Entrevista con Fernando Santiago, presidente del Consejo General de Gestores Administrativos
«La diferencia ya no está entre ricos y pobres, sino entre trabajar para el Estado o no»
El presidente de los gestores administrativos acusa a Gobierno y Congreso de desconocer la realidad del tejido empresarial a la hora de legislar y augura la desaparición de «cientos de miles de empresas» por la falta de tino de la política económica
La economía encadena 'cisnes negros' a velocidad de vértigo. A la mayor crisis sanitaria en siglos, se han sumado el desabastecimiento de suministros y una coyuntura de precios con pocos precedentes. Y una guerra. Una sucesión de desastres que se ha vuelto a cebar con las pequeñas y medianas empresas , «el verdadero tejido económico de este país», señala a ABC el presidente del Consejo General de Gestores Administrativos, Fernando Santiago . En cualquier caso, el directivo despeja dudas. «La pandemia es la excusa del mal gestor».
El Gobierno insiste en que hay recuperación económica, pero usted defiende que son cantos de sirena.
—Me gustaría que me dijeran dónde está esa recuperación. Los precios se han disparado un 6,5%. La gasolina está a casi dos euros. ¡Y será peor! El primer trimestre define el año y el 2022 se ha escrito muy rápido. Los primeros indicios nos permiten decir que será peor que 2021. Año de cierres, de subida del SMI, de bloqueo de la Administración, de presupuestos engordados y gasto público desmesurado. Y de regalo, una guerra. Habrá un parón inversor brutal. Y que no venga una séptima ola de Covid. También, el fin de la moratoria de concursal, el 30 de junio. Desaparecerán cientos de miles de empresas . El año pasado se perdieron 300.000.
¿Son ajenos los gobernantes a la realidad de las pymes españolas?
— El gran problema es que se piensa en la gran empresa y no en la pequeña y mediana. El que legisla no conoce la realidad del tejido empresarial. El 90% de las firmas españolas son pymes y micropymes y se les está haciendo imposible acceder a los fondos europeos.
¿Qué necesitan las pequeñas empresas en estos momentos para sobrevivir?
—La guerra de Ucrania nos va a llevar a una parálisis de la economía. Ahondará muchísimo la crisis. La falta de liquidez que hay ya es brutal y será peor. A la inflación que ya hay se unen más subidas de petróleo y el gas. Entonces lo que necesitan las empresas en estos momentos es liquidez. Las pymes están muy necesitadas y los ICO se han rechazado a muchas. La banca está teniendo una falta de empatía absoluta.
Precisamente ahora las empresas tienen que empezar a devolver los créditos ICO...
—Habrá una nueva paralización de los pagos, porque se va a paralizar el 'cash'. Gran parte del circulante tendrá que ir dirigido a devolver los préstamos. Me parece más lógico que mientras no exista recuperación, haya prórrogas automáticas de los ICO.
¿Era necesaria una nueva prórroga de la moratoria concursal?
—Nunca ha sido necesaria una moratoria concursal. Las empresas que están mal, están mal, y la moratoria concursal solo ha servido para camuflar una situación negativa para el Gobierno. En todo caso, el uno de julio (cuando finalice), nos encontraremos menos concursos de acreedores de los que nos íbamos a encontrar en enero de este año, pero no evitará que haya una cantidad ingente de quiebras, porque la moratoria está evitando la responsabilidad del administrador de declararse insolvente. Las empresas que caigan, desaparecerán. Hay miles que están oficialmente en el mercado porque nadie ha comunicado su desaparición. Encontramos cientos de casos donde la empresa tenía diez empleados, los han echado todos y ha cerrado. Pero como oficialmente siguen activas, a efectos del Gobierno no han desaparecido.
¿Qué puede hacer la Administración para salvar la papeleta? ¿Medidas como las ayudas directas han servido para algo?
—La Administración debería empezar por cumplir los plazos de pago. Pagar cuanto antes sus deudas con las empresas. Luego seguir ampliando el plazo para pagar impuestos en unas condiciones razonables. La gente no cree en las ayudas directas. Han renunciado a ellas porque los requisitos son imposibles de cumplir. Además, se ha hecho poca publicidad de ello, a lo que se ha sumado el desconocimiento de algunos y el miedo impuesto en la propia redacción de la norma.
El Gobierno ha presentado iniciativas para incentivar el emprendimiento como la ley 'crea y crece...
— Es una porquería. Si no la corrigen va a ser un fracaso absoluto. Te dicen que puedes crear una empresa por un euro, y luego la banca no da préstamos para empresas con fondos propios negativos. Con lo cual requiere que el socio ponga dinero y eso ya te supone pedirlo. De la misma forma quieren hacer obligatoria la factura electrónica, cuando hay negocios que por su dinámica les es imposible funcionar así. El 80% de las empresas no tienen capacidad para ello. Además hablan de digitalización, sin tener en cuenta a la tercera edad. Peor que la burocracia está siendo la burocracia digital. Lo está complicando todo. No dispones de ayuda ante cualquier contratiempo.
¿Qué ha cambiado en la economía con la pandemia?
—En estos momentos observamos con preocupación que la sociedad española se está partiendo en tres partes: políticos, funcionarios y la gente corriente. El funcionario ha pasado dos años y medio de travesía y está mejor que antes. Mientras que la gente de a pie ha pasado por un desierto brutal. Hay atasco en todas las Administraciones Públicas. Se cuentan hasta tres o cuatro meses de retraso en muchas de ellas. La separación de clases ya no está entre ricos y pobres, sino entre quien tiene capacidad de acceso al sector público y quien no. Funcionarios y políticos van por un lado y la calle por otro. El que tiene dinero no cuenta, ese siempre ha estado en otra esfera.
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