La energía eólica que trae vientos de cambio

Iberdrola construye tres plantas en una de las zonas más pobres de Brasil, revitalizada por la operación

VERÓNICA GOYZUETA

A los 71 años, al agricultor brasileño Luis Cardoso Filho nunca se le había ocurrido que podría vivir de «vender viento». Por eso se sorprendió muchísimo cuando hace un par de años le propusieron pagarle un alquiler por el terreno de su casa, una tierra seca, infértil en la que había pasado incluso hambre. La suerte de Cardoso y de otras 23 familias cambió cuando los técnicos de Iberdrola descubrieron que en la pequeña Santa Luzia, una pequeña villa en el estado de Paraíba a más de 2.000 kilómetros de la capital y 400 del mar, había viento suficiente para construir un parque eólico, y desde entonces, la presencia de la empresa ha ayudado a desarrollar el área, principalmente con empleos.

Iberdrola está construyendo en el estado de Paraíba tres plantas (Canoas, Lagoa I y II), que forman un complejo eólico de 94,5 megawatts de potencia, con una inversión equivalente a 159 millones de euros. Con esos proyectos nuevos, que serán inaugurados en octubre, Iberdrola totalizará 16 parques de energía eólica en la región Nordeste, una de las más pobres de Brasil, llegando a una capacidad combinada de 462 megavatios, equivalentes al consumo de 873 mil hogares y evitando la emisión de 420 mil toneladas de CO2 al año.

A largo plazo

«Rentamos tierras, pagamos impuestos y traemos desarrollo e infraestructura para estos municipios», explica Laura Porto, directora de operaciones renovables de Elektro, filial de la eléctrica española en Brasil. «Estamos en este negocio para quedarnos por años, para desarrollar, construir y generar energía», dice la ejecutiva sobre los proyectos en Brasil.

Estas familias reciben ahora 1,5% del ingreso bruto anual de los tres parques, equivalentes a 300.000 euros, que se dividen en unos mil euros mensuales para cada una de estas familias, casi 50 veces más de lo que recibían del Bolsa Familia, el programa social del Gobierno, y que valen mucho en una región en que el coste de vida es muy bajos. Los contratos de alquiler son por 25 años.

«Iberdrola fue la primera empresa que descubrió que las mejores condiciones de viento de Brasil estaban en el interior, y lejos del mar, el lugar más obvio», cuenta Porto, sobre una de las experiencias más interesantes de la empresa española en América Latina.

Antes de descubrir los valiosos vientos en el «seridó» nordestino» una región desértica y de vegetación raquítica en interior de Paraíba, Iberdrola ya había construído un parque eólico frente al mar Atlántico, el Río do Fogo, cerca al estado de Natal, en 2006. «Con la energía eólica estamos interiorizando el desarrollo en un territorio más complejo geográficamente, pero que nos dá mejores resultados», dice Porto. Para tener una idea, los parques de Paraíba producen por encima de 5.000 horas de viento constante, el doble de la potencia española y de Europa.

La inversión de la firma española suma unos 159 millones

Así, Brasil se está convirtiendo en una especie de nueva frontera de expansión para la empresa española, que tiene sus estrategias enfocadas internacionalmente en Reino Unido, Estados Unidos y México. «Estoy convencido de que en 5 años tendremos muchas empresas eólicas en Brasil», asegura Vicente Trullench Arenas, director de comunicación corporativa de Iberdrola. Actualmente, la energía eólica representa un 7% de la matriz energética brasileña y debe llegar al 10% en tres años, con un potencial de crecimiento enorme.

La explotación energía eólica en Brasil es reciente y ha andado a pasos largos. En 2006, cuando comenzó, el país estaba en el puesto 25 y en poco más de diez años, ya está en el noveno lugar, con tendencia de caer al quinto, en uno o dos años, prevé Porto. La empresa además, atrae los negocios de proveedores, algunos españoles, com Gamesa, que produce los molinos en Bahía.

La energía eólica, además, ha creado empleos en una región carente. El técnico Nascelio Costa, de 28 años, por ejemplo, encontró una profesión y se ha convertido en un requisitado supervisor de calidad de molinos en la región y en otros países latinoamericanos. «No me falta nunca trabajo».

La mayor eléctrica por número de clientes

Que el mercado brasileño es prioritario para Iberdrola lo confirmó una gran operación anunciada el pasado mes de junio. La eléctrica brasileña Neoenergia, participada en un 39 % por Iberdrola, incorporará la actividad y negocios de Elektro, propiedad de la eléctrica española. La unión dará lugar a la mayor empresa eléctrica de Brasil y la primera de Latinoamérica por número de clientes, con 13,4 millones de usuarios. La sociedad también cotizará en Bolsa. Según el presidente de Iberdrola, Ignacio Sáchez Galán, la operación refuerza el compromiso de su compañía de contribuir «al desarrollo energético brasileño».

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