España se sube a la moda del coche compartido entre particulares

Drivy, la plataforma líder mundial del sector, ya cuenta con 200.000 usuarios en España

Sam Zaid, fundador de Getaround y Paulin Dementhon , undador de Drivy ABC

BELÉN RODRIGO

Compartir coche entre particulares a través de una aplicación podía parecer hace unos años algo arriesgado, o al menos algo extraño. Sin embargo, la economía colaborativa en el alquiler de vehículos también se ha consolidado, como pasó antes con los apartamentos, y hoy hablamos de una comunidad muy grande que se beneficia de este servicio. Getaround, la plataforma de auto compartido líder en EE.UU., ha adquirido recientemente a Drivy, una compañía similar líder en Europa, y juntas forman ahora la plataforma más grande del mundo con 62.000 vehículos, 5 millones de usuarios, más de 400 empleados y presencia en más de 300 ciudades en Europa y EE.UU.

«El servicio está diseñado para personas que tienen un estilo de vida urbano y valoran mucho la comodidad. Se ajusta particularmente bien a los millenials porque son la generación más reticente a la propiedad, pero tenemos clientes de todas las edades», explica a Paulin Dementhon, fundador de Drivy. «Las soluciones de movilidad compartida y bajo demanda están penetrando a toda la población urbana, por razones políticas, económicas y ambientales», añade.

Drivy surgió con la misión de que todos los coches se compartan, para conseguir un modelo de ciudad que sea más sostenible a largo plazo. «El modelo Drivy by Getaround es para viajes más largos, a menudo fuera de la ciudad. Cuanto más visible sea el uso compartido de automóviles, más gente se convencerá de que compartir el coche elimina la molestia de su dueño», apunta Paulin Dementhon quien comparte su coche de 7 plazas para llevar a sus 3 hijos a través de la plataforma. En la consolidación de este negocio fue fundamental la apuesta de Drivy en la tecnología Drivy Open. «Hace que la experiencia sea 10 veces mejor para nuestros clientes y propietarios. Fue realmente difícil salir de nuestra forma de confort pero después de 5 años de inversión fue la mejor decisión que tomamos», asegura el fundador.

Crecimiento en España

En España Drivy comenzó a funcionar en 2015 con el coche de Jaume Suñol, el country manager de la compañía en el mercado español. «Aún me acuerdo del miedo que tenía al alquilarlo por primera vez. Ese miedo se ha perdido no sólo en mí, si no en los miles de propietarios que hay ahora, a medida que se han ido registrando coches, los mismos usuarios y propietarios han ayudado a atraer a más personas», reconoce Suñol. En España la plataforma cuenta ya con 200.000 usuarios, y con 5.500 coches, tanto de particulares como de emprendedores o empresas de flotas. Entre ellos hay ya 400 coches equipados con la tecnología Drivy Open, «el sistema que instalamos para facilitar el proceso de abrir el vehículo, de manera que sea posible hacerlo a través del móvil, en Madrid y Barcelona. Estas ciudades han tenido un 90% de crecimiento anual el último año, y en verano, esto se convierte en alrededor del 160%», avanza Suñol.

El responsable del negocio en España cree que para ganarse la confianza de los usuarios ha sido muy importante el acuerdo que existe con Allianz, en todos los países, para asegurar todos los alquileres a todo riesgo. Como principal reto habla de «conseguir visibilidad de los coches, que resulta un elemento clave para animar a los ciudadanos a utilizar un coche compartido». En ciudades como París, Londres, o Madrid, algunas modalidades de carsharing se pueden estacionar en la calle, y no se esconden en parkings como en Barcelona.

Distintos perfiles

Al hablar de usuarios de esta plataforma, desde Drivy diferencian a los particulares que quieren sacar un rendimiento de un coche infrautilizado y a los profesionales, es decir empresas o emprendedores que cuentan con flotas y que las quieren rentabilizar mejor, y unirse a la tendencia del carsharing. « Tenemos a familias que tienen más de un coche en propiedad, ponen alguno a alquilar y consiguen rentabilizar una posesión que al final cada día decae en valor», indica Suñol. Pero también tienen perfiles más específicos que pueden resultar inesperados, «como es el caso de jubilados que, al formar parte de la comunidad de Drivy y poner su coche en alquiler, sacan un rendimiento adicional a la pensión y ocupan el tiempo libre adicional que supone dejar de trabajar».

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