiene la bici sea aprovechado con estrategias públicas de apoyo, tanto en infraestructuras como en incentivos para la adquisición y para la industria.

Más de 22.500 empleos directos

El sector de la bicicleta genera en España más de 22.500 puestos de trabajo directos, según el último informe realizado por la patronal AMBE en colaboración con Cofidis. AMBE agrupa a fabricantes, importadores y distribuidores de bicicletas, componentes y accesorios.

En 2020, pese a la crisis del Covid, este sector logró mantener el empleo de conjunto: los puestos que se perdieron en fabricantes e importadores (-605) se compensaron con los que aumentaron en el comercio especializado (+610). De los 22.572 empleos directos contabilizados en el sector de la bicicleta al cierre de 2020, 9.018 correspondían a trabajadores de fabricación, componentes y auxiliares, y 13.554 a ocupados en la red de comercios de bicis y artículos de este deporte. En 2020, operaron 2.981 tiendas de venta, reparación o alquiler de bicicletas, un 1,02% más que en 2019.

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