España vuelve a construir más pisos nuevos de los que vende
Las licencias de obra crecen más que las compraventas por primera vez desde 2008
Ocho años después, España vuelve a construir más vivienda de la que vende. El año pasado se otorgaron 100.000 visados de obra (un 24% más), por encima de las 90.138 compraventas que se registraron en el segmento de los nuevos pisos, según las cifras del Colegio de Registradores. Un aumento del «stock» de las casas que no se producía desde 2008.
Y es que tras el estallido de la burbuja inmobiliaria los visados para construir viviendas se desplomaron, lo que permitió al país digerir parte del ladrillo que había generado durante el «boom» inmobiliario. Así, entre 2008 y 2016, la compraventa de vivienda nueva superó de largo la cifra de visados, pero en 2017 se llegó a un equilibrio y ambas magnitudes prácticamente coincidieron. El año pasado se confirmó el cambio de tendencia, una situación que, según destaca el Colegio de Registradores en su Estadística Registral Inmobiliaria (ERI), «es fruto de las favorables expectativas del promotor inmobiliario, en la medida que aprecia una demanda creciente que se materializa en los correspondientes acuerdos de compraventa».
El Colegio insiste en que se trata de cuantías «muy razonables» y que nada tienen que ver con las registradas durante la burbuja inmobiliaria, cuando se llegó a visar más del doble de lo que se vendía en los mejores periodos de venta de obra nueva. Durante la presentación del informe, producida el lunes, los Registradores ya abundaron en la idea de que el mercado crece de forma «sostenida», haciendo referencia a indicadores como el tiempo que los españoles mantienen una vivienda en su poder ( 14 años y ocho meses, máximo histórico) y el papel que tienen las personas jurídicas en el sector residencial (solo protagonizan una de cada ocho operaciones).
Escasez
Lo cierto es que los pisos usados están siendo los grandes protagonistas del repunte de las compraventas producido en los últimos años. Según las cifras de los Registradores, en 2018, aportaron más del 80% de las operaciones y dejaron en un plano secundario la vivienda nueva.
¿Por qué tiene tan poco peso este último segmento? Existen varios factores que explican su escasa presencia en las compraventas. Para empezar, hay que tener en cuenta que suelen pasar un par de años hasta que los visados de obra llegan a la calle. Por ello, el repunte producido en los dos últimos años (en los que han pasado de 64.038 a 100.733) no se refleja todavía en la oferta disponible, que sigue siendo escasa . «Venimos de un ritmo de construcción muy bajo y no hay que olvidar que la Administración suele dilatar mucho el proceso de concesión de licencias», explica el director de estudios de Pisos.com, Ferrán Font.
A ello hay que sumar el «boom» tecnológico que está viviendo el sector inmobiliario en los últimos años, lo que contribuye al encarecimiento de los nuevos inmuebles y, según Font, puede afectar a la demanda, sobre todo en grandes núcleos urbanos «donde el precio lleva ya varios años subiendo con fuerza». En este contexto, los promotores piden impulsar la llegada al mercado de más viviendas nuevas para hacer frente a la creciente demanda y relajar los precios en determinadas urbes.
Por ahora, la única realidad es que los visados de obra mantienen un ritmo de crecimiento notable. Según las cifras de Fomento, en enero se otorgaron 9.306 unidades, un 39,02% más.
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