España, experiencia y prestigio al «rescate» de la banca europea
«Esta vez lo hemos hecho bien. Y en Europa lo saben. Y nosotros, por tanto, deberíamos saberlo y creernoslo»

Los españoles cargamos a nuestras espaldas, sin rechistar, una historia de flagelación autoimpuesta y recurrentes explicaciones culturalistas para todo lo que se hace mal. O pensamos que hacemos mal. De hecho, España no está encantada de conocerse: al contrario, y coinciden la mayoría ... de los estudios realizados al respecto, está entre los países occidentales en los que con más frecuencia se tiende a articular opiniones negativas sobre sí misma, si bien lo que pensamos de nosotros mismos difiere de lo que piensan los de fuera.
Pues bien, esta vez lo hemos hecho bien. Y en Europa lo saben. Y nosotros, por tanto, deberíamos creérnoslo. Estos días recibíamos una noticia con más de una lectura, pero una de ellas, desde luego, va en la línea de abandonar de una vez por todas la autoflajelación genética. España cuenta en cuestiones financieras para el resto de nuestros socios europeos. Los hechos están ahí para constatarlo. El pasado jueves, el gobernador del Banco de España , Pablo Hernández de Cos , era elegido presidente del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea , máxima organización mundial que reúne a las principales autoridades de supervisión bancaria y que vela por fortalecer la solidez de los sistemas financieros. Otro importante espaldarazo al prestigio financiero español, muy castigado tras la crisis global, por un lado, agravada por la doméstica, por otro, y por los escándalos que rodearon a las extintas cajas de ahorros.
Precisamente, dos de los objetivos que De Cos anunciaba en su primer discurso como gobernador fueron recuperar influencia en Europa y recuperar el prestigio del Banco de España. Y en esas estaba. Y aquí están los resultados. Se sentará al frente del foro más elevado de discusión en cuestiones de supervisión bancaria. Compatible con su puesto actual. ¡Menos mal que este tipo de elecciones la realizan los propios gobernadores quedando el cargo ajeno a las injerencias políticas!
Y decía otro importante espaldarazo porque no hace ni un mes que España se resarcía de la derrota en la pelea por la nueva sede de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) que, como consecuencia del Brexit, ganó París y conseguía que el exsecretario de Estado José Manuel Campa fuese nombrado como próximo presidente de la EBA , tras confirmarse su nominación, a falta solo del ok del Parlamento Europeo . Precisamente, Campa , al frente de la división de Asuntos Regulatorios del Santander desde 2014, se cree que fue propuesto por De Cos para este cargo.
Con estas dos últimas incorporaciones al ámbito financiero internacional, España da un nuevo paso para recuperar la influencia y la reputación perdidas durante la crisis, tras lograr la vicepresidencia del BCE con el exministro de Economía Luis de Guindos -que, por cierto, ve con muy buenos ojos el nombramiento de De Cos, a pesar de que no era su candidato para gobernador, ¡por algo será!-, y la presidencia del Instituto de Estabilidad Financiera , con Fernando Restoy .
Entonces, ¿hemos hecho o no algo bien para que los europeos confíen en nuestros técnicos y banqueros tras haber sido durante años el foco de atención del resto de sistemas financieros en Europa? A lo mejor va a ser que ni somos tan malos «bancariamente» hablando, ni ineficaces, sino todo lo contrario. No en vano, a día de hoy somos el único país miembro de la Unión Europea que ha hecho los deberes en el sector, o se esmera en hacerlos. ¡Demasiados años con los hombres de negro metidos en las entrañas «per se» de nuestros bancos!
Y casualidades de la vida, el mismo día que se anunciaba el nuevo cargo de nuestro gobernador, a la par, nos sorprendía el propio presidente del BCE , Mario Draghi , con otra bomba informativa que afecta precisamente a los bancos: vuelta a la política de inyeccción masiva de liquidez barata a los bancos (la tercera desde el inicio de la última crisis, para facilitar el crédito a empresas y familias); retraso de varios meses, al menos hasta final de año de los tipos de interés (que ya encadenan tres años en el 0%); y reducción en la previsión del crecimiento económico europeo para este año en seis décimas. Un movimiento que da idea de la gravedad de la situación. Y si la banca falla, la economía va detrás, ¿o viceversa?
Con tanto prestigioso español sentado en poderosas sillas institucionales, y con una economía que funciona drogada vía bancos, se esperan medidas de obligado cumplimiento para un sector que ha estado bajo el yugo protector de un gobernador italiano que, quizás, por ello, desviaba la atención de su mercado natal. Urgen ajustes en bancos italianos, franceses y alemanes, que tendrán que seguir la estela española, con fusiones y reestructuraciones, mientras la UE decide mutualizar la deuda con la creación de un bono europeo. Si no, nos tiraremos años sin salir de la burbuja en la que estamos.
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