ENTREVISTA
Diego Murillo: «Somos el perfecto paracaídas para el profesional de la salud»
El presidente de A.M.A., mutua especializada en asegurar al colectivo sanitario, considera que seguir «apostando por pólizas cada vez más baratas no tiene sentido»
Acaba de cumplir 20 años como presidente de A.M.A, la mutua especializada en asegurar al colectivo sanitario. La compañía busca cuidar y poner al día permanentemente ese eje esencial de su actividad. Y, en un sector tan competitivo como el de los seguros, trata de diferenciarse con un perfil al mismo tiempo singular y reconocible.
¿Tras esos 20 años sigue considerando que la faceta de médico es la que más le representa?
—Creo que sí, soy médico, mi padre fue médico y mi hijo también lo es, por lo que la medicina me ha rodeado desde niño, y quizás haya sido esa circunstancia lo que me ha permitido desarrollar mi labor al frente de A.M.A., porque entiendo y comparto las preocupaciones del colectivo, sé cómo piensan y las necesidades que tenemos.
¿Qué recuerdo destacaría de estas dos décadas?
—Sin duda alguna, el ver todo lo que hemos crecido y hasta dónde hemos llegado: de haber comenzado unos cuantos mutualistas a ser ahora más de 600.000 y de tener aquellos 8 empleados a más de 650. Cuando hace poco tiempo celebramos nuestro 50 aniversario hicimos unos vídeos donde compañeros hablaban de su profesión. Al preguntarles qué era lo que les aportaba A.M.A. contestaban: «Que la Mutua era el perfecto paracaídas para los profesionales de la sanidad». No puedo estar más de acuerdo, eso es precisamente lo que hemos pretendido hacer y queremos seguir haciendo.
—¿Notan la recuperación que ya se aprecia en otros sectores?
—Quizás se perciba una mayor actividad, pero la verdad es que avanza muy despacio... En cualquier caso, el sector asegurador ha sido de lo más estable, ha demostrado que no ha necesitado ayudas públicas para su funcionamiento, no ha destruido empleo y sigue cumpliendo una importante labor cubriendo riesgos y ayudando a las personas a ahorrar para completar así su pensión de jubilación. Aunque en la actualidad nos estamos encontrando con un desafío muy importante, que es la poca rentabilidad de las inversiones, que ha sido algo que siempre ha ayudado mucho a nuestras empresas.
—¿Les ha afectado la guerra de precios de los últimos años?
—Sin duda el sector asegurador se ha enfrentado a un entorno cada vez más cambiante, exigente y competitivo, no solo en terrenos de mercado, sino también con las nuevas obligaciones y exigencias de cumplimiento normativo surgidas en los últimos meses. Pero nosotros hemos resistido frente a la política temeraria de descuentos seguida por otras compañías, sobre todo en el ramo de automóvil y que lógicamente han empezado a diluirse ante las nuevas y mayores indemnizaciones reconocidas en el actual baremo por daños en accidentes de tráfico.
—Pero hay compañías que aún ofrecen pólizas cada vez más baratas...
—No tiene sentido. Creemos que debe de primar fundamentalmente la calidad y la buena resolución de las necesidades concretas de cada mutualista. Es cierto que quizás con la política que hemos seguido hayamos perdido una mínima parte de cuota, pero creo que a cambio hemos consolidado nuestra imagen y eficiencia.
—El baremo de autos parece ser que se empleará también para evaluar la responsabilidad civil de los profesionales sanitarios.
—Posiblemente, aunque de momento es pronto para saber la interpretación de los jueces. Lo que está claro es que tanto en autos como en responsabilidad civil profesional, las indemnizaciones tienden a ser más altas, por lo que es recomendable que todos los sanitarios adapten sus pólizas a las posibles nuevas circunstancias. Nos sigue dando verdadera pena el que en su momento no hubiese salido a la luz el baremo específico de responsabilidad civil profesional que se elaboró en el Consejo Asesor del Ministerio de Sanidad por un grupo de expertos y que por problemas llamémosles «socio-políticos» se quedó traspapelado en un cajón de dicho organismo
Una de las novedades este año ha sido la entrada en Decesos...
—Muchos mutualistas solicitaban que entrásemos. Es un seguro que tiene mucha tradición en nuestro país y nosotros ofrecemos un servicio integral.
—¿Podrían participar en alguna operación corporativa como las que ya se están produciendo en el sector?
—Nuestra fortaleza puede inclinarnos a comprar alguna compañía que nos aporte horizontes novedosos o como alternativa a solicitar la apertura de ese ramo. En su momento nuestra asamblea ya nos autorizó.
—¿Qué tal marcha su entrada en Ecuador?
—Acabamos de cumplir el primer año de actividad, allí intentamos reproducir el mismo modelo que implantamos en España. De momento estamos ofreciendo pólizas de Responsabilidad Civil Profesional y la acogida ha sido francamente buena. Avanzamos poco a poco, pero con seguridad. Nuestra intención es permanecer y ampliar nuestra actuación en Sudamérica
—¿Con qué fondos propios cuentan para afrontar Solvencia II?
—Al cierre de 2015 logramos unos fondos de 196,8 millones, lo que supone un superávit de más de 100 respecto al requisito mínimo marcado por Solvencia II. Tenemos un ratio de 215%, cuando el ratio medio de las primeras 20 compañías del sector fue de 195%
El presidente de A.M.A también subraya un tema que preocupa y está haciendo «mucho daño» a las compañías es la competencia de los bancos, que califica de «desleal». «Al haber hecho alianzas con algunas aseguradoras se dedican a vender seguros, pero de forma totalmente desleal, porque cuando alguien solicita un préstamo o una hipoteca enseguida le ponen encima de la mesa un seguro para que lo cubra, y el que lo contraten es condición indispensable para poder acceder a ese préstamo o a esa hipoteca. Eso no debiera permitirse y es ahí donde tendría que hacer algo Unespa, que por definición representa la gestión y defensa del sector».
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