Las empresas familiares prevén un crecimiento frágil sin creación de empleo en 2021
El 53% de los encuestados cree que hasta 2022 no recuperarán los niveles de facturación previos a la crisis
El 68% de las empresas familiares prevén en 2021 un crecimiento frágil de actividad sin creación de empleo , un 31% un moderado aumento de la actividad con una limitada creación de empleo y solo un 1% un aumento rápido de la actividad económica con una intensa creación neta de empleo.
Esta es una de las conclusiones de la encuesta realizada por el Instituto de la Empresa Familiar entre más de 155 socios y que ha sido presentada esta mañana en su XXIII congreso, que ha sido inaugurado por el Rey Felipe VI.
El 69% de los encuestados estiman una ventas en 2021 similares a las de este año (42%) o una reducción de las mismas (27%). El 31% espera un aumento de las ventas.
El 53% cree que hasta 2022 no recuperarán los niveles de facturación previos a la crisis : un 27% en el primer semestre de ese año y un 26% en el segundo semestre. Otro 25% considera que se alcanzará en el segundo semestre de 2021 y un 22% en el primero.
Las empresas familiares dan un suspenso (4,1 puntos sobre 9) a la situación económica actual . Es el peor dato desde 2014.
Sobre el empleo, el 90% prevé mantener (63%) o reducir (27%) en 2021 el actual nivel de empleo. Únicamente el 10% cree que aumentará la plantilla.
Asimismo, el 52% tiene previsto aumentar su inversión en España y el 48% no.
En cuanto a las medidas adoptadas para hacer frente a la situación económica derivada de la pandemia, el 71% ha optado por el teletrabajo, el 56% los ERTE, el 55% adaptaron su estructura productiva, el 37% han reducido sus inversiones y contrataciones, el 30% han aumentado su endeudamiento y el 18% han recortado las jornadas o los salarios.
También el impacto de la crisis se ha hecho notar en las plantillas de las empresas familiares, pues el 82% asegura que ha reducido personal durante la pandemia , la mayor parte (dos de cada tres) en un porcentaje que oscila entre el 0% y el 15%. Por contra, apenas un 18% de las empresas encuestadas ha elevado sus efectivos durante la crisis. Asimismo, el 85% ha visto reducida su facturación.
Preguntados qué medidas consideran necesarias para la recuperación de la confianza, la primera respuesta ha sido "acuerdos políticos" , seguido del "aprovechamiento eficiente de los fondos europeos", de "soluciones sanitarias" y "reformas estructurales de calado".
Felipe VI: "No caer en el pesimismo"
Este congreso, patrocinado por Banco Santander y KPMG, ha sido inaugurado por el Rey, que ha pedido "no caer en el pesimismo", a pesar de la "gran incertidumbre" en la que está sumido el país debido a la pandemia, y ha hecho un llamamiento a "unir fuerzas" entre instituciones y empresas para poder salir adelante.
"Nadie duda de que el 2020 está siendo un año difícil, pero no podemos caer en el pesimismo. Sin duda, este virus representa un inmenso reto para España, como para la UE y todos los países", ha afirmado Don Felipe.
El jefe del Estado ha opinado que es en estos momentos de dificultad cuando "las instituciones, las empresas y las familias tienen que demostrar su capacidad y voluntad para unir fuerzas y encontrar soluciones que procuren atender tanto el corto como el medio y largo plazo".
"Tenemos que poder dar más esperanza, que poder alinear toda esa energía y voluntad que tiene nuestra sociedad para salir adelante y que en unos años podamos sentir el orgullo y la gratitud de haber superado este inmenso reto", ha animado.
Para el monarca, el realismo es un elemento necesario para gestionar una crisis, pero ha recalcado la necesidad de que "no cierre la puerta al optimismo para encararla con buen ánimo y sin perder la confianza en poderla superar".
Felipe VI, asiduo a este foro desde hace años, ha subrayado que las empresas familiares son "un pilar fundamental" de la sociedad y tienen un papel clave en la recuperación económica por su experiencia en "afrontar y superar crisis precedentes".
"Estáis en la vanguardia de la transformación de nuestro país y necesitamos seguir contando ahora y siempre con vuestro esfuerzo, empuje y responsabilidad para construir un país cada vez más próspero y dinámico", ha destacado el monarca.
Además de ser "punta de lanza de la energía social" del país, don Felipe ha elogiado a las empresas familiares por sus valores y su vocación generacional, "mucho más allá de las situaciones coyunturales", así como por su cercanía al entorno donde desarrollan sus negocios.
De igual modo, ha valorado "el inmenso esfuerzo, coraje y determinación" que han mostrado durante los meses del confinamiento.
Estabilidad institucional
Por su parte, el presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Marc Puig, ha sostenido en su discurso que es en momentos como el actual cuando más se pone de manifiesto el papel que la Corona representa como muestra de "la estabilidad institucional" que necesita un país para crecer y desarrollarse día a día y superar situaciones críticas como la actual por culpa de la pandemia.
"El mismo papel fundamental asumido en su momento por la monarquía como la institución clave que hizo posible una transición de una dictadura a una democracia sin derramamiento de sangre y del que debemos estar agradecidos todos los españoles, los que lo vivimos y las nuevas generaciones", ha añadido.
Ha defendido que para salir de la crisis provocada por la pandemia de coronavirus hay que marcar un nuevo rumbo económico y nuevo modelo de desarrollo que tenga como eje la inclusión, recordando un discurso que hizo recientemente el monarca.
En este sentido, ha defendido que las empresas familiares son "imprescindibles" para sacar adelante el proceso de relanzamiento, recuperación y transformación que tiene que abordar España, por sus valores y su capacidad de liderazgo, en sus palabras.
Sobre el lema de esta edición del congreso, Puig ha explicado que es la idea que quieren transmitir a la sociedad y a las instituciones, y ha concretado que en su legislatura se ha marcado como objetivo afrontar la crisis, el capitalismo consciente e inclusivo y la transición generacional.
Para el también presidente y CEO de Puig, la actividad de una empresa no se reduce únicamente al beneficio y ha defendido que las compañías deben crear simultáneamente prosperidad económica y valor social: "Esa es precisamente la característica propia de la empresa familiar. Su horizonte temporal se cuenta con generaciones no con días".
Ha defendido que la empresa familiar es la más resiliente en periodos de destrucción de empleo y que impulsa la formación interna, cuenta con un sistema de valores propios de la familia y relaciones distintas con los proveedores, y un afán de proteger su reputación y legado que les mantiene arraigados en el territorio.
"Mi abuelo fundó Puig en 1914. Su primer envío de productos desde Inglaterra fue hundido por una submarino alemán , superó este percance, la primera guerra mundial, la pandemia de la mal llamada gripe española, la guerra civil y la segunda guerra mundial. Muchas empresas también tuvieron que superar estas crisis. Nosotros, nuestra generación, también lo conseguiremos", ha concluido.