Las empresas alzan la vista hacia una nube cargada de posibilidades
La crisis ha impulsado en España el uso de los entornos «cloud», que democratizan la tecnología y mejoran la seguridad y la eficacia
El despegue de las empresas hacia los sistemas «cloud» es ya un proceso que no tiene retorno. «O ahora o nunca», sentencia Hugo de Juan Jordán, profesor de ESIC. A nivel global un 90% de las empresas, según Manuel López-Ordóñez, managing director de Cloud de Accenture, ya han utilizado en algún momento las soluciones en la nube y, además, el 20% de las cargas de trabajo han sido migradas a «cloud». La pandemia, que ha acelerado todo el proceso de transformación digital que se venía observando recientemente hará que en los próximos tres años se migre hasta alcanzar el 80% de las cargas de trabajo. Sin embargo, la situación en España es algo «más retardada» . Se estima, según López-Ordóñez, que hasta el momento sólo se han migrado a la nube el 5% de las cargas de trabajo.
A pesar de todo, las compañías españolas tienen dos aspectos claves para acelerar este proceso y no caer en el desánimo a la hora de implantar un sistema de trabajo que permite aprovechar los recursos que existen en la nube de computación para alojar sus sistemas y que, por ende, se conviertan en empresas y modelos de negocio «más innovadores». Porque si algo se lleva observando, según Jordán, desde hace cinco o seis años son los beneficios que aportan los sistemas «cloud» a las compañías: versatilidad, escalabilidad, seguridad y, democratización del acceso a la tecnología más avanzada. Es decir, independientemente del tamaño de la empresa y del sector en el que opere, contando con un sistema «cloud» y no tradicional se tiene acceso a la «tecnología más moderna y más avanzada», lo que permite una mayor eficacia a la hora de gestionar el negocio y da acceso a servicios como la inteligencia artificial.
Así, también cabe destacar que una empresa trabajando en la nube es capaz, según Jorge Villaverde, CTO de Capgemini, de tridimensionarse «de una forma flexible» en función de los requerimientos que tenga en cada momento. Es decir, los sistemas de las compañías están preparados para dar servicio a un número x de usuarios simultáneos. Sin embargo, deberían estar capacitados para albergar, por ejemplo, a un millón de usuarios en un momento dado. «Todo este tipo de mecanismos en un servicio web en vez de tardar tres meses podrías tardar tres minutos», explica Villaverde.
Para acelerar todo este proceso transformador, España cuenta con dos aspectos fundamentales que van a ayudar a las compañías a coger velocidad ante un despegue que ya está planificado por la gran mayoría de entidades . Uno es, según López-Ordóñez, que los tres principales proveedores cloud -Amazon, Microsoft y Google- van a tener centros de proceso cloud en España. El segundo, pero no menos importante, es que los fondos de reconstrucción de la Unión Europea favorecerán la migración, algo compartido también por Jordán, que ve en este plan de recuperación «una oportunidad única para que todo lo que tiene que ver con la digitalización y con la tecnología se impulse».
Rentabilidad
Ahora bien, este proceso de cambio no está siendo igual en todas las empresas. A las pequeñas, estos cambios aún les quedan grandes porque los conocimientos necesarios para sacarles provecho son sofisticados. Por otro lado, las medianas y grandes compañías son las que, a juicio del profesor Jordán, están protagonizando una transición «más poderosa pero también más pausada», debido al gran número de aplicaciones que deben migrar a la nube. Este cambio, que a priori es lento y, además, costoso, acaba siendo «rentable» ya que la filosofía habitual de la nube es pagar por el servicio que se utiliza. «Es un modelo de retorno de inversión mucho más flexible y ágil», explica el profesor.
Igualmente, este sistema, también beneficioso con el medio ambiente al crear empresas más sostenibles, no es aprovechado por todas las empresas de la misma manera. Las pequeñas les sacan mucho partido por la posibilidad de utilizar la tecnología más avanzada pero «exactamente en la cantidad y coste que necesitan ». Las medidas y grandes, por su lado, resuelven otras necesidades del negocio como puede ser la escalabilidad (hay momentos de un negocio en los que se necesita mucha más capacidad de cálculo). Las multinacionales, además, se aprovechan del «cloud» porque sus sistemas pueden estar distribuidos por todo el mundo y tener acceso a ellos desde cualquier lugar. «Cada nicho obtiene beneficios de la nube de una manera distinta», sentencia Jordán.
En lo que coinciden todos los expertos es en que trabajar en la nube es más seguro que tener un sistema tradicional ya que estos últimos pueden contar con antivirus, por ejemplo, que no estén actualizados a la última versión. «Los entornos cloud son intrínsecamente más seguros que los entornos clásicos», afirma con rotundidad López-Ordóñez al explicar que los sistemas «cloud» están diseñados desde el primer momento «con la seguridad embebida» y cuentan con los «más altos niveles de certificación en seguridad exigidos en la actualidad».
A pesar de todo, conviene no bajar la guardia ya que estos entornos requieren nuevas conexiones y tecnologías que hay que añadir a los «activos críticos a proteger» por parte de las empresas que quieran alzar el vuelo a estas soluciones tecnológicas.
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