Draghi atacará la deuda morosa a finales de año
La institución espera ejercer la suficiente presión como para que los bancos se ocupen de una vez de este problema, que preocupa al supervisor de129 de los mayores bancos de la zona euro
Mario Draghi se ha propuesto domesticar a los bancos europeos con la política del palo y la zanahoria. Apenas informaba ayer sobre la adjudicación de la primera remesa de zanahoria, 6.723,83 millones de euros con un tipo de interés del 0% en la primera subasta del programa de financiación a largo plazo con objetivo específico del BCE (TLTRO II) , a la que habían acudido 25 entidades bancarias, filtró que a finales de año comenzará a presionar a los bancos para que se deshagan de la acumulación de deuda incobrable. Entablará conversaciones no vinculantes pero con instrucciones concretas.
Con la zanahoria, el BCE podría descontar hasta 26,9 millones de euros a las entidades bancarias que han obtenido financiación en esta primera subasta si todas ellas cumplen las condiciones y si aumentan el volumen de préstamos elegibles que habían estimado el pasado 31 de enero de 2016. El tipo de interés aplicado al programa descendería hasta el tipo de depósito, actualmente en el -0,40%, si exceden en un 2,5% el volumen de sus préstamos elegibles hasta el 31 de enero de 2018.
De este modo, ha dado comienzo a un programa financiación bancaria con el que espera estimular el crédito sano al que le quedan tres operaciones más, dos de ellas en 2016 (septiembre y diciembre) y una en marzo de 2017 . Los préstamos tienen un plazo de cuatro años, aunque se podrán devolver trimestralmente dos años después de su formalización.
El palo llegará a finales de 2016 o principios de 2017, con el establecimiento de objetivos cuantitativos y cualitativos confidenciales de reducción de deuda morosa que no serán trasladados necesariamente por escrito, pero con los que espera ejercer la suficiente presión como para que los bancos se ocupen de una vez de este problema, que preocupa al supervisor de 129 de los mayores bancos en la zona euro y que asciende a unos 900.000 millones de euros en créditos, legado de la crisis y que amenazan con causar pérdidas y limitar dividendos vía provisiones . El BCE estima que un 7,1% de los préstamos de la zona euro eran morosos a finales de 2015, casi cinco veces el nivel de Estados Unidos. Italia y Grecia figuran entre los principales lastres y la morosidad reduce la valoración de los bancos, aumenta los costes de financiación y frena el crecimiento económico, contrarrestando la política de estímulos.
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