Los empresarios se plantan y exigen ERTE para todos los sectores
Tensión interna en el Gobierno para que Escrivá ceda y haga una nueva propuesta
Lejos de haberse logrado avances, la tensión siguió ayer en aumento en la negociación de los ERTE y desmoronó la esperanza de que hoy mismo un consejo de ministros extraordinario diera luz verde al acuerdo. Fuentes de la negociación aseguran a ABC que los agentes sociales han decidido levantarse de la mesa y que no volverán a ella hasta que el Gobierno acepte prorrogarlos para todos los sectores. La tensión es máxima: «No vamos a ser partícipes de conducir a España al precipicio», aseguraba ayer Lorenzo Amor, presidente de ATA. «Ya está bien de marear la perdiz», remarca.
Las miradas se dirigen ahora a Seguridad Social. Incluso dentro del Gobierno. Se trata de que el ministro Escrivá Escrivá ceda y se abra a ofrecer una mayor cobertura en estos esquemas. La duración de la pandemia, unida a las restricciones presupuestarias, hacen que el momento actual sea especialmente crítico pues buena parte del tejido empresarial español, hilado a base de pequeñas empresas, afronta el otoño en una situación límite. Es por ello que los empresarios defienden que el nuevo paraguas de los ERTE no excluya a ningún sector.
Sin embargo, ayer Escrivá insistió en que no habrá «café para todos». «La restricción presupuestaria» obliga a ser «lo más eficaces posible» a la hora de ayudar a las diferentes actividades en la prórroga de los ERTE, aseguró en una entrevista en televisión. Estos días, el Gobierno ha intentado el acercamiento planteando algunas novedades, aunque no han sido suficientes. Seguridad Social propuso eliminar la sectorialización y filtrar el acceso a los ERTE en función de la situación que tenga la empresa debido a la pandemia y no del sector al que pertenezca. Fuentes de la negociación explican, no obstante, que el planteamiento incluía que fuera la autoridad laboral quien autorizaría qué empresas podrían acceder a los ERTE de fuerza mayor, extremo que no gusta entre las filas empresariales y sindicales por su elevada carga burocrática y lentitud. Especialmente con el precedente creado con el ingreso mínimo vital, que no ha llegado a las familias por sus exhaustivos requisitos.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, más cercana en esta negociación a los empresarios que a su homólogo en el Ejecutivo, remarcó la importancia de seguir adelante con este esquema: «La cuestión está ahora en acertar en el esquema de exoneraciones a las empresas y en ver cómo se redefinen algunas herramientas, como los ERTE de rebrote, ante la situación actual», dijo Díaz. La gallega, defensora a ultranza del diálogo social, remarcó además que los avances conseguidos tanto en el contador a cero como en la base de cotización de los trabajadores afectados.
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