Economía exigirá más transparencia a la banca para evitar abusos en las tarjetas de crédito fácil

El Gobierno prepara una orden ministerial que además exigirá a las entidades ser más rigurosas al conceder estos préstamos cuya comercialización ya acumula miles de demandas en los tribunales

Las tarjetas «revolving» conllevan intereses de hasta el 20% o el 30% Adobdestock

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El Gobierno ha decidido tomar medidas para evitar que la comercialización de tarjetas de crédito de pago aplazado o «revolving» desencadene en una nueva oleada de litigios de consumidores contra las entidades financieras. Para ello, el Ministerio de Economía trabaja ya en la reforma de la orden ministerial de transparencia y protección del cliente bancario para con el fin de imponer más exigencias de información a los bancos y medidas que reduzcan las posibilidades de sobreendeudamiento de los usuarios con este producto financiero.

Las tarjetas «revolving» permiten al cliente acceder rápidamente a una cantidad de dinero , por ejemplo 5.000 euros, para hacer compras y aplazar su devolución en plazos, eligiendo la cuota mensual fija a pagar -100 euros al mes, por ejemplo- o el saldo pendiente a amortizar cada mes. Eso sí, estas tarjetas implican intereses medios de entre el 20% y el 30% del dinero dispuesto , lo que hace caer a los consumidores afectados en espirales de deuda.

Los despachos de abogados especializados en demandas masivas contra la banca ya están registrando ante los tribunales miles demandas por usura y supuestas malas prácticas en la venta de este tipo de préstamos, algunas de ellas por intereses cercanos al 41% y diferencias del 200% entre la cantidad inicial del préstamo rápido y la final a devolver, pasando por ejemplo de un crédito de 5.000 euros a una deuda final de 15.000.

Pues bien, el proyecto de orden que el gabinete dirigido por Nadia Calviño ha sacado a audiencia pública prevé «reforzar la información que el prestatario recibe de la entidad, lo que le permitirá tener un conocimiento específico y claro del contenido y efectos del servicio que va a contratar, así como saber con precisión la deuda que mantiene periódicamente con la entidad», según ha explicado este viernes Economía en un comunicado.

En concreto, el Ejecutivo impondrá a la banca nuevas obligaciones de información precontractual más detallada, como ofrecer al cliente un ejemplo representativo de crédito «revolving» con dos opciones de cuota y sus implicaciones económicas. Además, la entidad deberá remitir al cliente de forma trimestral información sobre la evolución del crédito, como el importe del préstamo, la fecha estimada de finalización del pago del crédito y diversos escenarios en función de la variación de la cuota mensual, y comunicarle cualquier ampliación del límite del crédito no pedida por el cliente. El consumidor podrá además pedir en cualquier momento a su entidad información sobre el crédito, así como el cuadro de amortización y las cantidades ya abonadas y las pendientes.

La principal queja de los clientes atrapados en deudas contraídas a través de estas tarjetas es la falta de conicimiento del tipo de interés aplicable y las comisiones adeudadas, asú como la dificultad para amortizar el capital principal. Al respecto, la orden también contemplará medidas para «reducir una posible prolongación excesiva del crédito y aumento de la carga final de deuda más allá de las expectativas razonables de la persona que contrate este producto». Para ello, se exigirá a las entidades financieras mayor rigor a la hora de evaluar la solvencia y capacidad de pago los clientes.

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