Una españolizada Deliveroo deja en el aire la salida a Bolsa

Amazon, líder de su nueva ronda de financiación, apuesta por una compañía con 342,7 millones de pérdidas en tres años

Deliveroo abre la puerta a dejar España

Daniel Caballero

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Un elemento diferenciador de las startup es su volatilidad. Un día están arriba y, al siguiente, echando el cierre. Lo mismo ocurre con sus dirigentes y fundadores. Nada es para siempre en este mundo digital que ahora todo lo engulle. Deliveroo -de origen británico- no es la excepción; su negocio acelera y 2019 está siendo un año de cambios. De hecho, Amazon entrará en la empresa con la nueva ronda de financiación de 575 millones de dólares.

El acento español ha ganado peso este ejercicio en la multinacional. Susana Voces se ha incorporado como vicepresidenta global de Restaurantes e Inés Ures como directora de Marketing. Sin olvidar tampoco que su dirección en España ha cambiado de manos: de Diana Morato a Gustavo García . La plataforma de reparto de comida a domicilio se ha españolizado en cuestión de cinco meses.

Quizás el reto más incierto -incluso para ellos mismos- esté en sacar al mercado la compañía. Will Shu , su fundador, dijo en octubre del año pasado en ABC que salir a Bolsa «es una posibilidad»; y hoy la idea continúa planeando. «La salida a Bolsa es uno de los posibles objetivos de una empresa que está en crecimiento», dice el nuevo director general de Deliveroo en España. No es inminente, pero está en el aire.

Lo que sí descartan de plano es la venta. García ríe al escuchar el nombre de Uber como posible comprador. «Hay mucha rumorología, pero es normal. No está pensado vender Deliveroo», asegura. De hecho, aún no dan beneficios. En tres años han perdido 342,7 millones de libras , engrosando cada ejercicio cada vez con más números rojos: 30,1 millones en 2015, 129 millones en 2016 y 183,5 millones en 2017, último año con cuentas depositadas en Reino Unido. Pese a ello, sus ingresos se han multiplicado un 1.432% en ese periodo.

Ahora, la entrada de Amazon pone a Deliveroo en manos de un gigante que todo lo inunda. Supone un plus frente a sus competidores, pero también un riesgo de ser fagocitados, pese a la negativa a vender.

Susana Voces (izq.), vicepresidenta global de Restaurantes; Gustavo García (centro), director general de Deliveroo España; e Inés Ures (dcha.), directora global de Marketing, durante la entrevista con ABC ERNESTO AGUDO

Pese a los rumores de una posible venta a Uber, desde la compañía descartan cualquier operación

Así, ya están presentes en 14 países y más de 500 ciudades en todo el mundo. En España esperan alcanzar este ejercicio el doble de ciudades que en la actualidad (llegar a unas 60) y pasar de 5.000 a 6.500 restaurantes en su aplicación. Objetivos ambiciosos con la idea, también, de brindar una experiencia completa a sus clientes. «Queremos capturar desde el momento del desayuno hasta una cena romántica. No queremos un cliente que pida 1-2 veces sino que lo haga cada vez que tenga hambre», defiende Ures.

Para lograr generar ese sentimiento en los usuarios, la compañía optará este año por dejar de lado la expansión internacional a más países. «El objetivo es consolidar los países en los que estamos para ser líderes», señala Voces. La intención es entender cómo el consumidor comprará comida en el futuro. En estos tiempos, cualquier avance se queda corto a los pocos años. Por eso Deliveroo se empeña en continuar innovando -para ello entra Amazon en el capital- y adaptarse a nuevas necesidades. «Estudiamos cuál será la siguiente oportunidad desde el punto de vista de capturar demanda. Estamos explorando todas las categorías y pronto tendremos noticias en alguna de ellas. Una categoría nueva que lanzaremos», desvela la directora de Marketing.

Hace algunos meses lanzaron en España Editions: cocinas compartidas para sus restaurantes para que puedan llegar a lugares alejados de su campo de acción. «Está funcionando bien. El objetivo era crear cocinas en zonas que veíamos demanda no satisfecha para apoyar a nuestros restaurantes. Se trata de crear demanda en zonas donde hay oportunidad», afirma la vicepresidenta global de Restaurantes. Quién sabe, incluso, si esas cocinas en un futuro serán gestionadas por robots o si serán motos autónomas las que lleven los pedidos. «Hoy no está planteado. Habrá que ver cómo evoluciona la movilidad. A cinco años no lo tenemos en el radar. Dentro de diez, seguro », dice García, de Deliveroo España.

Impacto económico

De momento se centran en el presente. Y en los datos. Según un informe de Capital Economics, la empresa generó en 2018 un impacto de 100 millones en la economía española y 2.100 empleos indirectos. A nivel global las cifras son mucho mayores: 3.360 millones de euros a la economía mundial y 67.000 empleos. Y hablan de que, en 2020, de continuar así, el impacto sería de 4.400 millones y 200.000 empleos.

Sin embargo, todavía arrastran la controversia del modelo laboral . La Inspección de Trabajo y los tribunales han cercado el modelo de los «riders» por ser falsos autónomos, aunque desde la compañía defienden su flexibilidad. El debate continúa encallado. Para superar esto, el director general en España propone crear la figura del autónomo digital, es decir, adaptar la legislación a su empresa. Así hicieron en Francia, aunque nuestro país se resiste.

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